O N C E

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RECORDATORIO QUE ES UNA NOVELA DE +21

CARMÍN

Kai y sus pendejadas. No sabía a cual odiar mas.

Estuvo a centímetros de partirle la cara a mi tío cuando le encontré tenso de pies a cabeza al igual que cuando le conté quien me había hecho las marcas de mi cuerpo.

Gracias al cielo esta semana desparecieron las marcas moradas y amarillentas que dejó Tom a puntas de sesiones de hielo, elevación de mis extremidades, cremas de aloe vera y todo esto promocionado por Faith.

En la semana tuve la oportunidad de verlas y fuimos a casa de Faith para informarle lo retorcido que fue el dichoso viaje. Asfil por su parte comentó que se vio nuevamente con Demian, el moreno con el septum amigo de su hermano y que le gustaría salir con nosotras con pareja.

Pueden imaginar la risotada que se me salió en frente cuando planteo la idea.

Y ahora estaba acá. Asfil se coló a la junta familiar con la excusa de que el hambre era hambre y que jamas se perdería tanta comida y licor como este, mientras que Irina, mi prima y desgraciadamente la hermana de Fran, se reía de nuestros comentarios.

No podía dejar de observar a Kai metido en un traje azul con camisa abierta dejando a la vista escasos trazos de tinta en su piel mientras hablaba con otro señor. Y a su esposa desgraciadamente.

Estaba siendo una zorra, y no solo por mantener contacto físico con un hombre casado, si no que además era el esposo de alguien de mi familia.

«Primero tú, y después el mundo.»

Maldito subconsciente con frases de libros que no encajan para nada en el momento.

—Anda.—me susurró Asfil, pero negué. Tenía orgullo y aquello de que me ignorara luego del viaje no ayudaba a mi ego.—Pórtate mal... pásalo bien, borra evidencias y, ¡niégalo todo!

Reí mirándola mientras le daba otro sorbo inocentemente a su copa. : —No se como tienes tanto control. Yo lo veo y ya se me para una teta.

No pude evitar soltar una carcajada sonora cuando Irene se atragantó con su soda. Tenía quince y seguramente no conocía a Asfil y a su humor Dashner.

—¿Eso es posible?

Ahora yo me atraganté.

De reojo pude ver como mi prima volvía al acecho de Kaiden y la sangre me hirvió a pesar de que intenté reprimirlo.

«¡Calmate joder!»

Agarré mi vaso y lo dejé en la mesilla cuando subí a refrescarme a mi habitación. Los tacones resbalaban contra el mármol del suelo pero eso no evitó que llegara rápido a la segunda planta yéndome a la segunda puerta a la derecha donde estaba mi habitación.

«Mente fría.»

Observe las prendas en mi comoda que me había probado antes de que el revuelo comenzara. Mi alisadora en el suelo y todo tal cual lo deje. Traté de controlar mis impulsos hormonales pero sintiendo el perfume de el hasta acá no ayudaba.

Unos gritos me sacaron de contexto.

Apague las luces acercándome sigilosamente a las escaleras donde provenían estos.

—¡Juras que ahora por una amenaza de tu padre dejare de tocarte los cojones!—era la voz de Kai.

—Kaiden, cálmate.—ordenó otra voz masculina cuando me incline era el señor con ojos azules que estaba antes con el.

Mi cruel obsesión《+21 》(borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora