12

611 52 14
                                    

~No podemos respirar el mismo aire~

N/D

Suspiró y me tomó un tiempo dentro del baño salgo solo para ver a Ester muy entretenida con Álvaro, lo que me confirma que la noche de chicas termino arruinada. Salgo del bar en dirección a la parada de autobús y sus ojos se abren cuando reconozco su estatura alta y su rostro sonriéndome, Jorge esta aquí, sigue aquí mirándome con el cuerpo apoyado en el capo de un auto que no es suyo.

Ya estoy empezando a preocuparme.

-Sigues aquí.-Pronuncie llegando a él. Se aparta del auto para detenerse frente a mi.

-Estaba esperándote.-La sonrisa arrogante cruza sus labios suspiro y doy una mirada a la calle.

-¿No es muy temprano para irte?

-Ya que la atención de Ester se ocupó en Álvaro gracias a su llegada.-Le respondo.-No tengo nada que hacer aquí.

-Creí que estarías más ocupada.

Hace énfasis en las palabras.

Somos dos.

-¡Buenas noches, Jorge!-Lo rodeó a él y a su no auto para irme, pero él me detiene llamándome otra vez.

-¿Te llevo?-Mis pies se quedan en su lugar y me giro hacia él, señaló el auto.

-¿Así? ¿Como...?-Da palmadas en el auto antes de acercarse a mi.

-Es de Álvaro, así que...solo me queda ofrecerte un paso a la luz de la luna.

-O mejor tomo el autobús.

Esa opción es mejor.

Me sonríe de lado.

-Si, esa sería una mejor opción, aunque algo aburrida.-Alza ambas cejas esperando que conteste. Suspiro.

No puedo creer que esté considerándolo.

No le respondo, pero inicio el camino escucho una celebración detrás de mi para luego tenerlo a mi lado caminando conmigo. Jorge no toca el tema de Luis ni de los golpes, ni sobre mi padre, ni ningún problema de mi vida hasta que logro distinguir la ruta de nuestra caminata.

-Parece que te quedas aquí.-Murmuro detendiéndome frente a su casa.

-Podrías quedarte también.-Me suelta con una sonrisa arrogante. Sonrió.

-¡Buenas noches, Jorge!-Intento girarme para marcharme, pero no doy ni un paso antes de que me detenga sujetándo mi brazo.

-Danna...

¿Y ahora qué?

-En serio preferiría que te quedes.-Aparto mi brazo despacio.-Quiero que te quedes.-Mis ojos se abren y rápidamente parpadea negando.-Es decir no...-Baja la mirada y vuelve a subirla.-No quiero que...

De eso va todo.

-No necesito que sientas lástima por mi, Jorge.-Le interrumpo.-No necesito tu labor de buen samaritano conmigo, busca hacerlo con alguien que lo necesite.-Intento girarme, pero otra vez me detiene.

El mismo aire-Jordanna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora