~Y ahora aquí en el mismo cuarto~
N/J
"Por favor. Jorge, contestame el celular"
Leo el mensaje de Victoria vuelvo a colocar mi celular sobre la mesita de luz. Después de lo que pasó lo menos que quiero es encontrarme con ella. Danna hace una mueca con los labios mientras duerme, después de varios días he conseguido que duerma en una cama, una que no sea un sillón incómodo en el hospital o la cama de un hotel barato e inconscientemente parece disfrutarlo. Pedí que esta noche vinieramos aquí y supongo que después de todo lo que provocó ese encuentro con Victoria, ella realmente necesita descansar de verdad. La mañana siguiente es la primera en mucho tiempo que despierto y la encuentro a mi lado, me quedo viendo su precioso rostro mientras sus ojos siguen dormidos, recorro cada rasgo de su cara y cuando me detengo en sus labios, sonrió como un idiota, Danna abre los ojos y mi corazón se acelera cuando esos ojos avellana me ven.
-Buenos días.
-¿Hace cuanto estás despierto?
-Lo suficiente para tener tu rostro en mi memoria durante un largo período.-Noto el rubor expandirse en sus mejillas, ella se levanta tratando de ocultarlo y comienza a vestirse.-¿Te llevo al hospital?-Ella niega.
-Voy ir a la universidad.-Mis ojos se abren.-Mamá ya se siente un poco mejor y necesito ponerme al corriente, faltan menos de dos meses para los exámenes finales.-Ella se levanta y me mira confundida.-¿Qué estas haciendo?
-¿Qué?
-No puedo ir sola a clases.
-Si...yo.-Me levanto como un resorte y ella sonrie, me siento muy feliz y me cuesta no demostrarlo.-¿Que te gustaría desayunar?-No me responde y sale de la habitación directo a la cocina manteniendo su sonrisa, tomó un baño rápido y me visto igual al salir encuentro a Danna haciendo las suyas en la cocina, aunque algo huele mal.-¿Algo salió mal?-Me muestra el plato.
¿Como quemas una tortilla?
-Creo que pase mucho tiempo en el hospital.
-Esta bien, voy a...-Ella me mira extrañada y con una sonrisa sigo, tomó un tenedor y pruebo su tortilla quemada.-Tal vez no sabe tan mal.-Esperanzada me espera y cuando ve la expresión de mi rostro tras acabar el bocado, se echa a reír.
-¿Nada bien?-Niego sonriendo.
-Pasaremos cerca de un café yendo a clases.
Aún cuando abandonamos la casa sigo escuchando su dulce risa en mis oídos.
•••
Mantengo mis ojos en la mano derecha de Danna durante todo el trayecto, incluso se da cuenta y me exige prestarle toda mi atención a la carretera y los semáforos. Al llegar aún tengo la mirada en ciertos momentos en su muñeca y una sensación de ganas de dar ese paso me llena el pecho, Danna abre la puerta y le pongo seguro antes de caminar pasos detras de ella, entonces con mi corazón acelerarse solo doy ese paso y me atrevo a ir hacia ella, tomar su muñeca y deslizar mis dedos hasta entrelazar nuestros dedos. Ella se gira enseguida y sus pasos se detienen, se vuelve hacia a mi mantiene sus ojos en nuestras manos la aprieto y sube la mirada.
-Jorge...-Solo sonrio y tiró de ella muy despacio. Danna me sigue el paso y aunque por un ligero segundo quiere apartarse de mi, ella no vuelve hacerlo más, entramos a la universidad teniendo los ojos de muchos.-Todos están mirándonos.-Me dice cuando llegamos al pasillo.
-No crei que la nueva Danna sintiera vergüenza.-Ella sonrie.-Además no es como si fuera algo nuevo. Ante los ojos de todos ya habíamos vuelto.-No me responde y llegamos a su casillero solo ahí me suelta la mano observó como guarda cada libro de las últimas clases y cuando me siento preparado se lo digo.-Hoy también...-Tengo sus ojos sobre mi.-¿Hoy también quieres dormir en casa?
Dormir en casa, Jorge.
Debo haber sonado patético.
¿Desde cuándo estoy nervioso con un chica?
Será porque ella ya no es solo una chica.
Danna suspira.
-Jorge, yo...-Y no termina de darme una respuesta porque escucho jodidos aplausos a mi izquierda, una risa inunda mis oídos y varias voces familiares se unen a ella.
-López.-Roger coloca su jodida mano en hombro y una sonrisa fingida aparece en su rostro sus amigos vienen con él y el único hijo de puta que falta es Diego para unirse al jodido grupo, he tenido tolerancia con ellos debido al entrenador y porque otra vez he logrado estar en la cancha, pero mi tolerancia también tiene un jodido límite y tener la puta mano de Roger sobre mi hombro es prácticamente disminuir mi tolerancia a un 50%
Además...
Danna no está nada cómoda con esta situación.
Roger aprieta su mano en mi hombro.
-Felicidades, amigo. No te lo he dicho pero fue un buen juego.-Se vuelve hacia sus amigos riendo.-Deslumbraste en tu primer puto juego.
Eso ha sonado a todo menos a una jodida felicitación.
-Entonces ahora tu vida vuelve a hacer la de antes.-Continua.-Tienes la confianza del entrenador eres el dueño de la cancha y...-Sus malditos ojos se detienen en Danna.-Tienes a la chica.-Chasquea los dientes y niega.-Y que chica...-Los otros ojos se detiene en el rostro incómodo de Danna. Aparto su mano con brusquedad y me acerco a ella, sus ojos buscan ayuda. Pero no para que la saque de aquí, Danna sabe perfectamente y por lo que me conoce que no puedo mantenerme en calma, no cuando se trata de ellos.
-¿Debes sentirte afortunado, no López?-Interviene Diego que llego ahora, aprieto los puños.
-Jorge...-Danna ruega.-Sus ojos son mi calma y mirándolos respondo.
-Solo vámonos.-Coloco mi mano en su espalda y camino con ella dispuesto a irnos, pero jodidamente Diego no podía dejarlo ahí.
-Hey, López.
No te detengas.
No lo hagas.
Escucho risas.
Y más risas, y lo que sigue me hace ver rojo.
-Dime que se siente que toda la universidad se haya follado a tu novia.-Mis pies se detienen y cuando vuelven a hablar mal de ella, ya no puedo contenerme, basta que las palabras "puta" "zorra" salgan de su maldita boca para que el primer golpe lo de yo.
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En el próximo capítulo les tengo una pequeña sorpresa!
