El sol apenas comenzaba a asomarse por el horizonte, bañando el reino con su cálida luz. Toshinori se despertó con una sonrisa en su rostro, sintiendo una energía renovada que parecía emanar de cada rincón de su ser. Se estiró ampliamente, sus músculos respondiendo con entusiasmo al nuevo día que prometía alegría.
Se vistió con sus elegantes ropas,
Notando como sus músculos resaltaban más, apretándose, necesitaba otro tipo de ropa, nunca supo cómo pegó tanto el estirón.Al bajar a las estancias principales del castillo, fue recibido por el alegre bullicio de las sirvientas, quienes con destreza y cariño preparaban un festín digno de la realeza. El aroma de pan recién horneado, frutas frescas y un sinfín de delicias llenaba el aire, prometiendo un desayuno que deleitaría incluso al paladar más exigente.
Su madre Nana, lo esperaba en la gran mesa del comedor con una sonrisa radiante que reflejaba la buena nueva noticia que tenía para compartir.
Nana: Toshinori, mi querido hijo.
Comenzó ella.
Nana: las noticias no podrían ser mejores. La población de nuestro reino ha incrementado, signo de la prosperidad y paz que juntos hemos logrado fomentar.
El corazón de Toshinori se llenó de orgullo y gratitud. Sabía que cada día era una oportunidad para servir a su gente y contribuir al legado de su familia. Con el corazón hinchado de esperanza y el estómago listo para el festín, se dispuso a comenzar el día con el pie derecho.
Toshinori: Entonces ¿no crees que deberíamos de celebrar de alguna forma mamá?
Nana: Yo creo que es hora de que visites a los más jóvenes de nuestro reino. Los bebés de la nueva generación de pueblerinos necesitan ver a su rey.
Toshinori: ¿Tan pronto? Apenas han pasado unas semanas desde su nacimiento.
Nana: Precisamente por eso. El pueblo necesita saber que su rey se preocupa por cada ciudadano, sin importar su edad. Además, es una tradición que fortalece el vínculo entre la corona y el pueblo.
Toshinori: Entiendo, madre. Prepararé visitas para mañana mismo. ¿Hay algo especial que deba llevar o decir?
Nana: Tu presencia, unos regalos y una bendición sincera serán suficientes. Ellos recordarán este gesto por el resto de sus vidas.
Toshinori: Lo haré con gusto. Gracias por recordarme mis deberes, madre.
Nana: Siempre es un placer, hijo. Tu compasión y sabiduría son los pilares de nuestro reino.Durante cinco meses, Toshinori había recorrido cada rincón del pueblo, visitando sin descanso cada hogar para entregar regalos a los recién nacidos. Su presencia era un faro de alegría, y las familias lo recibían con sonrisas y gratitud. Ahora, al final de su larga jornada, le quedaba una última casa por visitar. la de los Midoriya.
Toshinori: Hola buenos días, venía a visitar al bebé. Como es de costumbre les traje cosas que necesitarán.
Hisashi: Es un placer mi alteza.Dijo Hisashi arrodillándose, acto que Toshinori aveces odiaba pero aún así acepto el gesto amable del hombre.
Hisashi: Venga pase por favor, la madre está con la bebé en la cama.
Toshinori entró a la habitación para observar a la madre y la bebé de 5 meses. Enterneciéndose.
Inko: Hola mi rey.
Toshinori: Hola señora Midoriya, felicidades por la bebé, es hermosa.
Inko: Tiene razón es una niña muy hermosa, tiene rasgos muy bonitos.
Toshinori: Se ve muy adorable. Cualquier cosa que necesiten no duden en mandar una carta.
Inko: Muchas gracias~. Oh mire apenas puede abrir sus ojitos.
Toshinori: Que bellos ojos tiene... son color esmeralda.Toshinori quedó impactado por ese color tan brillante, su madre tenía joyas esmeralda, le dio nostalgia pero aún quedó hipnotizado.
Inko: Los míos igual, pero son más oscuros, siento que ella tendrá ojos bien preciosos.
Toshinori: Se ven muy brillantes.
Inko: Le agradezco mucho la visita, en serio es un honor tenerlo aquí, me emociona ya que es muy humano.
Toshinori: Por favor no tiene que sentir aquello, es lo mínimo que puedo hacer por mi gente y por las futuras generaciones.
Inko: Me hizo muy feliz todo, usted en serio es un sol.
Toshinori: Cada niño merece un comienzo y cada familia merece la promesa de días llenos de esperanza y amor.
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Romance medieval.
FantasyEn un reino medieval donde la valentía y el honor son lo más importante, dos almas se encuentran y desafían las convenciones. Toshinori Yagi, un Rey fuerte y leal, y Izuku Midoriya, un joven que nadie le veía potencial, se ven envueltos en un romanc...