~No podemos respirar el mismo aire~
N/D
Los jóvenes de ahora creen que una vez que terminas tus años en la escuela, lo que sigue después además de tener más libertad, es que en esta nueva etapa ya no tienes que darle cuenta a nada ni nadie y siempre que veo esos nuevos rostros de primer año con ese pensamiento una sonrisa de burla crece en mis labios.
¿Por qué?
Por lo terriblemente equivocados que están, para empezar nada es más difícil que esto, la universidad no es nada igual a la escuela. Aquí no dependes de nadie, aquí te pones un lugar y tu mismo decides si quieres pertenecer o si simplemente quieres perderlo, en pocas palabras aquí ganas y aquí también pierdes, pero tú lo decides.
Y Jorge no es la excepción.
Después de lo sucedido en los pasillos, el resultado de su golpiza fue, además del dolor volver a esta a prueba y ganarse la desconfianza del entrenador. Aunque hay algo bueno en todo esto pues con esa hazaña no solo perdió quizás él ganó en algo.
-No seas niñita.-Pido mientras limpio la herida en su labio. Arruga la nariz y tomo su mentón para girarlo hacia un lado, aprieto en la herida y él se queja levemente, aunque siempre pretende ser valiente en momentos así, en el pasado lo hacía igual y el dejavú provoca más que una sonrisa.-Ya voy a terminar.-Le aviso. Aprieto y él se queja.
-Mierda, Danna.
-Lo siento, lo siento.-Suelto su mentón y dejo de presentar la herida con el algodón, rendida caigo sobre el asiento.-No te dolería si no te hubieras metido en una pelea, o mejor dicho si no hubieras dado el primer golpe.
-No iba dejar que hablaran mal de mi chica, ¿no?-Alzo una ceja.
-¿Tu chica?-Jorge se ruboriza, siento como la sonrisa crece en mis labios.
-El punto es que no iba a permitir que hablaran mal de ti. Danna, joder,ellos creen que por...-Cierra la boca.
-¿Creen que por acostarse conmigo me conocen?-Completo por él su pregunta. Sus ojos me observan temerosos como si se diera cuenta que ha metido la mata y aunque en cierto modo lo hizo, además de meterse en una pelea solo lo dejo pasar.-¿Eso ibas a decir?
-Prefiero no hacerlo, pequeña.-Frunzo el ceño.-No quiero pensar en eso, me llena de celos y joder. Hablemos de otra cosa.-Suelto un suspiro y bajo los hombros.
-Entonces regresemos a la pelea.
-Esa no es mi definición de hablar sobre otro tema, es más...es prácticamente lo mismo.
-No debiste hacerlo.-Le mencionó con seriedad.-Sabes cómo es Roger y sus amigos idiotas, no iban a...-Una sonrisa deslumbra su rostro.
-¿Amigos idiotas?
-Así les digo yo.-Respondo.-Y como decía, los conoces, buscaban joderte y que reaccionarás, mira como terminaron las cosas. Al fin y al cabo Roger logró lo que quería.
-He lucido como un idiota ante tus ojos, ¿no?-Acabo de hablarle que echo a perder su oportunidad de jugar en el partido de fin de año y a él solo le importa si se vio como un idiota frente a mi. Mirando sus ojos respondo.
-Impulsivo, idiota.-Sonrío.-Entonces, si.-Él baja la cabeza con una sonrisa.
-Lo lamento.-Mis ojos se abren.-Si no fuera suficiente con las miradas que los cuatro hijos de puta que lanzaban, cuando dijo esas palabras solo sentí la necesidad de que se retractara.-Muerdo mi mejilla interna.
-Si le das importancia...ellos ganan. Además si solo tu sabes la verdad, lo que digan no debería importar.-Espero su respuesta, que Jorge no crea sus palabras es lo único que me importa ahora. Obtengo una sonrisa y cuando esta por hablar, su celular suena interrumpiéndonos Jorge lo saco y logro leer el nombre en el identificador.-Es...
-Es Victoria.-Me interrumpe corta la llamada y regresa la mirada a los ojos.
De acuerdo.
-Ha estado llamando estos días y...-Aprieto las manos.-No se...solo.
Esta preocupado por ella, lo noto.
No puede mentirme.
Sea que sienta ahora eso no quita que Victoria aún le preocupe. Tuvieron historia, lo se, los tres la tuvimos y aunque no fue nada agradable, aún así me molesta que aún siga pendiente de ella.
-¿Quieres ir con ella?-Sus ojos me observan confundidos. Me trago el malestar en mi pecho.-No lo sé, si quieres ir...
-Danna...-Nadie mejor que yo sabe por lo que está pasando Victoria y aunque ambas deberíamos comprendernos, es todo lo contrario. Además aunque yo ponga mi intención todo resultaría inútil porque Victoria solo quiere a Jorge cerca.
Y odio eso.
-No.
¿He escuchado bien?
¿Qué?
-Estoy aquí contigo, Danna. No quiero estar en otro lugar que no sea aquí.-Mi corazón se acelera, niego.
-Jorge, no tienes que...
-Quiero estar aquí, créeme por favor.-Estira la mano y la coloca sobre la mía justo como esta mañana, una nueva sonrisa deslumbra su rostro y no lo se hasta que él vuelve a hablar.-Y hay algo que quiero hacer.-Lo miro confundido.-O mejor dicho, preguntar.-Me mira a los ojos y noto seriedad en su mirada, mi corazón se acelera extrañamente y puedo sentir su pulso acelerado entre nuestras manos juntas.-Hora de contestar, Danna.
¿Contestar?
¿Contestar qué?
Jorge luce muy confiado y lo que sale a continuación de su boca, no me lo esperaba.
-¿Quieres ser mi novia, Danna?
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