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N/D

-¡Oh mierda!-Mis manos aprietan las sábanas en busca de sosten y mi cuerpo rebota de adelante hacia atrás en cada estocada. Cierro los ojos y mis uñas se clavan hasta traspasar las sábanas y clavarlas en el colchón, gimo y grito, me dejo llevar en cada movimiento y cada vez que sale y vuelve a entrar mientras sus manos me excitan a su manera alrededor de mi cuerpo, apretando mis pechos.

Oh mierda...

Realmente se siente jodidamente bien.

¿cuánto tiempo llevamos así?

No lo se, pero estoy disfrutando. Cierro los ojos y con un último golpeteo siento como se corre, mi cuerpo cae sobre la cama y el suyo cubre mi espalda. Respiro agitada y sin control.

-¿Ha sido demasiado duro?

-No.-Mi voz se pierde y trato de recuperarla para hablar.-Ha sido...ha estado bien.

Por no decir increíble.

Jorge besa mi mejilla y gira mi cuerpo hasta tenerme boca arriba, le sonrió y él se acerca para besarme mientras sus brazos me rodean.

-Te amo, pequeña.-Me mira a los ojos. Rozó su nariz con la mía y volvemos a besarnos intentando hacerlo otra vez luego de que Jorge va en buscar de un nuevo paquete plateado, sin embargo el celular comienza a sonar igual que cada noche.

-El celular.-Digo con voz agotada y girando el rostro para escapar de sus labios, me gira el rostro y vuelve a besarme con deseo.

-Déjalo sonar.-Me pide con los labios sobre mi boca.

-Solo será un segundo.

-¿En serio, Danna?-Estiro la mano hasta alcanzarlo moviendo mi cuerpo debajo de él como un gusano, su risa me llena los oídos y también dejo escapar la mía al menos hasta que leo el nombre común en su celular.

Ya no se porque me sorprendo.

-Es Victoria.-Las risas se acaban, estira su cuerpo más cerca del mío y alcanzar a leer el identificador. Seguido retira su cuerpo para dejarlo caer sobre el colchón recuesta la cabeza sobre la almohada, Jorge mantiene su respiración agitada y con el celular en mis manos me vuelvo hacia el. Esta preocupado, lo sé y se que debería evitar cualquier contacto desde la confesión que me hizo Victoria y que he omitido contarle a Jorge. Pero necesito que solucione esto, necesito que lo acabe para dar un nuevo paso entre nosotros. Solo quiero que Victoria solucione lo que tiene y nos deje tranquilos.-Contéstale.

-Danna...

-Puede ser importante.

-¿Por qué haces esto?-Trago despacio  y miro sus ojos.

-Porque quiero que lo soluciones, así no habrá más llamadas.-Sus ojos brillan. Sonrió y acarició su rostro.-Además no dejará de llamar hasta que le conteste.-Me sonrié y besa mis labios con delicadeza.

-Eres increíble, ¿lo sabes?

-Ahora lo sé.-Me acepta el teléfono y lo lleva a su oído luego de presionar el botón, le rodeo el cuerpo con los brazos desposito un beso en su cuello.

-Victoria...

-Jorge por favor.-Lo siguiente no lo logró escuchar. Jorge me aparta de sus brazos y se pone de pie enseguida, provocándome una punzada en el pecho.

-¿Lo harás?-Pregunta con alegría deja que le conteste y sigue.-Esta bien, estaré ahí. Si, llegaré ahora. Solo quédate donde estás.-Cuelga y se vuelve hacia a mi.

-¿Sucedió algo?

-Discutio con Nathan y las cosas no salieron bien, pero ella esta decidida.-Niega con tranquilidad.-Ella quiere denunciarlo.-Sus palabras llegan como un golpe.

Se exactamente que Jorge es la razón principal por la que quiere hacerla.

-¿Crees que...?-Sus ojos se observan confundidos.

-Cuanto más antes se acabe será lo mejor para los dos.-Él me sonrió y vuelve a mi lado, su mano izquierda toma mi rostro.-Regresaré antes de que...-Coloco mi palma sobre su mano y la cubro.

-¿Antes de que despierte?-Jorge me sonríe.

-Antes de que despiertes.

•••

"¿Dónde estás?

"Estoy preocupada...¿estás bien?"

Dejo el décimo mensaje y no obtengo respuesta alguna.

-Danna...-Apartó la mirada del celular y me vuelvo hacia mamá, ella me pide el alcance del vaso lleno de agua  y lo hago.-Te ves preocupada, cariño. ¿Ha pasado algo?-Hago una mueca.-¿Algo con Jorge?

-No...él solo...-Fue a la casa de su ex novia y no he sabido nada de él desde entonces no quiero hacerme mil ideas, pero ni siquiera contesta mis llamadas.-Él...-La puerta de la habitación se abre y veo al doctor con una mano en el pomo, observa a mamá y la saluda, pero cuando sus ojos dan con los míos hay preocupación en todo su rostro.

-¿Podemos hablar un momento señorita Rivera.-Mi mamá toma mi mamo y asiento dándole calma.

-Está bien.-Me deja ir y sigo los pasos del doctor. Cierro la puerta de la habitación y espero que hable. Suspira con pesadez.

-Tengo noticias.

-Mi mamá...

-No, su madre se encuentra bien y a decir la verdad es posible que no necesitemos una semana más.

-¿Entonces podrá irse esta semana?-Asiente y siento alivio, solo por un momento y hasta que vuelve a preocuparme con sus palabras.

-Pero hay un problema señorita Rivera.

-¿Qué?

-No es sobre su madre por lo que quise hablar con usted.

-¿Y de que se trata?-Se queda callado y parece como si quisiera tener el mínimo cuidado en decirlo, pero después de decir que mi mamá está bien. No creo que algo más me importe, así que con una débil sonrisa pregunto.-¿Y bien? No me tenga en suspenso.

Toma un respiro y lo dice todo, mi pecho se aprieta y todo el miedo y la desesperación vuelve.

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El mismo aire-Jordanna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora