Cap.7 Afrontando.

40 5 0
                                    

El polvo se levantaba suavemente en el camino de regreso al hogar de Izuku. Gran Torino, montado en su fiel caballo, había llevado al joven  a través de valles y montañas, dándole charlas y lecciones de no solo a ser fuerte, sino también sabio y compasivo. Al llegar a su destino, el veterano héroe descendió primero, extendiendo su mano para ayudar a Izuku a bajar del caballo.

Gran Torino: Este es tu hogar, Izuku.

Dijo Gran Torino con una voz que mezclaba severidad y cariño.

Gran Torino: Y ahora debes enfrentar lo que te espera aquí con la misma valentía con la que enfrentaste a la vida.

Izuku asintió, sus ojos llenos de determinación. Sabía que el desafío que tenía por delante no sería fácil. Su padre, con expectativas tan altas como las montañas, esperaba dentro, y el reencuentro prometía ser tan intenso como cualquier batalla que hubiera librado.

Gran Torino colocó una mano en el hombro de Izuku, dándole un apretón firme.

Gran Torino: No olvides quién eres y lo que has aprendido. Y recuerda, ser valiente no significa no tener miedo, sino enfrentar ese miedo.

Con esas palabras, el anciano noble se subió de nuevo al caballo, y con una última mirada de aprobación, se alejó, dejando a Izuku frente a la puerta de su hogar. Respirando hondo, Izuku dio un paso adelante, listo para enfrentar lo que viniera con la cabeza en alto y el corazón fuerte.

Pero no sé espero el que su madre lo recibiría, estaba muy sensible con este recibimiento ya que sabía que su madre ni lo juzgaría del todo.

Con lágrimas en los ojos Inko lo abrazo.

Inko: ¡Izuku, mi niño! ¡Cuánto te he extrañado!
Izuku: Mamá, yo también te extrañé. Lo siento mucho por todo.

Inko lo apretó tanto en aquel abrazo, que Izuku sintió un poco de presión en su pecho libre.

Inko: No deberías haberme hecho preocupar así. Escapar de la boda... no fue lo correcto.

Izuku bajo la mirada, la vergüenza lo llenaba un poco en ese momento.

Izuku: Lo sé, mamá. Pero...
Inko: Pero aún así, estoy feliz. Usaste el hechizo que necesitabas, ¿verdad?
Izuku: Sí, y ahora finalmente me siento como siempre quise ser.
Inko: Estoy tan orgullosa de ti, Izuku. Siempre supe que eras especial. Pero ahora...

Inko miraba desesperada a su alrededor.

Inko: Tu padre, Hisashi, estará aquí pronto. No sé cómo reaccionará.
Izuku: No importa lo que pase, mamá. Estoy listo para enfrentarlo. Gracias por estar a mi lado.
Inko: Ven cariño, entra, tienes que estar en tu habitación.

Inko llevó a la habitación a su hijo, Izuku sorprendido observó que encima de la cama había ropa más masculina.

Casi llorando Izuku vio que su madre comenzó a colocar esa ropa en el closet, closet que yacía ahora vacío.

Inko: Regale los vestidos a varias chicas, se veían muy hermosas y ellas si lo lucen como deberían.
Izuku: Muchas gracias mamá~.
Inko: Hice esto a escondidas de tu padre así que por favor haz lo mejor en la conversación que tengas con él.
Izuku: Claro mamá, intentaré hacer todo bien.

Inko se sentó en la cama con su hijo, agradeciendo que aún su marido no llegase.

Inko: Izuku, siempre supe que había algo más en tu corazón, algo que necesitabas expresar. Y quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, apoyándote en cada paso del camino.
Izuku: ¡Gracias, mamá! Eso significa mucho para mí. En el castillo de la familia Yagi, aprendí tanto... y All Might, él es simplemente increíble. No solo es fuerte y valiente, sino que su bondad y su espíritu son realmente inspiradores.

Romance medieval. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora