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Si  le pidiera a Hajime que describiera la oficina de Enoshima sería como una de esas ilusiones ópticas. Cuanto más se miraba, más raro y extraño se volvía. Por supuesto, eso era difícil de notar con la gran cantidad de decoración de su oficina. Enoshima había decorado con la filosofía de "si no hay algo que cubra un espacio, ¿qué sentido tiene?" Toda la habitación estaba llena de objetos al azar. Claro, estaban los artículos obvios como un escritorio y estanterías.

Luego estaba el área de asientos y la mesa de café al lado que no era usual pero no estaba fuera de lugar. En la mesa de centro estaban las revistas de moda, la mayoría de ellas las que la propia Enoshima había modelado o las que su empresa había creado. Ahí era donde la normalidad terminaba.

Para empezar, Enoshima tenía lo que parecía ser una gran cortina de terciopelo rojo que cubría una ventana, pero Hajime sabía que era sólo una enorme pintura al óleo de ella misma. Sospechaba que Enoshima había intimidado a Mitarai o Yonaga para que hicieran el cuadro, pero no pudo reunir pruebas concluyentes que apoyaran su hipótesis, aunque dudas tampoco tenía.

Enoshima también tenía tres lanzas con largos cordones montadas en la pared en líneas horizontales. Las otras pinturas de la pared parecían normales, pero si se miraban demasiado de cerca, uno se daba cuenta de las extrañas y a menudo perturbadoras imágenes que poseían.

También tenía un montón de pequeños objetos alrededor de la oficina, la mayoría de Hajime no se molestaba en recordar. Excepto el extraño oso blanco y negro -Monokuma si Hajime lo recordaba correctamente-, que estaba sentado en la habitación. Era sólo un oso de peluche, pero algo en el extraño ojo rojo y las garras muy afiladas hicieron que Hajime quisiera sacar un arma y disparar a la cosa. Aparentemente, tenía otros alrededor -llamados Monoceznos-, pero esos aún no habían sido revelados a Hajime (afortunadamente).

La propia Enoshima era hermosa... si también se consideraba hermosa una serpiente venenosa, claro. Toda su belleza, desde el pelo rubio perfectamente arreglado, el maquillaje que le cubría las mejillas, y la ropa que usaba era para atraer a la gente. Muchos en todo el país estaban fascinados por su impresionante apariencia, su elegante moda, y la compañía que había construido junto con su hermana. Sin embargo, eso era todo un montaje para atraer a la gente.

Enoshima hizo todo por sí misma, utilizó todo lo que pudo para ocultar su verdadera compañía. Una que entrenaba y contrataba sicarios antes de contratarlos a otras personas en todo el mundo. En cierto modo, si Hajime pudiera describir el trabajo de Enoshima, ella era el chulo que contrataba a sus sicarios mientras tenía una empresa tapadera para ocultar su negocio. Así que, por esa analogía, Hajime se convirtió en la prostituta a sueldo que esperaba un cliente.

Arrugó el entrecejo con esa idea, pensándolo bien tendría que reconsiderar la metáfora.

-¡Kamukura, Kamukura! -Llamó desde su escritorio con un dulce tono de niña-. ¡Qué maravilloso es verte!

-Es Hinata.

-Creo que tu nombre encubierto es mucho más genial -Ella le hizo señas para que se acercara-. ¡De todas formas tengo un trabajo para ti! ¿No tienes suerte?

-Siempre tienes un trabajo para mí.

Enoshima se rió y puso una carpeta de manila en su escritorio.

-Tan descarado. Aquí tienes.

Hajime agarró el documento y echó un vistazo al contenido de dentro. Sus ojos se abrieron de par en par.

-¿Un pedido tuyo?

-Sí, puedo contratar a mis propios sicarios, ya sabes -La voz de Enoshima cambió, adoptando un tono cansado, como una diva despreocupada que estaba siendo molestada por su bien-. ¿Tienes algún problema con eso?

-No -respondió Hajime-, sólo estoy sorprendido. ¿No sueles pedirle a Mukuro que haga cosas como esta?

-Si confío en mi hermana demasiado a menudo, pareceré una tacaña -Enoshima agitó la mano-. Como esa gente que siempre intenta ahorrar dinero pidiendo a sus amigos o familiares que les ayuden en sus trabajos.

¿Quién era Hajime para discutir? Se encogió de hombros.

-Vale, lo entiendo. Entonces, ¿cuál es la razón de esta?

-¿Debo tener una profunda y oscura razón para todo?

Echó una mirada. Enoshima se rió.

-Aw, ¿el pequeño y curioso Kamukura quiere aprender mis motivos? Un movimiento tan audaz. La mayoría me llevaría a cenar antes de hacer preguntas tan personales.

Hajime cerró la carpeta, fastidiado.

-Bien. Lo averiguaré yo mismo. O no. Sólo tenía curiosidad.

Enoshima hizo pucheros pero sus ojos brillaban de alegría.

-¿Haciendo berrinche ahora, no? -Se inclinó en su silla-. Cómo ya es común, es debido a los negocios. La familia Towa ya se ha sumado a mi propuesta, pero la compañía Komaeda está en el camino. Están siendo muy tercos, no quieren seguir mis términos porque quieren mantenerse nobles e incorruptibles. Así que si ocurriera una muerte en la familia. Digamos... ¡su único y amado hijo! Debido a su terquedad, lo reconsiderarían. ¿Me entiendes?

Ah... se trataba de un chantaje, era común en ella. Enoshima sólo quería que Hajime fuera quien se ensuciara las manos por ella. Eso no lo hacía diferente de un gruñón enviado a hacer el trabajo sucio para un villano, como en las películas.

Oh, bueno... Hajime abrió su bolsa y metió la carpeta de manila dentro.

-¿Eso es todo?

-Siempre eres tan frío -rodó los ojos Enoshima-, pero sí, eso es todo. Puedes irte.-Su tono se volvió presumido como si fuera la realeza despidiendo a un campesino.

Hajime se dio la vuelta y se fue, más que bien con salir de ese lugar

I can't kill you (so we must be destined to be together)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora