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N/D

Tengo las manos de Jorge en todas partes y dentro de mi vestido ,subiendo y bajando mientras mis piernas se aferran alrededor de su cadera y mi boca busca la suya con desesperación. Lo he echado de menos sus besos, sus abrazos y a todo esto, su calor y no es precisamente el calor que producen nuestros cuerpos desnudos al tocarse, he echado de menos lo que volvía a sentir estando con él.

-Jorge...-Jorge aparta su boca de la mía y me mira jadeante.

-Te mereces más que esto, pequeña.-Me lamo los labios.-Más que hacerlo en un puto baño.-Niega con la cabeza y una sonrisa cruza sus labios.-Pero ya no aguanto más.

-Jorge...-Hablo con dificultad tras el agitado beso.

-Necesito tenerte otra vez.

También lo necesito.

Sus ojos lujuriosos se clavan en los míos, le acarició el cabello que cuelga en la parte de atrás y sonrió, le ha crecido el cabello y hasta no tenerlo así de cerca no me había dado cuenta pero supongo que él tampoco se ha dado cuenta de algunas cosas que volvieron a mi. Tomo su rostro y lo besó con fuerza sus brazos vuelven a abrazarme hasta causarme de regreso ese ligero dolor en mi cadera, me quejo y él se aparta.

-Danna...-Trago con fuerza.

-No te detengas.-Me ve confundido y aprovecho el momento para besarlo por segunda vez, soy rápida con mis manos y en cuestión de minutos lo tengo moviéndose dentro de mi. Follo con Jorge, no, hago el amor con él como el mismo describe porque es exactamente eso sin importar que sea en un jodido baño. Su boca cruce mis pechos mientras su entrepierna empuja la mía cada vez más fuerte, gimo sobre su boca y en su oído, agarrándome de su espalda desnuda con mis uñas. Cierro los ojos, suspiró y lo disfruto mucho a pesar de no ser mi noche planeada. Cuando llegue aquí,pensaba olvidar todo, al menos por una noche creí que podría borrar de mi cabeza los problemas y con eso, olvidar también que era el cumpleaños de Jorge, tener una noche de sexo después de mucho tiempo, pero las cosas no resultaron de ese modo.

En lugar de eso obtengo algo incorrecto, pero mejor.

Muchísimo mejor.

Quedo completamente agotada al terminar y mis piernas flanquean cuando mis pies tocan el suelo nuevamente. Jorge me besa una vez más y solo por un instante me vuelvo a perderme en él hasta que salgo de esta absurda perfecta y hermosa fantasía. Él me sonríe con tanta felicidad que necesito parar esto, salgo seguida de él y me observó en el espejo tratando de arreglar lo que Jorge provocó hace unos minutos.

-Tenemos que hablar, lo sabes.-Lo miró por medio de su reflejo en el espejo.

-Te dije que solo puedo darte sexo.-No luce dolido y lo entiendo,digo muchas cosas y al final, en ese baño acabó de demostrar lo mucho que significa para mi, solo le basto sentirme para saber que he sido sincera.

-¿Sigues esperando que crea eso, pequeña?-Me vuelvo hacia él.-Ya dime que sucede.-Lucho contra el ardor en mis ojos.

-No sucede nada.-Luce decepcionado tras escucharme. Paso saliva su expresión cae más.-Tengo que irme, Jorge.-Me sujeta el brazo.

-Danna...

-Jorge...debo...

-Después de lo que pasó. ¿Vas a seguir negando lo que sientes por mi?-Mis ojos tiemblan.

-No mentí entonces.

-¿Y ahora?-Pregunta esperanzado.-¿Ahora mientes?-Mi corazón se acelera mucho. Ya no quiero dañarlo más, pero si no lo hago, él jamás me va a dejar.

-Ahora tampoco lo hago.-Él niega y su agarre se aprieta en mi mano, sus ojos tiemblan y me ruegan tanto que por un frágil segundo quiero caer.

-Te quie...

-Estoy con Diego, lo siento.-Sorpresa no es lo que veo, solo dolor en sus ojos. Mi falsa confesión le ha caído desprevenido y veo como intenta descifrar si mis palabras tienen verdad.

-¿Qué?-Parpadea confundido e intenta sonreír, pero ese gesto se cae.-¿Estas con Diego?-No respondo.-Danna...-Esta desvastado, lo puedo ver y seguramente con miles de preguntas en su cabeza, pero además de ellas debe haber insultos que quiere decirme y se muerde la lengua para no ofenderme.

No puedo seguir ni un minuto aquí.

Trago despacio y veo su rostro destrozado.

-Tengo que irme.-Asiente con la mirada baja y poco a poco siento siento sus dedos aflojarse en el agarre de mi muñeca. Jorge se suelta por completo y soy tan bipolar que deseo su tacto otra vez. Mis ojos se llena de  lágrimas y lo miro directo a los suyos.-Adiós, Jorge.-Se siente como un adiós definitivo y hasta que momento ignoraba que sería verdad. Lo veo por última vez y voy directo a la salida, esperando perderme en la multitud y que no me encuentre a pesar que mi corazón anhela que si.

•••

Cuando llegó a casa las luces se encuentran apagadas, meto la llave a la puerta y no logró abrirla cuando ya alguien más me hace el favor. Mi garganta se contrae al dar con su rostro mientras él luce igual que siempre desde que se llevó a mamá del hospital. Luis esta frente a mi mirándome completamente complacido tras los resultados de los últimos días, para empezar el haber salido de la cárcel bajo fianza y que mi madre otra vez recaiga y piense que es el mejor hombre del planeta.

Esto no podría ser más horrible.

Siento que todo lo que construí junto a ella ha sido derribado.

-Llegaste temprano, pequeña zorra.-La voz profunda que me hace temblar. Se apoya en el marco de la puerta y me observa de pies a cabeza, es la primera vez que me ve de ese modo y mis piernas tiemblan.

Tengo miedo.

-Tu madre aún no llega...tengo hambre.

Esta noche no iba a ser igual que las demás.

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El mismo aire-Jordanna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora