Aladdín ୭̥ Taekook.

፧ Capítulo 8.

Ya es de noche en la ciudad de Ágrabah, el clima siendo frío desde un comienzo y con fuertes vientos azotando las calles. Aún así, el frío no llegaba entrar a la cálida vivienda de Jungkook, quien seguía conversando con Taehyung a pesar de la hora.

El príncipe se encontraba sentado dentrás del castañito, mirando la herida que tenía en su espalda. Se veía mucho mejor, mejor que la semana pasada. Ya estaba en el proceso de cicatrizado y no habían moretones en su espalda. Y es un gran avance, dado que la semana pasada toda la espalda del castañito estaba con marcas y colores.

— ¿Entonces, cómo superaste tu temor a los tigres? —Preguntó Jungkook con interés, soltando algún que otro jadeo cuando Taehyung tocaba su herida.

Habían pasado toda la tarde hablando sobre las desgracias que tuvo Taehyung en su niñez, al ladrón le divertía y le encantaba escucharlo hablar.

— ¿Cómo superé el temor? Adivina quien tiene ahora un tigre albino en su casa.—Dijo el rubio entre risas.

— ¿T-tienes un tigre albino? ¿Quién te lo compró? ¿no son peligrosos? —Preguntó el ladrón con preocupación, pensando de inmediato en un tigre grande, peludo y salvaje. Incluso lo imaginó con unos colmillos enormes y garras afiladas, tal y como un monstruito.

— ¿Peligroso? El animal ronronea cada vez que lo acaricio. Tal vez sea algo salvaje con personas desconocidas, pero conmigo es una bolita de amor. —Comenta con una sonrisa, concentrado en vendar la espalda del castañito.

— Me gustaría conocerlo algún día, nunca he visto a un tigre en persona, mucho menos a uno albino. ¿Son grandes?

— Bastante. Cuando pequeño recuerdo que intenté montarme en su espalda y..terminé con mis rodillas sangrando, no me pude sostener a su pelaje. Pero, Yeontan parecía muy arrepentido, incluso pasó su lengua por sobre mis heridas.

— ¿Yeontan? Suena a nombre de cachorrito mimado, de seguro el tigrecito es adorable. —Murmuró el menor, ahora imaginando a una pequeña bolita de pelos blanca y colmillos pequeños y mirada suave.

— Yo también soy adorable. —Gruñó Taehyung, escuchando de inmediato una risa proveniente del castañito.

— Sí, Tae, eres adorable.

El príncipe estaba terminando de vendar su espalda mientras que su acompañante bebía un poco de su amado jarrón con leche de plátano. Cálidas antorchas iluminaban el lugar al igual que una chimenea en ruinas, la cual estaba encendida.

— Es muy tarde ya, puedo ver el cielo oscuro en su totalidad, además hace mucho frío. ¿Por qué no pasas la noche aquí, tigrecito? Puedes dormir a mi lado con algunas mantitas y mañana..podríamos ir al bazar juntos. Hay muchas actividades divertidas allí. Además, mi conejito te extrañaría si te vas a estas alturas de la noche.

"Yo también te extrañaría" pensó Jungkook.

Tarhyung, ignorando el apodo de "tigrecito", acomodó la corta camiseta del castañito y meditó un poco sus palabras. Ya era muy peligroso salir del palacio sin autorización, tenía miedo de pensar que lo estarían buscando por todo el lugar. Aunque, él casi nunca estaba dentro del establecimiento, le encantaba vagar por los enormes jardines y eso todos lo sabían. Si su padre no lo ve en la habitación, probablemente piense que está en algún lugar del jardín o en sus aposentos.

Además, tenía tantas ganas de pasar más rato con el castañito, mucho más ir al bazar juntos.

— Está bien, me quedaré. —Miró al menor dar pequeños saltitos de la emoción, aplaudiendo silenciosamente con sus manitos.