Cap.12 Examen.

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La madrugada aún envolvía el mundo en sombras cuando Izuku, impulsado por una mezcla de nerviosismo y emoción, se levantó de su cama. El día del examen de ingreso a la U.A., la prestigiosa institución de magia, había llegado.

Con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, se preparó para encontrarse con Toshinori, su mentor y guía en el camino del heroísmo.

Izuku se vistió con rapidez, ni siquiera quiso desayunar, estaba tan emocionado que corrió hacia donde estaba el hombre.

En cuanto llego, Toshinori lo intento calmar, había notado la ansiedad y nervios del chico, el muchacho no había parado de moverse, dando saltos.

Toshinori: Izuku, has trabajado duro para este momento. Confía en lo que has aprendido, en lo que hemos repasado juntos.

Las palabras de Toshinori eran un bálsamo para el alma ansiosa de Izuku. Juntos, repasaron conceptos teóricos, estrategias de batalla y lecciones de ética heroica. Toshinori observaba con orgullo cómo Izuku articulaba sus respuestas con confianza, su mente tan aguda como la espada que había aprendido a empuñar.

Izuku: Gracias, Yagi san. No dejaré que nada de lo que he aprendido se desperdicie.

Con un último apretón de manos, Izuku se retiró, su figura recortándose contra el cielo que comenzaba a clarear. Al llegar a la U.A., el imponente edificio se alzaba como un faro de conocimiento, su presencia un recordatorio constante de la fortuna que representaba para el pueblo.

Jóvenes de todas partes venían con la esperanza de ser parte de sus venerables aulas.

Izuku se unió a la multitud de aspirantes, cada uno llevando consigo sueños y aspiraciones. La U.A. no era solo una institución; era un crisol donde el futuro de la magia y el heroísmo se forjaba, donde cada estudiante tenía la oportunidad de convertirse en una versión más sabia y poderosa de sí mismo.

Y mientras Izuku daba sus primeros pasos hacia el gran salón del examen, sabía que cada lección, cada palabra de aliento de Toshinori, lo había llevado hasta allí. Ahora, era su turno de brillar.

El corazón de Izuku latía con fuerza mientras se acercaba a la entrada del lugar donde se realizaría la prueba teórica. En su mente, repasaba todo lo que Toshinori le había enseñado, cada estrategia y cada palabra de aliento.

Pero en un descuido, tropezó, su cuerpo inclinándose peligrosamente hacia el suelo.
Fue entonces cuando sintió una fuerza invisible deteniendo su caída. Levitando a unos centímetros del suelo, Izuku se encontró con la mirada amable de una muchacha que lo había salvado de un aterrizaje doloroso.

Ochako: ¡Hola! Soy Ochako Uraraka. ¡Buena suerte en los exámenes!

Con una sonrisa radiante y un brillo de alegría en sus ojos, Ochako se alejó, saltando ligeramente como si la gravedad no pudiera contener su felicidad. Izuku, aún sorprendido por el encuentro, no pudo evitar sentir un cálido destello de felicidad.

Nunca había tenido una amiga chica, y el simple acto de bondad de Ochako le daba un nuevo motivo para sonreír.

Con renovado ánimo, Izuku entró al lugar del examen. El aula estaba llena de aspirantes, cada uno con sus propias esperanzas y sueños. Entre ellos, reconoció a su mejor amigo, Katsuki, cuya presencia era tanto un desafío como un consuelo.
Izuku tomó asiento, su mente ahora enfocada.

Sabía que cada pregunta sería un paso más hacia su sueño,Era el comienzo de una nueva aventura, y Izuku estaba decidido a hacerla memorable.

En cuanto dejo de pensar en sus sueños, se dio cuenta de que había llegado uno de los héroes que admiraba, el hombre de la voz, Present Mic, aquel hombre estaba siendo el encargado de liderar la presentación hacia los exámenes.

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