V E I N T I C I N C O

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CARMÍN— PARTE II

¡¿Que?!

—Y como el no está disponible para matarte a hostias por poner tu boca en su chica....—me miró y volvió a la multitud.—Estás condenado a la carrera. Contra mi.

Hombres agarraron a Juca por los brazos y este de agitó pero la gente comenzó a gritar de emoción por lo que se venía. Todos comenzaron a caminar hacia la carretera a unos metros de la playa.

Esto no podía estar pasando.

Kaiden era el único que haría esto y ni la cara podía dar. Esta era su idea, el estaba planeando esto y me vio cuando Juca me besó. O Salem, como había dicho Asfil, estaba vigilándome.

Corrí tras la muchedumbre donde habían dos motocicletas honda cbr 600 esperando. Entre en pánico ante lo que podía pasar, era muy probable en las competencias que uno saliera muerto, y Salem se veía experto en el tema.

Vi un casco tirado y me amarré el cabello antes de ponérmelo. Me saque mi sudadera y quede en el top de encaje más mi falda. Solo la gente que conociera bien mi cuerpo me podrían reconocer.

Juca estaba temblando, Salem ya arriba de la moto negra cuando tire de la camiseta de Juan Carlos sin decirle nada donde tambaleo pero el pánico en sus ojos era evidente.

La gente gritó con mas emoción y Juca salió corriendo de ahí sin siquiera preguntarme. No me reconoció por el pavor que tenía.

—¡Agárrenlo!—gritó Salem pero me apuré en subirme a la moto roja ignorando las quejas del tatuado.

—No. Yo pagare su castigo.—dije sin levantar la vista negra de mi casco. Una sonrisa retorcida se dibujó en la cara de Salem Death que me heló por completo.

—La chica del demonio...

—No me llames así, mal nacido.—espeté y me apoyé en una pierna al suelo mientras probaba los controles.—¿Donde esta?

—¿Quien? ¿Tu amado?

—Donde está.

—En la cárcel, mi querida.

Debería de ser una broma.

Mi pulso se congeló al igual que mi cuerpo, por un momento la respiración se me cortó. ¿Kaiden estaba en la cárcel? Como era eso posible... Dios mío.

—Mentiroso.

—Soy de todo, bonita. Menos mentiroso.—río sin preocuparse.—El fue el atacante de Tom Grimm, y la policía le agarró. Mala suerte que pude escapar antes de que a mi igual me llevaran. Sabes, el olor a sangre de ese abusador es exquisita.

No sabía que decir. No tenía palabras. Me había quedado en blanco por completo y en un lío más grande del que pensaba.

—Y yo, como buen amigo o tal vez porque me pagan, estoy a su disposición. En cuidar lo que es de el.—me recorrió con su mirada.

Salem estaba mintiendo. Kaiden o no estaba en la carcel, el no arriesgaría su imagen de tal manera. Siempre habla de ella y...

Pero todo calzó...

«—Kaiden quiere verte, de verdad. Pero no puede.»

«—No es cool. Te digo la verdad, Carmín.—confesó.—Esta metido en... en algo que debe arreglar, pero te buscará luego de eso. »

«—No hagas cosas que te arrepientas luego. El... el está desatado, sin límites. Pero te verá cuando pueda.»

«—Si Tom es genial peleando, ¿quien le dio esa paliza?

Mi cruel obsesión《+21 》(borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora