Alessandro…
Siento terror cuando la veo desplomarse, corro rápidamente hasta ella para tomarla en mis brazos evitando que se golpee.
- ¡Axel, Jacobo! – grito tomándola en brazos saliendo de la habitación a la oficina donde los encuentro de frente. – que me esperen en la clínica – digo tratando de pasarlos pero Jacobo me detiene.
- Llévela con la señora Alicia – dice observando su bello rostro golpeado – la señorita sufre de migrañas fuertes desde que estaba en la universidad – me informa y yo lo observo curioso – mezclo café, coca cola y Redbull.
- Voy a llevarla a la clínica – salgo con ella en brazos rumbo al ascensor.
- No le gustan los hospitales – dice antes de que las puertas del ascensor se cierren. La observo y toda la furia que sentí al verla en brazos de ese idiota se esfuma. Sonrio al verla y pensar que esa hermosa pequeña que fue mi primer amor, ahora es mi esposa y que la belleza de esa muñeca viviente solo incrementó con los años.
Cuando llego al estacionamiento veo que mi chófer ya tiene listo para mi el auto, me subo con cuido y justo cuando el auto se pone en marcha suena mi celular.
- Alicia – contestó observándola
- Tráemela de inmediato – dice preocupada
- Voy a llevarla a la clínica – respondo
- Alessandro, no quieres verme enojada – responde del otro lado de la línea – solo hay dos personas en el mundo que conocen a Zafiro mejor que ella misma. Una soy yo y la otra murió hace unas semanas. Así que por tu bien tráeme a mi niña. – sin más cuelga y yo veo que el chófer toma el camino hacia nuestro apartamento. Observo a mi esposa y me sorprendo de que no me canso de hacerlo.
- Vas hacerme encanecer más pronto de lo que creí – acaricio su bello rostro y beso su frente- no dejarás espacio en mi cabello para cuando tengamos hijos.
- Hemos llegado señor – me informa haciendo que levante la mirada dándome cuenta que estamos en el estacionamiento.
- Tráeme un médico lo más pronto posible – digo cuando bajo del auto.
- No es necesario – dice mi esposa escondiendo su rostro en mi cuello – mi nana sabe que hacer, solo no me hagas enojar mucho. – siento como el alma me vuelve al cuerpo al escucharla mientras beso su frente.
- No permitas que otro hombre se acerque a ti – digo entrando al ascensor pegándola más a mi cuerpo – me diste un susto de muerte.
- Tratare de hacerlo durante un año – dice débilmente y yo sonrió.
- Eso ya lo veremos – respondo justo cuando las puertas se abren dejándome ver a Alicia.
- Llévala a la habitación – dice mientras camino y ella a mi lado desviándose hacia la cocina. La llevo hasta nuestra habitación y la dejo suavemente sobre la cama.
- ¿Dónde están mis zapatos? – pregunta y yo la observo, camino hasta el closet para tomar una pijama. Vuelvo con ella y veo que Alicia ha bajado las persianas.
- ¿La golpeaste? – pregunta Alicia furiosa viniendo hasta mi.
- Nana, fue un accidente – dice justo cuando Alicia está por lanzarse sobre mi. – fue Bastián, pero fue un accidente. – explica haciendo que la fiera frente a mi retroceda – ayúdame a cambiarme, nana.
- Yo lo hago – respondo acercándome a ella.
- Vete a trabajar – dice Alicia ayudándole a levantarse.
- Yo me quedo con ella – respondo quitándome el saco del traje.
- Voy a traer su té y medicamento – dice Alicia saliendo de la habitación dejándolos solos.
- Estoy bien – dice mi esposa desnudándose – solo necesito mi medicamento, un té que me hace mi nana, un baño y oscuridad.
- Me contarías por qué hiciste esa mezcla- la tomo en brazos para llevarla al baño poniéndola sobre el lavado para luego bajar las persianas y poner a llenar la bañera mientras le curó la herida que le dejó el golpe de ese imbécil.
- Estaba en mi último año, no se si sabes pero hice tres carreras al tiempo – dice riendo lo que hace acelerar mi pulso.
- ¿Tres? – pregunto sorprendido tomando un hisopo - ¿Cómo?
- Dos presenciales y una a distancia – dice orgullosa lo que me hace sonreír - ¿te sorprendí?
- Nunca desde que te conocí haz dejado se hacerlo – respondo besando su frente para luego tomarla en brazos y llevarla a la bañera.
- Justo lo que necesito – cierra los ojos y juro que nunca he visto nada más hermoso – métete conmigo.
- Dijiste que me querías lejos – digo sentándome en el borde de la bañera.
- Pero en este momento quiero tu cercanía – dice observándome con sus hermosos ojos que me desarman.
- ¿Segura? – pregunto poniéndome de pie para comenzarme a desnudarme.
- Si – sus ojos me escanean mientras deshago de casa una de las prendas hasta quedar desnudo - ¿te quedarías conmigo?
- Llamaré a nuestros asistentes – dijo buscando una toalla pero ella me toma de la mano.
- Luego – dice de forma seductora. Vuelvo a la bañera viendo como ella se mueve para que me ponga tras ella. – estoy es delicioso.
- ¿Cómo esta tu cabeza? – pregunto acariciando sus hombros.
- Tengo un remedio infalible para que se me pase de inmediato – dice dándose la vuelta quedando frente a mi para luego sentarse a horcajadas sobre mi.
- No me hagas esto, Demonio – digo poniendo mis manos en su cintura.
- ¿Demonio? – pregunta sonriendo de forma traviesa mientras comienza hacer fricción con nuestros sexos. – me gusta – comienza a besar mi cuello al tiempo que sus manos recorren mi torso desnudo.
- No me hagas esto, no voy a poderme detener – digo tomándola del rostro para que me observe a los ojos.
- No quiero que lo hagas – responde besándome forma hambrienta abrazándome por el cuello pegándose más a mi cuerpo.
La abrazo por la cintura pegándola lo que más pueda a mi sintiendo su piel erizarse. Subo una de mis manos hasta la parte trasera de su cuello deseando con todas mis fuerzas poderla meter dentro de mi piel.
- Quiero que me folles fuerte – dice sobre mi boca sujetándose a mi como su de una tabla de salvación se tratara.
- Si lo hago ya no podrás divorciarte de mi…
![](https://img.wattpad.com/cover/240021408-288-k370756.jpg)
ESTÁS LEYENDO
SANTIS
Romansaun secreto que le cambiará la vida en un instante. Alessandro jamás creyó que la muerte de su amado padre traería tantas consecuencias a su vida, pero sin importar lo que suceda, a su vida llegará la mejor ee ellas, personificada en unos hermosos oj...