Cassie – Philadelphia
Fábrica, Dic 23:45pmToda la ilusión que teníamos hace un momento parece haberse esfumado con la misma rapidez con la que las nubes de nieve se amontonaron anoche. Cuando Micah regresa dentro, solo, el ambiente se tensa otra vez. Le contemplo preocupada, pero su rostro triste y apesadumbrado me hace ver que no ha logrado convencer a Nevi para quedarse.
No entiendo por qué no quiere celebrar la Navidad con nosotros. ¿Es que no le gustamos? Nevi siempre se ha portado bien con todos, preocupándose, haciéndonos reír, manteniendo a raya a Nee y protegiéndonos de todo tipo de criaturas. Ha arriesgado su vida muchas veces por nosotros. ¿No es eso lo que hacen las familias? Entonces, ¿por qué se ha ido?
Lanzo una mirada interrogante a Byron y este me hace un gesto con la mano para que me acerque. Sin apartar la mirada de Micah, me acerco a Byron hasta quedar a su lado. Sin decir nada, mete la mano en el bolsillo de su abrigo, el cual cuelga del respaldo de una de las sillas del comedor, y saca de él un paquete fino y rectangular envuelto en un papel de regalo de color verde oscuro.
—¿Es para mí? —pregunto emocionada, recuperando la ilusión de golpe.
Pero Byron se encarga de hacerla desaparecer.
—Dáselo a Abel.
Le contemplo dolida, pero él aparta la mirada de mí y me hace un sutil gesto con la cabeza y elevando las cejas, conminándome a seguir sus mirada, y mis ojos se topan con Abel. El niño está sentado junto al árbol de Navidad, abrazando sus rodillas, con la vista fija en sus pies. Luce triste y decaído. Y está solo.
Abel es un niño muy dependiente de su hermano, y cualquier pequeña falta de tacto por su parte puede generar en él todo tipo de inseguridades; algo como la forma tan abrupta en que ha dejado colgado antes a Aby para ir tras Nevi. Lo busco con la mirada y lo encuentro hablando con Caleb al fondo de la sala, casi a los pies de las escaleras. Ambos lucen también bastante decaídos: uno no puede celebrar la Navidad con su familia, y el otro ha herido los sentimientos de la única que le queda.
Asiento conforme y tomo el regalo de manos de Byron. No necesito un regalo, me basta con poder hacer que al menos uno de nosotros disfrute de estas fiestas. Mientras camino despacio hacia Abel, me pregunto qué le habrá comprado Byron. No es que ellos dos hayan hablado mucho... No es que Abel haya hablado mucho con nadie aparte de con Micah y conmigo.
Ojalá eso cambie pronto.
Cuando llego a su lado, el pequeño levanta la cabeza al notarme parada frente a él. Me observa un instante pero luego encoge el cuello y me rehuye la mirada, como si temiera estar haciendo algo mal. Le sonrío abiertamente y estiro ambos brazos hacia él, obsequiándole el regalo en mis palmas abiertas.
—Feliz Navidad, Abel.
El pequeño albino me observa confundido. Primero mira el regalo en mis manos, después a mí, luego de nuevo al regalo y de nuevo a mí. Le asiento ensanchando mi sonrisa para que no tema, y finalmente toma el regalo lentamente.
—Byron lo ha comprado para ti —le confieso, sentándome a su lado con las piernas cruzadas.
Abel levanta la mirada del regalo, confundido, y luego sus ojos rosas vuelan hacia Byron, que está sentado en una de las sillas y acaricia cariñosamente a Keeper. Algo me dice que nos está observando de reojo, porque si lo hiciera de una forma más evidente, Abel se sentiría intimidado. Sin embargo, el niño parece muy confundido; como si en su cabeza la idea de que un adulto pudiera ser tan considerado fuera... inconcebible.
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HUNTERS ~ vol.2 | COMPLETA
ParanormalHabiéndose revelado sus respectivos pasados, Byron y Nevi consolidan su alianza. Sin embargo, el plenilunio se acerca, y la situación de Caleb no augura nada bueno. Por otro lado, ambos cazadores saben que no podrán quedarse en Philadelphia para sie...