N/J
El padrastro de Danna era un hijo de puta, su esposa le disparó para defenderlas y luego él se mató frente a ellas. Danna no forma parte de ese circulo de crimen, ella solo fue víctima, y Patricia finalmente hizo algo para defenderlas. Pero, aún está en shock por todo y se quedará sedada hasta que esté mejor.
-De acuerdo, es todo.-Menciona la enfermera.-Será mejor que descanse señorita Rivera.-Danna asiente y la enfermera sale de la habitación, me acerco a ella y tomo su rostro entre mis manos.
-Ya oíste, necesitas dormir.-Danna cierra los ojos.
-Estoy tan cansada.
-Lo sé, cariño.-Dejo que se recueste sobre la cama del hospital y tomo su mano, sus ojos me observan muy cansados, presionó mis labios sobre su cabello y cuando la suelto, es ella quien me detiene tomado mi brazo.
-No te vayas.-Me ruega, puedo ver las lágrimas acumularse otra vez en sus ojos.-Jorge, solo...
-Lo haré.-Le interrumpo.-Me quedaré.-Me acomodó a su lado y es ella quien recuesta su cabeza en mi pecho mientras sus brazos me rodean.-Si necesitas decir...
-Todavía no.-Murmura y acomoda su cabeza en mi pecho.-Hoy solo quiero descansar.-Trago despacio y por más que desee saber que hay en estos momentos en su cabeza, decido dejarla descansar.
•••
-¡Danna!-Mis ojos se abren tras escuchar el grito de Ester. Levanto la cabeza y Danna abre los ojos, los gritos de Ester vuelven y la puerta se abre casi enseguida, frente a los dos aparece una Ester con los ojos completamente llenos de lágrimas. Danna se levanta y ella la rodea con los brazos hasta prácticamente estrangularla mientras las lágrimas no dejan de caer.-¡Dios! Realmente estás aquí.-Solloza.-Estoy muy feliz, Danna.
-Ester...-Le doy una mirada a Álvaro quien entra por la puerta, me ve y se encoje de hombros.
-Lo siento, ¿te lastime?-Danna niega con una sonrisa de lado.
-No, estoy bien.
-¿Qué sucede contigo? ¿Por qué no me lo dijiste?
-Estoy bien, Ester...ahora lo estoy.-Las dejo solas en la habitación y voy con Álvaro a la máquina de comida, coloco la primera moneda y saco unas papas.
-¿Ya has hablado con ella?-Me pregunta Álvaro.
-A penas y dice algo.
-Ya lo hará, Jorge.-Me dice intentando darme ánimos.-Solo dale tiempo, estoy seguro que te lo dirá todo.-No respondo.-¿Jorge?-Intento sonreír, pero fracaso.-¿Ocurre algo?
No lo sé.
-Joven López...-Me giro tras escuchar la voz del doctor. Le doy la mano como saludo y Álvaro se para junto a mi.
-Doctor...¿sucede algo?-Él me responde enseguida.
-¿La señorita Rivera no se te lo dicho?
-No...aún, no...
-Entonces dejaré que ella lo haga.
•••
Ester y Álvaro se van una hora después y al llegar a la habitación Danna esta despierta viendo las revistas de moda que Ester le trajo, hay un intento de sonrisa en su rostro una que a pesar de que sea un gesto débil termina por romperse me hace sonreír al ver el intento. Por más pequeño que sea, en especial después de que ella no me mostrará más del dolor. Llego hasta ella.
-¿Qué haces?
-Leyendo test extraños.
Es el tipo de revistas que no van con ella.
Coloco un mechón castaño detrás de su oreja, deja la revista a un lado de la cama y me observa con ese mismo gesto.
-¿Estás lista para irnos de aquí?
-¿Mi mamá...?
-Está bien, pequeña.-La confusión cruza sus ojos.
-¿A donde vamos?
-A casa. Vamos a mi casa, pequeña.
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