KAIDEN
Creo que lo mejor de la noche fue ver como sometía a Carmín. Nada había sido tan sensual que sus gemidos por mi o en como recibía mis caricias.
Pero hasta ahí tenía que llegar. Y nuestro trato era follar, así que me levante y baje como si nada hubiera pasado.
Salí de la habitación cuando casi me di el infarto de mi vida viendo a la hermana de Pax cruzada de brazos en el pasillo mientras comía de un pote de Nutella con una cuchara grande.
—Joder.—espeté cuando me miro.
—No hay muros en la costa, soldado.—hizo un saludo militar que me pareció infantil al igual que la actitud de su hermano mayor.—Su misión en la búsqueda de oro entre las piernas de mi mejor amiga ha concluido exitosamente.
—¿Que mierda les dieron cuando pequeños? ¿Cianuro?—pregunté cuando soltó una carcajada u me golpeó en el hombro.
—Son 100 dólares por la guardia.
—Estas loca.
—Mi cuenta bancaria esta a nombre de Asfil Rose Dashner.—sonrió cuando se despidió como un amigo.—Nos vemos viejo.
«Rara.»
Sacudí la cabeza bajando mientras me convencía de que este había sido el mejor pólvo en años que había tenido. Joder, sus marcas, la muy maldita me marco y me encanto. Su forma de arrebatarme el control me volvía loco y no de la buena forma, quería demostrarle quien mandaba en nuestro trato.
Su loción seguía en mi piel cuando baje las escaleras evitando a la gente. A lo lejos divisé a Kyle con mis suegros con cara de pánico total, seguramente les estaría amenazando nuevamente con el local que dirigía y sus prácticas sexuales.
Sonreí y fui por una última copa antes de irme de esta mansión. Mi objetivo aquí fue cumplido y ya no tenía que hacer.
—Bebé... no tomes más.—me susurró Fran a mis espaldas. Ignore su voz y la amenaza de su padre en mi cabeza, que aunque me daban ganas de sacarle la mierda a ese viejo, me convenía todavía conseguir aquel puesto en Brasil con su ayuda.
Sonreí insatisfecho. Ella sabía que le odiaba desde que se "embarazó" pero si no quería que siguieran los problemas con su papi debería por lo menos no lanzarle palabras crudas con la morena.
—Me encanta cuando tienes ojos para mi.—susurró cuando se pegó a mi brazo pero lo sacudí sacándola de encima.
—No malinterpretes mi amabilidad con coqueteo.—le susurré sonriéndole a su padre a lo lejos que nos miraba.—A veces estoy de buen humor.
«Por víbora.»
El muy malnacido Apert nos elevó la copa en forma de brindis y se lo devolví descaradamente.
Marque el número de Pax por lo bajo mientras me alejaba de la morena que pensé que se tiraría a llorar.
—Buenas noches mi general.—contestó estúpidamente.—¿Sabes que estamos a treinta metros?
—Si.—contesté mientras mis ojos se desviaron a la dueña de mis pensamientos que bajaba por las escaleras con su ropa bien puesta o por lo menos arreglándosela como desesperada y su pelo tomado nuevamente.—¿Quieres irte a Brasil?
—Me molesta que me preguntes.—contestó enojado cuando sonreí a mis adentros.—Por supuesto que si.
—Nos vamos la próxima semana.
Vacaciones de familia mi mierda. Puesto de trabajo, me importa un coño.
Tiempo acorralando a Carmín... me interesaba.
ESTÁS LEYENDO
Mi cruel obsesión《+21 》(borrador)
Romance"Como los drogadictos aman a las drogas, como los asesinos son adictos a sentir la sangre entre sus dedos, como los alcholicos dependen del licor. Así es como me siento alrededor tuyo, adicto y obsesionado por ti..." -Kaiden Rouge. *** Carmín Crivai...