Cap.16 Clases duras.

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En la alborada, Izuku se precipitó al despertar, pues el sol ya ascendía en el cielo y él había olvidado ajustar su reloj de arena para la alarma. Con la urgencia de un caballero tarde a la batalla, corrió hacia la academia. Ya no tenía ni tiempo de despedirse de su madre ni padre.

Al cruzar el umbral del salón, encontró a Iida y Kacchan enfrascados en una disputa, un espectáculo que parecía convertirse en cotidiano.

Uraraka lo recibió con una calidez que desmentía el frío de piedra de las paredes del aula. Se sentaron juntos, y tras un breve intercambio, Iida se unió a ellos, dejando atrás su contienda.

Uraraka: Izuku, ¿me acompañarías a la cafetería?
Izuku: Por supuesto, aunque nunca antes había pisado una.
Uraraka: ¿Y eso?
Izuku: Las burlas eran tales que prefería la soledad del jardín.
Iida: ¿Quién te molestaba? ¿Y los maestros?
Izuku: Los chicos de mi antiguo salón. Los maestros, ciegos a mi dilema y Kacchan era el único que me defendía.
Iida: ¡Qué negligencia!
Uraraka: Mi querido Midoriya, ahora solo seremos los mejores amigos, te haremos sentir cómodo.
Izuku: ¡Por supuesto! Su compañía es de mi agrado chicos.

La cafetería era un reino de orden y sabor, donde incluso un héroe conocido blandía la espátula como su arma. Izuku desempaquetó su bento, obra de su madre, y aunque le había instado a cuidarse, su corazón se henchía de gratitud por aquel gesto materno.

Tras el almuerzo, donde Izuku se deleitó con su amado katsudon, se dirigieron al salón para reconocer a los distintos maestros.

Por otra parte en los albores de la mañana, Toshinori se levantó con el canto del gallo, una costumbre que se había arraigado en su rutina diaria. Ese día, le tocaba impartir la lección en lugar de Aizawa, quien se encontraba enredado en asuntos burocráticos. A pesar de la familiaridad de la tarea, un cosquilleo de nerviosismo recorría su ser, pues su capacidad para mantener su forma heroica estaba limitada a tres horas.
Vistiendo su traje, se refugió en su oficina para repasar lo que diría a sus pupilos.

Por mientras pensaba en que hacer, las clases seguían dando su curso, ahora los jovenes se llenaban de conocimiento con la clase de Present Mic.

Present Mic: ¡Saludos, jóvenes pupilos! ¿Cómo se encuentran en esta tarde radiante?
Todos: ¡Buenos tardes!
Present Mic: Hoy daremos inicio a nuestras lecciones de inglés. Ustedes son muchos, pero confío en que juntos disfrutaremos y aprenderemos

Mic se encargaba de dar una buena clase, era conocido como un profesor enérgico que estaba absolutamente comprometido en el manejo de idiomas.

La clase resultó ser un éxito, todos estaban sumamente concentrados y agradecidos con el hombre, se despidieron y siguieron con la otra clase, aunque pasando aquella clase no se esperaban lo siguiente:

La tarde avanzó con la promesa de más aprendizaje hasta que Toshinori irrumpió con su presencia imponente.

Toshinori: ¡Jóvenes héroes! Hoy estoy a cargo de la clase, es un favor que le hice a su profesor jefe, mi buen amigo Aizawa Shota, Vístanse con sus armaduras y prepárense para la batalla de héroes contra villanos.

La llegada del rey All Might al salón de la clase 1A de la U.A. fue recibida con una mezcla de asombro y reverencia por parte de los estudiantes. Sus ojos se abrieron con admiración, y algunos incluso se pusieron de pie, como si el mismo espíritu de la caballería les instara a rendir homenaje.

Murmullos de emoción y respeto llenaron el aire, y no faltaron aquellos que intercambiaron sonrisas cómplices, compartiendo la emoción del momento.

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