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Una vez terminado el trabajo, Hajime salió del café e ignoró las brillantes sonrisas de Komaru y Asahina mientras se despedían de él. Claramente, esas dos habían estado hablando durante su descanso para comer. Eso probablemente significaba algún tipo de plan de ambas que se avecinaba en su futuro cercano.

Con un suspiro, ajustó su bolso y caminó a la estación de tren, repasando mentalmente su lista de tareas. Mientras que la mayoría de la gente tendría una lista con tareas o recados que hacer, Hajime recorrió mentalmente la tarea más importante para cualquier objetivo: el primer contacto.

Claro, tuvo un golpe de buena suerte en el café, pero todo lo que ese encuentro llevó a Hajime a aprender un posible pedido que Komaeda podría hacer para tomar una bebida. No era del todo exhaustivo y ciertamente no era suficiente. La información de los documentos era una cosa, pero nada mejor que el trabajo de campo. Claro, conocía lo básico sobre Komaeda, pero a menos que estableciera sus rutinas y se familiarizara con su vida diaria, nunca encontraría una oportunidad perfecta para salir con él.

Al entrar en la estación de tren, Hajime pagó un billete de la máquina en lugar de usar su tarjeta Suica, y a propósito tomó el final del bucle de su tren en dirección contraria, dándole más tiempo en el tren. Luego, sentado en un asiento junto a la puerta, pero no directamente en la puerta, sacó un libro de su bolso -uno sobre lugares de viaje alrededor del mundo-, y comenzó a leer. El tiempo pasó y con cada parada Hajime no levantó la vista de su libro, pero ya sabía cuál era la parada en la que Komaeda abordaría el tren.

Después de todo, su dirección estaba en el archivo de Enoshima. Continuando con la lectura, Hajime sólo se puso un poco tenso cuando el anuncio del tren anunciaba la estación en la que vendría Komaeda. Levantando los ojos, Hajime lo vio entrar en el tren por la otra puerta, a unos cuantos metros de distancia. Perfecto.

Hajime ajustó su ángulo, como si simplemente se acomodara en su asiento, y se aseguró de que su mirada estaba vagamente donde estaba Komaeda. Una vez satisfecho, volvió a leer y estaba apenas de comenzar a leer una persona chocó con él debido a que el tren se tambaleó por una esquina.

-¡Ah, lo siento! -Hajime bajó su libro y miró a la persona que cayó encima suyo, específicamente en su pecho y sus ojos se expandieron en asombro, Komaeda lanzó una sonrisa vergonzosa con los ojos cerrados-. Me di cuenta de que había menos gente de este lado y... -separó los párpados y sus miradas se encontraron, pestañeó con incredulidad-. ¡Espera, tú eres ese barista!

La mandíbula de Hajime se desencajó y una llamarada de sorpresa le golpeó aún más y no fue capaz de ocultarlo. Un golpe de suerte en el día estuvo bien, ¿pero dos...?

Qué extraño e inesperado. Poniendo su libro completamente en su regazo, Hajime no pudo evitar mirar fijamente su rostro un poco más de lo que se consideraba educado. Komaeda carraspeó y las mejillas de Hajime se quemaron en rubor, ¿por qué lo había mirado tanto?

-L-L siento -Hajime dijo inmediatamente-. Sólo estaba a-aturdido. No esperaba verte aquí. -añadió la mentira.

Los labios de Komaeda se extendieron en una sonrisa mientras exhalaba profunda y suavemente.

-Ah, me alegro de haber tenido razón. Me preocupé por un segundo de estar equivocado. Luego me di cuenta de que tal vez no me reconocieras. Qué vergonzoso habría sido.

Hajime tarareó.

-Está bien. Como he dicho, me has sorprendido. La mayoría no reconoce quién hace sus bebidas.

-Eres fácil de recordar -Komaeda lo dijo de una manera que sugirió que estuvo presente en su mente. Sus mejillas también se pusieron rosadas-. L-lo siento. Solo soy bueno recordando las caras. Así que tal vez sólo soy yo -carraspeó de nuevo-. De todas formas, no te importa que me siente a tu lado ¿verdad?

-No, en absoluto -Hajime aseguró-. Te sientas cuando puedes, ¿verdad? -Entonces levantó su libro asegurándose de que su conversación estaba terminando.

-Demasiado cierto -Komaeda casi se acomodó en el asiento antes de que sus ojos vieran el libro-. Oh, ¿un libro de viajes? ¿Treinta lugares únicos de vacaciones y viajes? -Leyó el título.

¿Una apertura para una conversación? O Hajime estaba teniendo una racha de suerte o el universo le decía que acabara con el trabajo. Si ese era el caso, esta podría ser su misión más rápida hasta ahora.

-Sí, soy un escritor independiente. Actualmente estoy escribiendo algunos artículos sobre destinos de viaje en Japón. Este libro es sólo por diversión.

-¿En serio? Entonces, ¿trabajas como barista durante el día y luego escribes por las noches?

-Algo así. En mis días libres en el café puedo escribir todo el día. Aunque para este artículo me gustaría salir y explorar las zonas. Es raro que pueda escribir sobre lugares a los que pueda ir con facilidad.

-Eso es muy interesante -Komaeda sonrió-. También disfruto viajando. Visitar otros lugares realmente ayuda a ampliar tus horizontes.

-Ciertamente lo hace.

-Ojalá pudiera hacer eso. Tal vez más tarde. Por ahora, necesito terminar la escuela.

-¿La escuela? -preguntó Hajime como si no lo supiera. Era información básica en los archivos después de todo.

-Un máster en negocios y comercio con un toque de relaciones exteriores.-Komaeda arrugó ligeramente su nariz.

-¿No es lo que quieres hacer?

-No, lo disfruto. Hacerme cargo de la empresa de mis padres es algo que he querido hacer desde que era un niño.

-Interesante -Hajime marcó su libro antes de cerrarlo-. Admiro a la gente que se queda en los negocios familiares.

-N-No es demasiado especial -Komaeda se sonrojó un poco-, pero gracias por tus elogios... -Luego miró hacia arriba-. Oh, mi parada es pronto. Ha sido un placer hablar contigo, eh...

-Hinata Hajime.

-Hinata-kun -Komaeda mencionó-. Soy Komaeda Nagito. Lo siento, supongo que me emocioné tanto que olvidé las presentaciones.

-No me importa, aunque no hay necesidad de usar un sufijo para mi nombre. Sólo Hinata está bien, pero como gustes, Komaeda.

-Hinata-kun entonces -Komaeda asintió con la cabeza-. Y también puedes usar sufijo o no -Luego se puso de pie cuando el tren empezó a ir más despacio, y la estación apareció a la vista-. ¿Te veré mañana?

Hajime levantó una ceja, Komaeda se sonrojó otra vez.

-E-Ese café me ha convencido y creo que volveré ahí. Eh, hm... ¿Trabajarás mañana?

-Sí, lo haré. -De nuevo, qué golpe de suerte para Hajime.

-Entonces, te veré mañana-Komaeda repitió antes de que se abriera la puerta del tren-. Hasta luego, Hinata-kun.

-Hasta luego. -Hajime le hizo un gesto de despedida a Komaeda.

El viaje en tren había resultado ser más fructífero de lo que Hajime había planeado incluso fue... divertido.

[...]

Siéntanse libres de ir comenzando a teorizar B3

I can't kill you (so we must be destined to be together)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora