2. Una nueva situación - Nevi

338 60 66
                                    

Nevi - Philadelphia
Fábrica abandonada, Nov. 12:50pm

No puedo recordar la última vez que soñé cosas agradables.

Días pasados con mis hermanos; momentos felices y fragmentos de nuestra vida que al despertar no me traen recuerdos amargos, sino más bien una sensación de calma y dicha.

Pero, a la vez, algo no está bien. Algo parece fuera de lugar y aquello consigue despertarme en mitad de uno de aquellos sueños.

En lo que las imágenes se disipan y mis sentidos regresan a la vigilia, intento averiguar qué es lo que está mal. No lo consigo hasta que abro los ojos y caigo en cuenta de que el ángulo de mi visión es diferente del que acostumbro ver al despertar.

Ver todo de costado me sobresalta, y más lo hace el hecho de que tengo la cabeza sobre una almohada y una manta encima, en la cual me encuentro enrollado y acurrucado como un bebé.

Me levanto de golpe, y me doy cuenta de que estoy recostado en el colchón de Nee, sin memoria de cómo fue que terminé ahí. El estupor mañanero no me da para mucho más que mirar a mi alrededor sin entender nada.

—¿Nee...?

Le encuentro por la orilla de mi visión, sentado a su escritorio, mirando un aparato electrónico pequeño a través de una lupa de trabajo.

—Caíste allí tu solito. Yo solo tuve que empujarte un poco —explica sin mirarme y sin romper la concentración que le mantiene absorto en su tarea—. Tu sueño se ha vuelto más pesado.

Su comentario provoca que me tense, pues tiene razón. Parece que me he relajado demasiado el último tiempo... Cada vez me cuesta menos dormirme, y lo hago más profundamente.

Empiezo a revisar en mis recuerdos y poco a poco regresan a mí las piezas de la noche anterior, mediante las cuales voy reconstruyendo las escenas.

Anoche cuando vine a hacerle la última visita para asegurarme de que estuviera bien, le encontré ya dormido y me senté a su lado en el colchón a vigilar su sueño. Supongo que estaba tan cansado después de haber pasado todo el día haciendo preparativos, la noche haciendo guardia, la cacería del vampiro y la pelea con Byron, que claudiqué apenas mi cuerpo encontró una posición cómoda.

Más importante, ¿qué hace él en pie?

Le disparo un gesto ceñudo, en reproche, en cuanto caigo en las implicancias de la otra cosa que acaba de decirme.

—¿Eres idiota? No tendrías que haberme movido. No deberías hacer esfuerzos en tu estado.

Tuerce un gesto, todavía sin mirarme.

—¿Cuál estado?

Muevo la cabeza.

Pero, por encima de eso, me tranquiliza ver que ha podido levantarse por su cuenta.

Después de sacar los pies de las mantas, estiro los brazos para desperezarme. El ambiente está frío y tiemblo un poco. Pese a que no es mi costumbre dormir de esta manera, el haberlo hecho aunque sea por una vez, posiblemente por tan solo por unas pocas horas, hace que me sienta increíblemente descansado; como si cada músculo de mi cuerpo se hubiese acomodado en su lugar correcto, como hace mucho no lo estuvieran.

Al momento de incorporarme y girar para salir de la cama, lo observo por otro instante, en busca de signos que contradigan su aparente mejoría.

—Nee... ¿cómo estás?

HUNTERS ~ vol.2 | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora