Consecuencias

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Alessandro…

Observo a mi esposa muy intrigado mientras nos acercamos a la casa de mi madre, la por cierto no ha dejado de llamarme para que solucione el inconveniente con el banco. Pero es algo que pasó a segundo plano al momento que mi esposa me necesitó.
- Te amo – dice ella de repente sacándome de mis pensamientos al llegar a la verja de entrada de la mansión West – no lo dudes ni por un instante – la observo confundido ya que no comprendo a lo que se refiere.
Rápidamente el auto se estaciona en la entrada de la casa. El chófer viene abrirnos la puerta justo cuando Jacobo y Bruno bajan del otro auto. Veo a Zafiro caminar a paso decidido al interior de la mansión una vez que Sandra el ama de llaves abre la puerta.
- Señorita no puede pasar – escucho a la mujer hablarle a mi esposa pero al verme suspira aliviada.
- Tranquila, es mi esposa – digo pasando por su lado consiente de saber donde se encuentra mi madre, pero al parecer mi esposa también lo sabía por que al llegar al salón privado de mi madre la veo de pie mientras Zafiro camina hacia ella propinándole una sonora bofetada.
- Zafiro – corro hasta ella mientras veo que mi madre va a devolverle el golpe, pero la detengo sujetando su mano – ni se te ocurra.
- Voy a llamar a la policía – dice mi madre furiosa tomando su celular – te voy a demandar, maldita bastarda.
- Hazlo – responde mi esposa adoptando una pose de superioridad que no había visto en ella – pero te juro que la que saldrá perdiendo de las dos serás tú.
- Pero que dices bastarda
- Hablo, de que fuiste tan cruel y despiadada que no tuviste compasión de un bebé, que jamás te hizo nada. – inquiere mi esposa mientras un par de lágrimas ruedan por sus mejillas – yo también te quitaré lo que más amas.
- ¿De qué hablas? – pregunto a mi esposa ya que no tengo idea de lo que habla.
- De que esta mujer – señala a mi madre y puedo ver en sus ojos el odio latente que siente en este momento – es la causante de matar a nuestro hijo y que yo jamás pueda tener hijos.
- ¿Qué? – me vuelvo a ver a Kristen quien ríe cínica mientras la observaba, lo que me deja ver que es verdad - ¿es verdad?
- No hay forma que puedan comprobarlo – responde con superioridad que mi esposa le borra de una bofetada.
- ¿Segura? – pregunta mi esposa mientras Jacobo le entrega un celular y de el en instante después comienza a escucharse la voz de Kristen.

Me quitaste algo que me favorecía y ahora yo te quitaré algo que realmente amas”

- Eso no prueba nada – responde mi madre con una sonrisa triunfante – ese audio puede interpretarse de muchísimas formas.
- No te preocupes, que hay otras pruebas de donde vino eso – responde mi esposa desafiante.
- Jamás lograrás que eso suceda – la burla en su voz hace que comience a sentir odio – tengo muchísimo dinero para comprar mi libertad e impunidad.
- ¿Estas segura de eso? – pregunta mi esposa caminando hacia Bruno que le entrega una carpeta negra, cuando vuelve a mi lado me observa a los ojos antes de decir – lo siento.
- ¿Que sucede? – pregunto observándola pero ella observa a Kristen.
- ¿Con qué dinero pretendes enfrentarme en un juicio? – pregunta mi esposa desafiante – hasta donde tengo entendido, no tienes un centavo.
- Tu – Kristen la señala con el dedo - ¿Qué hiciste desgraciada?
- Anular la cláusula que dejó mi padre – responde mi esposa haciendo que me separe de ella de golpe.
- Imposible – responde mi madre observándome – solo podrías hacerlo si…
- Nos divorciamos – inquiero sorprendido observándola, pero su mirada me revela la verdad – el problema de Kristen con los bancos es por la anulación de la cláusula y si la cláusula se anuló significa que… - la observo atento a su reacción- que estamos divorciados. – Zafiro asiente lentamente con la cabeza mientras sus ojos se llenan de lágrimas – imposible – respondo ya que yo jamás he firmado nuestro divorcio.
- Aquí está tu firma, Alessandro – dice Kristen haciendo que desvíe la mirada.
Le arrebató la carpeta en la que efectivamente se encuentran los papeles de divorcio y efectivamente se encuentran firmados por los dos.
- Que tonta eres – escucho a Kristen burlarse de mi esposa – ahora Alessandro es dueño de todo. Ustedes firmaron separación de bienes y renunciaste a la herencia West.
- Y se que hará lo correcto… - comienza a decir Zafiro pero la interrumpo.
- En eso te equivocas, Kristen – digo observándola con odio y una fuerte opresión en el pecho – si bien firmamos dichos acuerdos, yo los destruí sin hacerlos efectivos – veo su rostro transformarse de la burla al terror – Zafiro West, en este momento es dueña de absolutamente todo lo que me pertenece.
- Alessandro – jadea la mujer que amo y quién acaba de traicionarme.
- Hijo – dice Kristen a modo de súplica pero lo único que quiero es salir se aquí.
- No quiero saber nada de ti – la señaló furioso y dolido por lo que Zafiro hizo – jamás me consideraste un hijo, solo fui un objeto para presumir, jamás te interesaste en mi hasta que viste que podía servirte. Yo te consideraba mi madre a pesar de todo, pero matar a mi hijo, es algo que jamás podré perdonarme.
Sin más me doy la vuelta dispuesto a irme pero Zafiro me detiene de un brazo.
- Suéltame – le digo observándola con dolor – no quiero volver a saber de ti.
- Alessandro
- Así como tomaste esa decisión sin decírmelo y traicionarme, así mismo podrás asumir las consecuencia. – sin ser brusco me libero se su agarre saliendo de allí con el corazón destruido por lo que acaba de suceder.

Zafiro…

Lo observo salir de allí sin mirar atrás, el nudo en la garganta que siento al saber que el precio que debo pagar por lo que hice será muy alto, pero sin con eso puedo liberarlo de Kristen, soy feliz de pagarlo.
- No va a perdonarte – dice Kristen con superioridad – en unos días se le pasará la pataleta y me apoyará. Por lo que nada de lo que hiciste sirvió.
- No estés tan segura de ello…

SANTISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora