Embarazada

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Zafiro...

- Eso sería todo – digo a las personas frente mí que se ponen de pie para luego salir de la oficina a solas con mi asistente.

- ¿todo bien señora? – pregunta poniendo frente a mí un café de Starbucks.

- ¿Qué opinas de la nueva colección? – pregunto observando la propuesta que eligió Alessandro.

- Es muy personal, señora – responde observándome – pero estoy seguro que todo será un éxito como las anteriores.

- Gracias – digo sonriendo y es que es verdad. Esta colección es muy personal, la hice en honor a mi pequeña familia. Los tonos de la paleta de sombras los nombre jugando con los nombres de las personas importantes en mi vida, igual que el resto de los productos de la colección. Lo más sorprendente es que muchos de los nombres están inspirados en Alessandro. Como el nombre de la misma colección Sanwets. – puedes irte, me quedare un rato más revisando algunas cosas.

- ¿puedo traerle algo de cenar? – sonrió viendo a Jacobo.

- Vete a descansar – digo observando, pero justo en ese momento la puerta de la oficina se abre dejándome ver al magnifico hombre con el que estoy casada.

- Vete a descansar yo me encargo de ella – dice Alessandro acercándose a mí para besarme.

- Que descansen señores – dice Jacobo saliendo de la oficina dejándonos solos.

- ¿Por qué sigues aquí? – pregunta hincándose frente a mi sonriente.

- Amo mi trabajo y tenía varias cosas pendientes que se acumularon con la mudanza – respondo mientras él me abraza por la cintura cargándome hasta sentarme en la mesa. – ¿Qué haces? – lo abrazo por el cuello.

- Voy a follarte aquí sobre esta mesa – responde desnudándome – así cuando este trabajando sobre ella tenga excitantes recuerdos – mi cuerpo reacción a sus palabras.

- Eso me gusta – digo desprendiéndolo prenda a prenda hasta dejarlo desnudo frente a mí.

- ¿te gustaría ir conmigo a Italia? – lo escucho mientras mis manos recorren su torso desnudo que por cierto me encanta.

- ¿Italia?

- Si, debo viajar mañana por una semana y me gustaría que vinieras conmigo – responde hincándose frente a mi mientras me abre de piernas.

- Convénceme – jadeo sintiendo su lengua recorrer mi sexo.

- Te follare durante todo el viaje – dice mientras siento como uno de sus dedos se introduce en mi interior.

- Eso puedes hacerlo aquí – respondo cerrando los ojos dejando que las sensaciones que me provoca me inunden el cuerpo.

- Pero es más excitante si lo hacemos en Italia durante nuestra luna de miel - responde mientras mi espalda se arquea sintiendo unos deliciosos espasmos en mi sexo.

- Ok – jadeo sintiendo como se detiene, pero cuando estoy por quejarme, me toma de las piernas para luego penetrarme de golpe haciendo que lo abrace por el cuello mientras sus movimientos aumentan haciéndome delirar de placer – Alessandro – jadeo mordiendo uno de sus hombros tratando de acallar mis gemidos.

- Me encantas – dice en mi oído mientras mi piel se eriza hasta que llegamos al orgasmo.

- ¿planeas embarazarme? – pregunto sintiendo como se derrama en mi interior.

- Nada me gustaría más – responde observándome a los ojos.

- Creo que ya lo hiciste – digo y él procesa lo que acaba de escuchar. Juro que su expresión al entenderlo hace que mi corazón se ensanche de felicidad.

- ¿estas embarazada? – pregunta sosteniendo mi rostro en sus manos.

- Aun no lo sé, pero desde que nuestro padre murió no me he cuidado y solo contigo he tenido sexo desde entonces – digo y siento que él vuelve penetrarme haciéndome gemir muy fuerte.

- Si no lo estas, voy a follarte hasta que lo estés – dice tomándome del cuello y de la parte inferior de la espalda cargándome hasta llevarme a su escritorio.

- Estás loco – rio mientras me besa el cuello poniéndome sobre mis pies y de un rápido movimiento mi rostro está pegado al cristal de su escritorio.

- Quiero tener excitantes recuerdos en esta oficina para no extrañarte tanto cuando no estés – dice penetrándome de nuevo haciéndome delirar de placer y que me olvide de todo lo que sucede fuera de la oficina.

Dos días después estamos subiendo en el avión privado que nos llevara a Florencia donde estaremos dos días para una reunión en la que Alessandro quiere que participe y de mi opinión. Durante estos días me he sentido agotada, por tanto, pero Jacobo me aseguro que cuando vuelva ya todo estará listo.

Con Alessandro no volvimos a tocar el tema del embarazo, aunque si hemos tenido muchísimo sexo y el que nos espera, no me quejo porque es algo que me encanta. Recuerdo que la noche que tuvimos sexo en su oficina, cuando llegamos al apartamento había una cena romántica esperándonos, pero estaba tan cansada que solo fui capaz de darme un baño para luego caer profundamente dormida. Él no dijo nada al respecto, simplemente estuvo junto a mí siempre.

Alessandro...

La observo dormida frente a mi cubierta por un edredón blanco y sonrió como cada vez que lo hago desde que me confeso que probablemente este embrazada. Esa noche no me importo que me rechazara la cena que había preparado para ella. Lo único que quería era abrazarla, tenerla junto a mí. mientras la observaba dormir no puede evitar tocar vientre y desear con todas mis fuerzas que hubiera un bebé en el. El viaje lo arregle para que fuera nuestra luna de miel, si bien arregle unas reuniones el único propósito del viaje es tenerla solo para mí.

Un hijo con ella sería perfecto ya que sería muy difícil que se alejara de mí, por lo que, si aún no está embrazada, voy hacerla mía hasta que lo este

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Un hijo con ella sería perfecto ya que sería muy difícil que se alejara de mí, por lo que, si aún no está embrazada, voy hacerla mía hasta que lo este. Continúo trabajando en mientras ella duerme, pero simplemente no puedo concentrarme, así que cierro el portátil y voy hasta ella tomándola en brazos para llevarla a la habitación donde me acuesto junto a ella.

- Alessandro – susurra aun dormida lo que hace que sonría como idiota.

- Te amo hermosa y juro que voy hacer que te enamores de mi. 

SANTISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora