Cap.31 Cálido.

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Toshinori: Ven aquí muchacho.

El chico era levantado por Toshinori, ambos quedando cara a cara, mientras que su muchacho intentaba mover sus caderas. Pero Toshinori lideraba todo aún.

Quería hacer sentir más bien a su chico.
Se besaban tanto, sus lenguas descontroladas, sus movimientos placenteros.

Izuku: Mmm~.
Toshinori: Ngh~. Esa lengua, estás hecho para besarme a mi, solo a mi ¿entiendes?
Izuku: Si~, soy sólo tuyo y tú sólo mío lo sé, lo sé.

Esos besos voraces no se calmaban, encima que el hombre no podía controlar sus manos, tocaba las nalgas del chico amasándolas entre sus dedos. Sintiendo aquel culo gordo.

Izuku: ¡Por favor nunca me dejes! Nunca le hagas el amor a nadie más, que a mi.
Toshinori: Jamás mi vida, mírame, mira a este hombre que tan solo te ama a ti con cada parte de su ser.

Izuku hizo caso, aunque estaba rojito.

Toshinori: Me gane la lotería contigo belleza, no te dejaría por nada ni nadie, ni aunque eso dependa de la estabilidad del reino, si es necesario me iré contigo lejos, a la mierda todos, yo con tal de follarte toda mi vida, soy capaz de arder el reino.

Él hombre besó la cara del chico. Mientras seguía haciendo que Izuku gozara, era una mezcla de tantas emociones, la excitación llevada de la mano con el amor puro.
Era mucho para ambos, estaban por fin siendo uno, por fin después de tanto tiempo con aquel mal entendido, con aquella mentira piadosa que había hecho el hombre.

Izuku no quería a nadie más, sabía que quería morir al lado de su hombre, que en cuerpo y alma le pertenecía ahora.

Izuku quería hacer sentir bien a Toshinori también, pidiéndole permiso de moverse.

Izuku: Q~Quiero hacerte sentir bien también.
Toshinori: A~Amor, por favor... espera que podemos hacerlo toda la noche.
Izuku: Pero no quiero que hagas todo tú, quiero satisfacerte también, por favor mi rey.
Toshinori: Lo haces cariño, si pudieras verte, verías en la obra maestra en la cual te has convertido para mi.

Toshinori encontró la manera, hizo un conjuro en donde una de las paredes se volviese como un espejo.

Izuku: Wow.
Toshinori: ¿Sorprendido? Acuérdate que también soy tu maestro~.

Izuku se observó, definitivamente no era él, sus cabellos desordenados, su rostro rojo, su piel brillaba del sudor, encima su cuerpo desnudo, algo que lo había atormentado por años, no se veía mal.

Toshinori: Sigue mirándote, estas tan bello. Me encantas tanto, algún día haré una pintura sobre ti, para tocarme cuantas veces quiera.
Izuku: En ese caso yo también quiero una de ti.
Toshinori: Todo lo que quieras lo tendrás.

Él hombre ya estaba vuelto loco. Moviéndose más rápido, buscando más la boca de Izuku, su chico lo había estado volviendo aún más loco, aquella belleza que veía, nunca pensó verla, en serio.

Pensó que se moriría en la última batalla, pero ahora moriría en serio, porque era tanta la pasión que ambos estaban sintiendo.

Midoriya estaba impaciente igual. Quería que Toshinori ya se liberase, el chico intento hacer movimientos de caderas.

Izuku: ¡N~gh! Avísame... avísame si te gusta o no, por favor.

Izuku estaba concentrado. Toshinori miraba como el vientre del chico hacía un vaivén.

Toshinori: Eres sorprendente, como si fueras una caja de sorpresas, se siente bien~.
Izuku: Tu no te quedas atrás, eres un verdadero amante, dijiste que no sabías nada y terminaste mejor de lo esperado~.
Toshinori: Si es por hacerte sentir bien, me vi obligado en aprender rápido, además nuestros instintos... sabía que éramos el uno al otro.
Izuku: Te amo tanto... por favor siéntete bien.

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