፧ Capítulo 13.

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Tanto Taehyung como Jungkook están muy felices. Después de declarar sus sentimientos, sabían que necesitarían algo de tiempo para volver a confiar en el otro. Además, durante ese período de tiempo podrían crear muchos más momentos en conjunto. El príncipe ya se podía imaginar invitando al castañito a jugar en el palacio.

Aún así, supo que se sobrepasó al pedirle vivir con él. Sabe que el ladrón es tan humilde y sencillo, que nunca aceptaría una propuesta así, mucho menos por parte de él. Además, él ha vivido en ese abandonado edificio de adobe por bastante tiempo y sabe lo encariñado que está con su hogar. No lo admitiría en voz alta pero, amaría que el castañito viviera con él. El poder convivir con alguien que es de tu agrado sería increíble. Jungkook podría acompañarlo durante todo el día, podrían jugar juntos, ser acompañado en sus clases de defensa personal, almorzar y cenar juntos. Todo eso es tan aburrido hacerlo solo, el ladrón alegraría sus días rutinarios.

Después de sacar a Jungkook de la fría celda en la que estaban, ambos se dirigieron hacia la salida del lugar.

Taehyung planea llevarlo a su habitación y darle algunas prendas para que pudiera entrar el calor. Además, está tan feliz de presentarle a su tigre albino. Debería ser cuidadoso al llevarlo a su habitación, su padre aún no sabía de su existencia y podría fácilmente apartarlo de su lado. Tendría que hablar con él sobre eso y esperar a que pudiera entenderlo. Estaba seguro de que si su padre llegara a conocer al ladrón, tendría un ataque de ternura al oírlo hablar. Cabe destacar que él nunca robó con malas intenciones, siempre fue para alimentarse y poder sobrevivir el día a día.

El príncipe está tan emocionado de incluir al ladrón en su vida, pero esta vez siendo totalmente sincero y honesto con él.

Sus expectativas son altas, hasta que miró a Kim Mingyu en la salida del calabozo con una mirada frívola.

— Príncipe Taehyung, lamentablemente no puedo dejar que se lleve a ese ladrón. —El príncipe pudo ver a los dos guardias que ha sobornado justo al lado de Mingyu, supo que lo habían traicionado y de seguro se quedaron con la bolsita de monedas para luego contarle a su jefe lo sucedido.

Algo que le extrañó, fue que Jungkook se escondió tras su cuerpo. Tal vez le tenía miedo a los guardias.

— Claro que puedo hacerlo, llevaré a Jungkook conmigo, no puedes detenerme. Es una decisión mía. —Tuvo que hablar con u  barítono para que pudiera tomar sus palabras en serio. Supo que no terminaría bien al ver la expresión de Kim Mingyu, no se veía burlón como siempre, se nota bastante que no está de buen humor.

— Usted es príncipe, no sultán. Como príncipe no puede interferir en las leyes de la ciudad, recién es un aprendiz. Yo soy quien decide las sentencias y quien vela por la seguridad del pueblo. —Habló mientras que poco a poco se fue acercando a los jóvenes. Jungkook seguía aferrado a la espalda de Taehyung, sin la intención de separarse de él.

— ¿Por qué tanto interés con él, Mingyu? Es un ladrón como todos los demás. —El castañito mentiría si dijera que aquellas palabras no causaron dolor en él.

— Entonces no te importará que lo mande a decapitar. —El jefe de los guardias quiso reír al ver la estupefacta reacción que tuvo el rubio.— En mi oficina dijiste todo lo contrario. Recuerdo que te referiste a él como un chico con corazón bondadoso. Es una pena..desde ahora para que Jeon Jungkook quede libre de sentencia, trabajará para mí en las cuevas. Tendrá que realizar trabajo pesado en vez de morir, ¿por qué no estás feliz, Taehyung? Es lo menos que puedo hacer por él, ha robado toda su juventud. Dios, todos los guardias conocen su nombre, es famoso por escapar de todos mis discípulos. Le estoy dando una nueva oportunidad de comportarse y tú no le haces eso posible.

Aladdín ୭̥ Taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora