Cap.10 Arduo.

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Eran las 4:00 a.m. cuando Izuku se sienta en su cama, la determinación iluminando su rostro aún marcado por el sueño. No hay tiempo que perder; cada segundo cuenta. Se levanta con agilidad, sus movimientos rápidos y precisos, producto de la adrenalina que ya corre por sus venas.

Tenía que estar a la hora exacta para iniciar su entrenamiento, así que corrió a lavarse la cara, corrió nuevamente a su habitación en busca de alguna prenda que lo ayudase para entrenar.

Se encontró con un uniforme de entrenamiento hecho por su madre. Inko le había dejado una nota:

"Mi querido hijo, se que este es tu primer día de entrenamiento y no tenías un uniforme adecuado, así que en toda la noche me dediqué a preparar uno simple, pero eficaz, se que no es de alta costura como te lo mereces, pero se que te será de ayuda

                                                Con amor tú madre."

Emocionado por esto y con lágrimas en los ojos frente al espejo, ajusta su uniforme de entrenamiento, ese que ha preparado su madre con tanto cuidado la noche anterior. Cada pliegue, cada costura, habla de la seriedad con la que toma este nuevo capítulo de su vida. No hay espacio para el error, no cuando su futuro está en juego.

Emocionado se dirigió hacia la cocina buscando algo para comer, a estas horas aún sus padres no se levantarían ni para alistar la panadería, comenzaban siempre a las 6 am así que ahora estaba caminando y buscando comida con calma para no despertarlos.

En cuanto Izuku termino de comer dejo las cosas ordenadas, sin hacer el menor ruido posible, por fin salió de su casa.

Las calles están desiertas, y sus pasos resuenan con fuerza en el pavimento. La panadería de sus padres aún duerme, y él lanza una mirada nostálgica hacia la vitrina oscura. Pronto, piensa, llenará ese espacio con el aroma del pan recién horneado. Pero ahora, tiene una cita con el destino.

Toshinori lo espera en el lugar acordado, una figura imponente incluso en la penumbra del amanecer. Su sonrisa es amplia, contagiosa, y a Izuku le recuerda por qué ha luchado tanto para llegar hasta aquí.

Toshinori: Buenos días muchacho, hoy te enfrentas a este desafío; aunque lo admito también será para mi, ya que no soy tan amable entrenando a la gente. Así que no esperes tanto de mi ¿Estás listo, Izuku?

El muchacho hizo una reverencia respetuosa al hombre, con una mirada llena de convicción.

Izuku: Siempre lo he estado, maestro.

Y con esas palabras, el entrenamiento comienza. No hay vuelta atrás, solo el camino adelante, un camino que Izuku recorrerá con cada fibra de su ser, impulsado por la magia que ahora, gracias a Toshinori, aprenderá a dominar y fortalecer.

Toshinori tenía el orden por encima de todas las cosas, tenía que empezar a llevar a cabo cada una de las cosas que tenía en mente.

Primero tenía que empezar con lo más importante.

1. Entrenamiento Físico: Toshinori pondrá a Izuku a prueba con ejercicios que no solo desafiarán su cuerpo sino también su voluntad. Esto podría incluir entrenamiento de resistencia, levantamiento de pesas y técnicas de combate cuerpo a cuerpo.

Toshinori: Lo primero que haremos será trabajar tu físico estás bastante delgado y pequeño. Necesitamos que consigas un poco de fuerza, así que primero entrenarás con estas pesas de piedra, aquello me fue concedido gracias al rey, el también entreno así cuando tenia tú edad.

Izuku asintió, sus manos ya ansiosas por sentir el peso y la textura áspera de la piedra. Toshinori señaló hacia un conjunto de grandes rocas talladas en forma de discos y barras.

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