Harry ha estado un poco preocupado por la actitud y el comportamiento que Severus ha estado presentado en estos días y le ha preguntado unas cuantas veces en cómo se encontraba, pero él le aseguraba de que estaba bien, que solo era un poco de estrés con la planeación de las clases. En cuanto dijo eso, pues en una parte estaba siendo comprensible porque bueno, ser profesor de una materia tan compleja como lo es pociones pues era consciente de que su pareja tenía mucho trabajo, pero por otra parte se le hacía extraño porque literal tenía como novio a uno de los mejores pocionistas que tiene el mundo mágico, y las pociones para el deberían ser literal un juego para niños.
Justo ahora Harry estaba de camino a la oficina en el toque de queda por el hecho de que su actitud y comportamiento lo tenían intrigado y preocupado, por ello quería hablar con el para que le contara el verdadero problema, después de todo no le gustaba ver a su serpiente atormentada.
En ese momento estaba a punto de tocar la puerta, pero en eso empieza a escuchar varias voces en el interior, en eso se dio cuenta que ahí se encontraba la profesora Mcgonagall, Remus, por sorpresa estaba la voz de Lucius mientras que a su vez estaba la voz de Hagrid, estaba extrañado por ese tipo de reunión, así que preso de la curiosidad decidido quedarse a escuchar ya que las voces se escuchaban angustiadas, molestas y sobre todo mostraban cierto terror.
Minerva, ¿Cuánto tiempo crees que le queda estando ahí? --. le pregunto Severus,
No mucho, la última vez que lo vi, sus heridas estaban mucho peor y al parecer está al borde de la locura --. le contesto ella preocupada.
¡Tenemos que hacer algo! --. decía Hagrid exaltado por la preocupación.
El no merece esto, es decir, sé que ha cometido tantos errores e incluso a llegado a lastimar, pero esto lo que le está pasando...es demasiado --. decía Remus con la voz temblorosa.
Tranquilízate Remus...encontraremos la manera de salvarlo --. le dijo Lucius mientras que le daba algunas palmadas en su espalda.
Puede que no me caiga bien, pero no soy tan maldito como para dejarlo en esas condiciones y también me encuentro sorprendido en que la persona que según es la que podíamos confiar...resultara ser un horrible monstruo --. decía Severus severamente.
Harry estaba muy confuso e intrigado ante la conversación que se estaba teniendo los adultos, entonces sin poder aguantar decidió tocar a la puerta haciendo que el resto en el interior se sintieran nerviosos, entonces Severus fue a ver de quien se trataba, entonces al asomarse se llevó la sorpresa de verlo.
Harry --. decía Severus en voz baja mientras que se quedaba fuera de la oficina--. ¿Qué estás haciendo aquí?
Me preocupo tu actitud del día de hoy y vine a verte para poder conversar y que me expliques que es lo que te está pasando porque de verdad estoy muy preocupado por ti y también para que me digas quien es esa persona que está en peligro --. dijo Harry serio.
¿Estuviste escuchando? --. decía el mayor tenso.
Por supuesto, además creo que eso es lo que te ha tenido muy tenso en estos últimos días --. dijo Harry.
Harry, tengo que volver a la reunión --. Severus trataba de excusarse.
Bien me iré, pero mañana quiero una explicación de todo esto...sabes que desde que nos conocemos no hay secretos entre nosotros, es un pacto que tenemos --. dijo Harry serio.
Lo sé, y te prometo que te lo explicare todo mañana --. dijo Severus un poco rendido.
De acuerdo por ahora te dejare tranquilo --. dijo Harry antes de besarlo rápidamente e irse a su sala común.
Severus se estaba preparando psicológicamente y al mismo tiempo estaba pensando cómo le diría esta noticia a su pareja porque de verdad que es un asunto muy delicado, pero ahora que ya no puede ocultarlo pues ya no tenía la opción de no decírselo.
Espero que pueda soportar la noticia --. decía Severus mientras que volvía a entrar a la oficina con los demás y poder continuar con la reunión.
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Conociéndote en un poema (reescribiendo)
FanficHarry iba a la oficina del profesor Snape para recuperar el mapa del merodeador. Cuando estuvo buscando entre los documentos, en vez del mapa encontró un pergamino gastado y ante la curiosidad lo leyó. Jamás creyó en poder conocer el lado más frágil...