Mi cruel obsesión《+21 》(borrador)

C U A T R O

KAIDEN

Unos golpes sonaron fuertemente en mi habitación creando un leve eco, sintiéndose casi como patadas en aquella puerta, cuando dejé mi ropa encima de mi cama del hotel para ir a abrir.

Me había sacado la camiseta y me había quedado en los vaqueros del vuelo mientras ordenaba para dejar todo listo e irme a algunas juntas o reuniones opcionales de este nuevo hotel hecho por Rouge & Crivain.

Abrí la puerta esperando que fuera alguno de los botones o incluso alguien avisandome que se me había olvidado alguna reunión importante cuando asome al ojo de la puerta donde vi a Pax con sus ojos azules eufóricos cagado de la risa sin parar de pegarle a la puerta que ya parecía romperse.

—¡Ábreme, Rapunzel!—aulló todavía riendo cuando abrí la puerta para dejarle entrar. Ni sabía que hacía acá ya que su habitacion estaba al lado de la que estaba en frente mío y habíamos quedado que nos veríamos en el lobby para irnos al centro de Miami. Pero no, aquí estaba el tocándome los cojones nuevamente.

—¿Que quieres?—espete yendome a seguir con mi tarea de guardar mis camisetas y pantalones en las cajoneras sin olvidar de colgar mi traje en el guardarropa frente al baño para la gala de esta noche. La gran gala donde corporaciones y grandes empresas se juntan únicamente para hacer más negocios y más pasta. A Pax le encantaba.

—Te vas a mear por lo que te contaré.—estaba ansioso cuando corrió hacia mi cama perfectamente estirada y se tiro encima cuando volteo y se apoyó en uno de sus codos para mirarme mientras terminaba de ordenar.

—Suéltalo.—exclamé un poco sacado de lugar y ya curioso por lo que me tenía que decir. El sabía que si no era nada importante era mejor dejarme solo junto a la soledad ya que si era una broma o algo así, el terminaría con unos moretones bien lindos en su pálida piel.

—La chica del avión. La que estaba de bien hot contigo hace unas horas esta aquí.—río a carcajadas cuando abrí los ojos de par en par. Imposible.—La encontré en el elevador, ¡y adivina QUE!
»Su cuarto... ¡ES EL DEL FRENTE!

Se cayó a carcajadas resbalando por el bordillo de mi cama mientras yo seguía impresionado viendo como se caía de cara al suelo par después levantarse todavía con una pizca de vergüenza. Simplemente un gilipollas.

—Perdón. Perdón. Es que me hace mucha gracia.

Pero, ¿Carmín? ¿Aquí?

«Imposible.» pensé a mis adentros aunque no lo era.

Los hoteles R&C estaban ardiendo en furor en todos lados últimamente. Y ella iba en el vuelo a Miami. Tal vez por coincidencia se quedo acá con su familia o con la mirada que sea. Pero estaba acá, y no solo aquí. Si no, en frente mío.

Abrí mis ojos de par en par cuando intentaba procesar la información que me había dado. Agarré la maleta y la guardé en el guarda ropas cuando volví y el se seguía meando de la risa.

—¿Carmín?—caí en conciencia nuevamente de que si. La vi en el avión, la bese y ahora estaba en mi nuevo hotel. ¿Que hacia acá? ¿Me había seguido?

«No»

—¿Ella es Carmín?—preguntó Pax esta vez callándose por un segundo razonando que ya le había contado que me había follado a alguien llamada Carmín como el color.—Wow... si que tenía unos ojazos.