Romance medieval.

Cap.15 Pasos en la U.A

Izuku se despertó con un sobresalto, la emoción le recorría cada fibra de su ser. Hoy no era un día cualquiera; era su primer día en la prestigiosa U.A., la academia de magia que había soñado con asistir desde que era un niño.

Con movimientos rápidos y precisos, se vistió con un camisón y pantalón.

El desayuno fue un asunto veloz, apenas saboreando la comida mientras su mente ya corría por los pasillos de la U.A. Salir de casa nunca había sido tan rápido, y el camino hacia la institución, un trayecto que normalmente disfrutaba, pasó en un abrir y cerrar de ojos.

Al llegar, la magnitud del edificio lo abrumó por un momento, pero la urgencia de encontrar su salón, el 1ro A, lo impulsó a moverse. Recorrió pasillo tras pasillo, cada uno adornado con trofeos y reconocimientos de antiguos alumnos, hasta que finalmente, entre el mar de estudiantes, encontró una cara familiar.

Bakugou, su amigo estaba en medio de una acalorada discusión con Iida. El motivo eran las piernas de Bakugou descansando con desdén sobre el pupitre. Izuku se acercó, listo para intervenir, pero antes de que pudiera decir una palabra, una figura se abalanzó sobre él.

Era Uraraka, con los ojos brillantes de gratitud.

Uraraka: ¡HEY!

Exclamó la muchacha.

Uraraka: ¡Gracias por salvarme durante la prueba de admisión!

Su voz era un susurro emocionado, pero para Izuku, resonó más fuerte que cualquier hechizo. La imagen de la criatura mágica gigante que había enfrentado para protegerla aún estaba fresca en su memoria.

Fue un acto reflejo, un instinto de protección que ni él sabía que poseía.
Con una sonrisa tímida, Izuku asintió, aún sin palabras. No necesitaba reconocimiento; saber que había hecho lo correcto era suficiente para él.

Pero en ese momento, rodeado de sus compañeros, sintió que realmente pertenecía a ese mundo mágico. Y así, con el corazón lleno de nuevas esperanzas y sueños.

Uraraka: ¡Uraraka Ochako! Un gusto.
Izuku: Estoy sumamente agradecido por haber alcanzado a salvarla, Midoriya Izuku, un gusto.
Uraraka: ¡Izuku! ¿No es emocionante? Nuestro primer día en la U.A. ¡Y pensar que vamos a aprender magia de verdad!
Izuku: Sí, es increíble, Uraraka. Aunque estoy un poco nervioso, no puedo esperar a ver qué nos espera.
Uraraka: ¡Vamos a hacerlo genial! Tienes que mostrarme cómo hiciste esa técnica durante la prueba de admisión.

De repente, la puerta se abre con un chirrido y entra Aizawa Shota, su expresión cansada contrasta con la energía de la sala.

Aizawa: Buenos días. Soy Aizawa Shota, su profesor de la clase A. No esperen que les haga la vida fácil. Aquí, en la U.A., entrenaremos duro. Y si no pueden seguir el ritmo, serán expulsados.

Los estudiantes intercambian miradas nerviosas mientras Aizawa comienza a explicar el entrenamiento de resistencia que tendrían en el jardín.

Aizawa: Tienen una hora para completar el circuito. El último en terminar... se puede considerar fuera de la U.A.

Todos comienzan con determinación, pero Izuku lucha para mantenerse al ritmo. A medida que el tiempo avanza, se hace evidente que él es el último. Y es que el chico podía ocupar su magia solo por media hora, aún así estaba haciendo todo lo que podía en su lugar.

Aizawa: Midoriya, parece que no eres apto para estar aquí.

Izuku, con la respiración entrecortada, se detiene un momento. Levanta la vista hacia Aizawa, una determinación férrea en sus ojos.