45• Pero es el fin.

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Mantengo mis manos presionadas entre mis piernas mientras observo uno a uno los rostros de los chicos con los que convivo. Fuera, la noche es intensa y cálida a pesar de tener una diferencia mínima con las temperaturas invernales de esta época, la primavera se está haciendo espacio poco a poco. Jinyoung está intentando lucir relajado bajo la única luz de la lampara de la sala, manteniendo la calma ante los ansiosos ojos de un Matthew Pattien con ambas cejas elevadas, esperando que comencemos a hablar luego de haberle dicho que debíamos conversar sobre algo importante.

Por otro lado, Oliver tiene ambos brazos cruzados sobre su pecho, al igual que una de sus piernas sobre la otra, relajado sobre el respaldo del diván, esperando con paciencia que soltemos la bomba, tranquilo de no tener que lidiar con la ansiedad de una nueva noticia porque, bueno, ya se lo he dicho. En la otra punta del sofá, a la izquierda de Pattien, Youngjae intercala toda su atención de mí a Jinyoung, de Jinyoung a Jabeom y Jaebeom a mí. Finalmente, éste último está ubicado tranquilamente a mi lado en el sofá individual, tensionado hasta los nervios porque, Jinyoung, lleva varios minutos parado en el espacio vacío que nos separa, depositando todo el peso de su cuerpo en sus manos, que descansan en la punta de nuestros respaldos, moviendo sus dedos impacientemente.

Típico Pattien, harto de tanto bla bla bla silencioso y suspenso, encorva su espalda hacia adelante, colgando sus muñecas en sus rodillas, dejando que todo su torso se recargue sobre sus ante brazos.

—Si no hablan en dos segundos, comenzaré a alterarme —sonríe, consciente de que sabemos cuán falsa es esa mueca en sus labios.

Mis palmas sudan en la presión de mis huesos. Me muerdo el labio al divisar por el rabillo del ojo la espalda de Jinyoung enderezarse con tal propiedad que aparenta no estar muriéndose del miedo. Inevitablemente doblo mi cuello para admirarlo en el momento justo en el que parpadea inseguro y roza la punta de su nariz con su pulgar en un acto reflejo de expresarse todavía más despreocupado.

—No he hablado con ninguno sobre lo que ocurrió ayer en la mañana. Cuando decidí irme.

—Sin avisar —añade Pattien.

Jinyoung le clava los ojos, y quiero reírme, nunca pensé que el más pequeño de esta sala podría imponerle tanto respeto y hacer temblar el cuerpo de Park Jinyoung.

—Sin avisar —repite Park entre dientes.

—Supongo que la travesía de suicidarte y fallar en el intento te ha dejado agotado —continúa el castaño.

Jinyoung queda mudo. Mientras tanto, al no recibir una respuesta inmediata de su amigo mayor, Matt sonríe de costado, más relajado que de costumbre, vuelve a recostar su espalda sobre el sofá y ahora se inclina levemente hacia su lado derecho, dejando que su brazo repose sobre el respaldo acolchado. Su comisura no tiene intenciones de volver a su lugar, sin embargo, a sus ojos no llega ningún tipo de felicidad y sus pupilas están tan pequeñas que, incluso con la poca luz, se puede apreciar el dulce y claro color almendra que las rodean.

Nunca he mirado a Pattien como algo más que una especie de hermano o amigo lejano que poco a poco se convierte en alguien más cercano, desde donde se pueda porque, llegar a él no es de las cosas más fáciles del mundo; no obstante, tal pose, acompañada con esa actitud tan demandante y segura que clama "Soy dueño de este maldito lugar y eso también te incluye a ti, Park Jinyoung", logrando que incluso el mismísimo Señor Controlador y "tengo la razón en todo" caiga con tanta facilidad a sus pies, me deja sin aire.

Quiero observar al hombre que me ha cortado la respiración solo con recordar su rostro o el tono de sus palabras durante años, pero justo ahora no puedo. Matthew luce como un completo lunático, si se digna a ir por la vida con esa actitud, solo con cada línea de su rostro grita que no es alguien con quien es conveniente tener problemas. Casi no puedo creer que una vez que logras conocerlo un poco mejor es un ser que parece tan... inocente.

Las reglas de un corazón roto. #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora