𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝟐: 𝐮𝐧 𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐝𝐢𝐚𝐛𝐥𝐨KAIDEN
La polla me dolía, más que nunca. Pero no permitía que jugaran y que no saliera victorioso. Hubiera dado lo que fuera por haberla follado hasta que sus piernas fallaran, pero lo haría a mi manera y cuando a mi se me diera el momento.
Las cosas no iban a su gusto.
Por otro lado verla así de indefensa cuando se hacía pasar por alguien que se las podía sola prendió algo en mi y no dudé en ir a partirle la cara y amenazarle al tipo que se atrevió a ponerle un dedo encima y a marcar su cremosa piel que no haya sido dándole placer.
Y el detonador de la noche fue verla bailando con su padre, podía ver como algunos tipos de por ahí esperaban alrededor y cuando vi a uno pararse en su dirección no dude en posarme por detrás a esperar que se diera vuelta y agárrala como lo hice descaradamente frente a todos.
Bailaba de maravilla y que le haya dedicado unas frases totalmente correctas la saco de contexto casi derritiéndose en mis brazos. Es y será la mujer perfecta para la propuesta que le di.
Francesca era otro tema. Si era una loca y no estaba mintiendo. A los veinte me la tiré sin ataduras pero resultó ser una loca obsesionada intentándome atarme. Pues no resultó. La ceremonia por mucha suerte fue en el civil con su madrina y yo ni padrino me conseguí cuando me ato legalmente a ella.
Para dar una idea, no cogía con ella desde aquella noche y después de una pelea imitó que tuvo un aborto espontáneo por estrés cuando jamás estuvo con un hijo mío dentro de ella. No lo soporte y me las di de ganador yendo por la vida con mujeres, donde retome las cosas con Annette, las chicas que estuvieran dispuestas, y actualmente empezaría con Carmín.
La idea del trato no iba nada mal. Su prima no se enteraría ya que Carmín no permitiría que de enterara lo caliente que era por mi y yo no me cagaria la imagen de empresario. Y por otro lado, podría follar con ella y saciarme las veces que quisiera sin arriesgar mi puesto de socio con su padre.
Salí de la ducha helada que me di para bajar los humos aunque no sirvió de nada. Seguía duro como piedra, pero tampoco podría perder el orgullo que tenía en cruzar el pasillo y hacerla mia como en la fiesta de hace unos días.
Para tal vez su salvación ella se iría mañana a Los Angeles nuevamente, pero lo que no tenía en cuenta era que le tenía planes totalmente diferentes.
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—Señor, ¿le puedo ofrecer algo más?—preguntó la mujer de recepción cuando negué con la cabeza mientras bajaba las gafas de sol que traía en el cabello. El viaje ya había concluido el día siguiente y debería volver a Los Angeles al igual que mi socio para seguir con los negocios en la oficina.
Me fui con Pax hasta el aeropuerto y abordamos el avión en primera clase sin detenerme en divisar a nadie, ni a la víbora que si veía explotaría mis pantalones. Pase las horas bebiendo como borrachos hasta llegar a California donde lo que menos pretendía estaba ahí.
En el viaje ojeé unos nuevos proyectos de hoteleras y centros de publicidad en diseño gráfico llamándome la atención una nueva sucursal Apert en Brasil y otra en Dubai.
Bajé arrepintiéndome de no haber preparado mi jet privado. Un bebe no se calmaba atrás mío en primera clase y me tenía con la cabeza a reventar.
Algo que me sacó de lugar.
Francesca estaba esperando con su perro que parecía un ratón blanco en brazos mientras aleteaba como rara. No sabía como podía tener tanta fuerza de voluntad cuando ya me había encontrado cinco veces con mujeres en distintos lados.
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Mi cruel obsesión《+21 》(borrador)
Roman d'amour"Como los drogadictos aman a las drogas, como los asesinos son adictos a sentir la sangre entre sus dedos, como los alcholicos dependen del licor. Así es como me siento alrededor tuyo, adicto y obsesionado por ti..." -Kaiden Rouge. *** Carmín Crivai...