Narra ______ ♡
Me levanté con un poco de pereza y me fui directo a la ducha. Harry ya se había duchado y tenía el desayuno en la habitación. De hecho también había desayunado, solo quedaba mi desayuno en una bandeja. Mientras tomaba mi ducha, Hazza entró al baño.
-Qué haces?
-Me voy a cepillar los dientes?
-Harry! Me estoy bañando.
-Y?
-Salte!
-No te estoy viendo nada y ayer te vi en ropa interior. Cuál es tu problema?
-Esta bien pero ya quiero salir, pasame una toalla.
-Toma.-dijo Hazza pasandome la toalla.
-Gracias.-dije y comencé a secar todo mi cuerpo.-Terminaste?
-Casi.
-Jamás vi a alguien tan lento como tú.
-Quieres que te pase la ropa interior?
-Por favor y gracias.
-Toma.-dijo y me la pasó. Cinco minutos después él salió del baño y yo lo seguí. Me terminé de vestir y desayune. Me cepille los dientes y regresé a donde Harry.
-Nos vamos?-dijo.
-Sí
-Vamos por un taxi. Tienes la dirección de Ana?
-Sí, aquí esta.-dije y ambos salimos de la habitación. Bajamos y 10 minutos después ya estábamos en la taxi. Hazza le dio la dirección al taxista. Media hora después llegamos a la nueva casa de Ana. Habían dos pequeños rubios y se metieron en la casa al vernos. La casa estaba a orillas de la playa, bueno la playa quedaba como patio trasero. Era de madera, pintada de blanco y azul. Muy bonita.
-Quiénes son?-dijo una mujer pelirroja, muy alta y con buen cuerpo. Tenía el cabello hasta la cadera y los ojos azules con un toque de gris.
-Somos amigos de Ana y la estamos buscando.-dije.
-Soy Rebecca, la hermana mayor de Ana. Le voy a avisar que están aquí, pasen y tomen asiento.-dijo Rebecca y se fue. Al minuto, Ana, salía de una habitación que estaba en el primer piso. Al verla ambos nos quedamos inmóviles. La vida había sido cruel. Nuestra amiga estaba atada a una silla de ruedas.
-Hola Ana!-dije y la abracé.-Te extrañe demasiado.
-Te extrañamos.-dijo Hazza y la abrazó tan pronto yo la solté.
-Yo también los extrañe demasiado, no saben cuanto.-dijo Ana con una sonrisa en su rostro. Aquella sonrisa que siempre llevaba.
-Cómo estás?-dije.
-No me puedo quejar, sigo viva.
-Cómo te pasó esto?
-Un accidente automovilístico por culpa de un hombre ebrio. Pero lo bueno es que me quedan esperanzas, los médicos aseguran que algún día podre caminar de nuevo.-dijo Ana con ese brillo en los ojos que solo una persona llena de fe y esperanza te puede mostrar.
-Segura?-dijo Hazza.
-Sí, Harry, muy segura.-dijo Ana y todos nos quedamos en silencio.-Cuanto tiempo estarán aquí?
-No menos de un mes.-dije.
-Ya son novios?-dijo Ana.
-Ya quisiera, pero al menos puedo besarla.-dijo Harry y Ana sonrió.
-Tengo una casa, a tres de esta, quédense ahí. Yo no la estoy usando. Tiene tres habitaciones, tomen una para ustedes.
-Chicos...
-Qué no nos haz dicho?-dije.
-A mi hermana le han detectado cáncer, no le dan mas de 6 meses y desde que se divorció de su esposo, Joseph... él renunció a todos sus derechos. Mi hermana ya habló con todos los abogados y eso. Los niños van a vivir conmigo pero yo no puedo tenerlos si sigo en inválida.
-Y? Sabemos que hay algo mas, Ana.-dijo Harry.
-Necesito que ustedes tomen la custodia de mis sobrinos hasta que yo me recupere. Por favor.
-Esta bien.-dijo Harry.
-______?
-Sí.-dije y Ana llamó a Rebecca. Ambas nos decían que estaban eternamente agradecidas.
-Gracias, confio en que mis niños estarán en buenas manos y por favor díganme Becca.-dijo Rebecca y besó la mejilla de Harry, luego la mía.-Iré a ver que hacen Troy y Jackson.
-Esta bien.-dijo Ana.-Otra cosa mas, cómo está Liam?
-Mal, está devastado por tu partida.-dijo Harry.
-Debí quedarme a su lado cuando me lo pidió.
-Aún lo amas?-dije.
-Claro que sí, él es el amor de mi vida.
-Entonces déjame entregarle la carta y decirle donde estas, que venga verte, que te busque.-dije.
-No, aún no, cuando yo lo supere pues que me vea.
-Pero tú me dijiste que cuando estuviera devastado le diera la carta.
-Eso sí pero no le digan donde estoy. También le pueden hablar de todo lo que pasa aquí, la situación de mi hermana, la mía y la de mis sobrinos pero no le digan que vivo en Australia.
-Yo no hablaré.-dijo Harry.-Te lo prometo.
-Yo tampoco diré donde estas.-dije.
-Prometelo, por favor.-dijo Ana, casi en un ruego.
-Prometido.
-Gracias.
-No importa, para eso estamos los amigos.
-Bueno vamos a celebrar que estamos juntos y tengan.-dijo tomando unas llaves de una pequeña mesa de la sala.
-De qué son?-dijo Harry mientras las tomaba.
-Su nuevo hogar, al menos por ahora.
-Gracias.-dijo Harry.
-Vayan y busquen sus cosas para que se instalen.-dijo Ana. Harry y yo asentimos y salimos a la calle. Claro antes no despedimos y aseguramos regresar. Ya saben, subimos al taxi, llegamos al hotel, recogimos nuestras pertenencias, Hazza pagó el hotel y volvimos a la casa de Ana.
-Anden, se instalan y vuelven.-dijo Rebecca.-Vamos a cenar todos juntos.
-Gracias por permitir que nos quedemos en la casa.-dije.
-No importa, eso es lo de menos.-dijo Ana. Harry y yo sonreimos. Luego caminamos hasta la casa que Ana nos prestaria. Nos acomodamos y tal y como prometimos volvimos con Ana y Rebecca.
-Les gustó la cena?-dijo Rebecca.
-Sí.-dijimos al unísono, incluso los niños.
-Vamos a la playa.-dijo uno de los niños.
-Vamos.-dijo Ana y el pequeño se subió a la silla con ella. Era extraño que ninguno hubiera preguntado quienes éramos. Todos salieron y nosotros dos los seguimos. Había un pasillo desde la cocina hasta la parte trasera de la casa. Al fondo había una puerta. Rebecca abrió, la brisa entró y los rayos del sol iluminaron el lugar. Se veían las olas y la arena, tomé la mano de Hazza y ambos corrimos hasta la playa.
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Del odio al amor [Harry Styles y tú]
Fiksi Penggemar_____ Anderson, ese es mi nombre. Harry Styles, el chico que odio? No lo sé! De todas formas jamás creí en eso de que del odio al amor hay un solo paso, así que no puede ser amor lo que estoy empezando a sentir, aunque...¿Será él? ¿Será Harry Styles...