Capítulo XXXVI

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EL FINAL

Lara/Freya

Llegue a pensar que lo había perdido todo, a mis padres biológicos, a la pareja que se convirtió en mi tutor, a ellos y a mi bebé. Tenía pocas esperanzas si Sansa lo lograría, pero tal cual como me lo prometio, lo cumplió. Sin embargo, a pesar de estar herida ella siguió hasta el final, dio su última jugada y acabó con el juego...

Y el hecho de que esta acostada en una cama con tubos introducidos en sus cuerpo solo me mata, no se lo que le pasará, no se si despertara y no se si yo podré con eso. No saber que nos espera al final del túnel empieza afectarme, se cual es mi final, pero el de ella parece no ser el que todos pensamos.

Han pasado dos días desde lo qué pasó, no supe que le pasó a Cartier y Camile, lo que sí se es que Stefan está muerto y por parte me encantarían que las otras dos también estén como el. Revisaron a mi bebé y me dijeron que está bien, no hay problema con él o ella; me digiero también que es un o una Morgenstern, no pedí saber quien era el padre solo asentí y trate de salir de eso lugar lo antes posible.

Todavía lo sigo asimilando, ellos no han tocado el tema y por parte se los agradezco. No estoy lista para ser madre, pero no le quitaré la vida al bebé que llevo dentro. Sin todavía poder saber qué género es, sin todavía poder conocerlo ya lo amo. Aparte, apenas salgo del cuarto de Sansa para comer, duermo y paso todo el día a su lado al igual que Deo, el cual no deja de decirme que debería de dormir en una cama y reglarme por un día por lo menos...pierde su tiempo, aliento y saliva diciéndome eso para ser honesta.

Las heridas empiezan a sanarse poco a poco, las de la espalda son las que me generan más dolor, pero lo reprimo. Ahorita lo único importante para los demás debe de ser Sansa y para mi es ella, y la personita que llevo dentro.

La loción de Bemus llega a mis fosas nasales haciendo que quite la vista del libro y aparte la mano de mi vientre, miro hacia la puerta la cual se cierra detrás de Bemus quien ve a su prima y luego a mi. Se acerca y se deja caer al lado mío, Deo me ve y luego sale diciendo que ira por algo de comer.

- Deberías de dormir, te ves agotada y le hará bien al be-

- Dormí en un duro colchón durante nueve semanas y tengo casi nueve semanas de embarazo. Estoy bien Bemus - lo interrumpo.

- ¿Sabes el género? - pregunta con un brillo en los ojos.

Niego con la cabeza - No, lo podré sab...-dejó la palabra en el aire cuando Deo entra.

- Debes de comer, ve a comer Freya - me dice - Ella está bien, yo estoy aquí.

Mi estomago empieza a rugir ocasionando que me lo frote, veo a Sansa y asiento pensando que me regañaría sino alimento a su sobrino o sobrina. Salgo del cuarto seguida de Bemus, llegamos a la cafetería del hospital el cual está medio vacío.

Una mesa me llama la atención en especial por los tres atractivos hombres que ya hacen sentados, me voy en su dirección ocasionando que sus ojos se posen en mi. Toco mi vientre por inercia, saber que uno de ellos es el papa me llena de ego por alguna razón.

Me siento en el espacio que me hacen Giles y Nicholas, mi estomago empieza a pedir alimento.

- ¿Saben si venden algo extremadamente dulce aquí? - pregunto.

Doylestown ✔️(EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora