Aladdín ୭̥ Taekook.

፧ Capítulo 10.

Kim Taehyung no estaba enojado por lo que ocurrió, sólo se sentía..decepcionado.

Decepcionado de las acciones de su padre. Debía admitir que estaba algo feliz de recibir más atención, incluso le trajo a una mujer para que pudiera distraerse y conversar con alguien. Pero, no trajo a la persona indicada. En su lugar, fue la princesa Irene. Tal vez si llegara a conocerla mejor podría soportarla e incluso le podría agradar un poco, aunque sería muy difícil con su personalidad y ego.

Su padre se alejó de él cuando ocurrió la muerte de su madre, Taehyung también se fue distanciando. Ya no compartían muchas palabras ni hacían las actividades que tanto les gustaba hacer. Ambos se equivocaron al alejarse, colocando como excusa el trabajo y las clases. Aún se amaban, pero, sería difícil que volvieran a tener la relación de antes.

Ya había comido un abundante almuerzo y ahora mismo se estaba probando un traje para el baile.

Taehyung sabe perfectamente cual es el propósito del baile que harán en dos semanas más. Es decir, su padre lo hizo muy obvio.

Primero, el sultán sólo organiza bailes para celebrar en días festivos, nunca ha hecho un baile sin propósito. El príncipe sabe que no hay ningún día festivo en esa fecha. Además, dar la excusa de "es un baile para mejorar la convivencia entre reinos", no tiene sentido. Para ello están las reuniones, no los bailes.

Taehyung no está molesto, pues ha dejado muy clara su postura. Él no desea que ninguna princesa se le acerque, no dejará que su padre le insista con un matrimonio no deseado.

Además, ya tenía alguien en mente y ese alguien es mucho mejor que el montón de princesas que conocería. 

Por un momento pensó en contarle a su padre de que pudo salir del palacio y ahora tiene un lindo chico castañito como amigo, pero, ¿sería muy arriesgado? Tal vez se llevaría un buen castigo como represalia. 

No estaba muy contento, necesitaba hablar con Jungkook. Él siempre logra calmarlo y hacer que su humor cambie considerablemente, además da muy buenos consejos. También deseaba que el castañito pudiera conocer a su mascota. Sería tan agradable ver su reacción.

Aún así, sería difícil. Es decir, ¿qué hombre sacaría a pasear a un tigre albino por el pueblo? Llamaría mucho la atención, no quería poner en riesgo a su animalito.

Poco a poco se fue quitando el costoso traje, colocándose nuevamente la clásica túnica que siempre utiliza. Se dirigió hacia el balcón y apoyó las manos en el borde, mirando todo el jardín. Por los colores del cielo, supuso que estarían a unas pocas horas mas tarde del medio día, pronto comenzaría a anochecer. No estaba seguro de ir a visitar al ladrón. Claro que deseaba verlo, pero, sería arriesgado salir después de lo ocurrido con su padre. Podría dar la excusa de estar en el jardín, sin embargo, dar la misma frase tantas veces haría que su padre comenzara a sospechar. Debería ser más cuidadoso al momento de hablar.

Le tomó varios minutos decidir lo que haría, finalmente se quedaría en el palacio.

— Pero quiero verlo. —Se queja, adentrándose nuevamente a su habitación, mirando la oscura túnica sobre la cama.

Soltó un corto suspiro y agarró la túnica, acomodándola sobre su dermis para luego tapar sus cabellos rubios con la capucha del mismo traje. Tomó cinco monedas de oro y se colocó unos botines de lana gruesa.

Bajó por las escaleras y salió por la puerta trasera del palacio, saludando a algunos sirvientes y guardias conocidos del lugar.

Se dirigió a la zona en la que siempre escalaba y sonrió ampliamente, pensando en invitar al castañito a cenar en el bazar. Incluso podrían seguir mirando las tiendas, tal vez podrían bailar nuevamente. Bien, Taehyung debía admitir que disfrutó mucho bailar con el menor, pero ignorando toda la tensión sexual, había sido un momento único. El poder sonreír y bailar una canción agitada, aplaudiendo y danzando junto a alguien que quería, fue increíble. No tenía esa libertad en el palacio. Por un momento olvidó que era el príncipe y sólo se concentró en los lindos ojitos de Jungkook.