፧ Capítulo 48.

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En el palacio reina el silencio.

Ya es de mañana, la ciudad está pintada de blanco debido a la abundante nieve que cubre todos los techos y suelos. Y con un cambio abrupto de ambiente, el sol se erguió entre las dunas de arena, calentando y derritiendo la nieve.

Rayos de sol pasan a través de unas cortinas de encaje, la habitación del sultán se ilumina con distorsión y claridad.

Taehyung está arrodillado frente a la cama de su padre, su cabeza reposando sobre una almohada y sus rodillas adoloridas de tanto estar en el suelo. Su zurda sujeta fuertemente la mano de su padre, escuchando su respiración calmada en todo momento. Su apariencia demuestra que está en buen estado, aunque débil y pálido. No tiene mayores complicaciones y todo gracias al doctor encargado.

El rubio alzó su cabeza para mirar las facciones de su padre, una vaga sonrisa apareció en sus rosados belfos. Con mucha dificultad se levantó y se sentó sobre la cama, justo a un lado de su progenitor. Acarició sus cabellos oscuros y dejó un casto beso en su frente. ¿Lo había perdonado por lo que le ocultó? No exactamente, al menos no todavía. Su mente divaga sobre lo que ocurrió una y otra vez, sintiéndose decepcionado cada vez que recuerda la carta.

Unos pasos rápidos se escucharon como eco por el pasillo fuera de la habitación. El sirviente BangChan entró abruptamente, asustando al príncipe.

— Mi señor, Jungkook ha despertado. —Habló BangChan con la voz agitada. El príncipe lo miró, sus ojos brillando al escuchar sus palabras.

— Iré de inmediato.— Susurró con emoción, estando ansioso de ver a su novio. Dejó de acariciar el cabello de su padre y quedó mirándolo unos segundos más.

— No, no entiende, mi señor. Él no se encuentra bien, no sé si usted deba verlo ahora.— Explicó con miedo por ver cuál sería su reacción. Taehyung soltó un jadeo, sus manos sudando de pronto. Se levantó de la cama y corrió fuera de la habitación, siendo seguido por Bangchan, quien intentaba detenerlo.

Y cuando llegó al pasillo indicado, logró observar a un grupo de sirvientas al frente de la puerta, murmurando entre ellas con expresiones preocupadas. También entre ellas, está el doctor del palacio. El príncipe no perdió el tiempo y se dirigió hacia ellas.

— Qué ocurre. —Preguntó en un hilo de voz, tragando saliva con dificultad mientras mira la madera oscura de la puerta. Tiene miedo de lo que encontrará.

— P-príncipe Kim, él..e-está muy delicado y perturbado. —Habló una de ellas mientras hacía una reverencia.

— No tiene ninguna contusión o golpe, por lo que no perdió la memoria. Aún así, no reconoce a nadie de aquí y grita cada vez que alguien se acerca. Puedo acompañarlo para ayudar a calmarlo. — Sugirió el doctor, tan angustiado después de haber entrado a la habitación y haber visto al menor en un estado tan malo.— Además..ahora está padeciendo una fiebre fuerte. Hace poco el joven se retorcía en la cama por el dolor de cabeza. Le dimos todos los tratamientos posibles, insisto a que me deje entrar.

— No, solo yo lo veré. Fuera. —Su barítono estremeció a las empleadas y al mismo doctor. Ellas inclinaron la cabeza.

— Joven príncipe..—Decidió no insistir más si no quiere un golpe en el rostro. — Si lo ve tapado, por favor trate de quitarle las mantas. Su cuerpo estaba demasiado caliente, necesita refrescarse, pero él siente frío. Por favor, haga eso por mí. —El rubio hizo caso a sus palabras y dejó que se marchara. Realmente no quería que vieran a su novio en ese estado, él es quien quiere calmarlo y protegerlo, nadie más.

Taehyung está sensible, y tiene tanto miedo. Apoyó las manos en la puerta y dejó escapar unas pocas lágrimas, su corazón latiendo con rapidez.

Aladdín ୭̥ Taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora