Llego a la empresa pensando en las palabras de mi nana. ¿Por qué acepte el chantaje de Alessandro? No había pruebas y si él las presentaba sería fácil desestimarlas. Entonces ¿Por qué me casé con él? Me pregunto mientras camino hacia el ascensor privado de Alessandro ya que debo ir a su oficina para entregarle lo que me pidió.
Cuando las puertas se abren en el último piso, me encuentro de frente con Kristen que al verme endurece la mirada.
- Voy a destruirte, tenlo por seguro – me dice cuando salgo del ascensor.
- Quisiera verte intentarlo – digo pasando por su lado dejándola atrás. Preocupada entro directo a la oficina de mi esposo pero no lo veo allí.
Saco mi celular para llamarlo pero antes de hacerlo desvió la mirada hacia el enorme ventanal cuando lo veo. Camino hacia la terraza encontrándolo allí observando la ciudad con manos en los bolsillos.- Hola – digo acercándome a él abrazando su cintura por la espalda.
- Te esperan para que conozcas tu nueva oficina- dice llevando sus manos hacia atrás para abrazarme mientras subo mis manos a su pecho.
- ¿Quieres que me vaya? – pregunto un poco molesta por que dijo.
- Es algo que jamás quiero que pase – dice y se que lo que sea que le haya dicho Kristen lo afecto.
- Entremos, esta haciendo frío – digo caminando hacia atrás lentamente arrastrándolo conmigo haciéndolo reír.
- Vamos a caernos – dice divertido deteniéndose separándose de mi para darse vuelta y verme de frente abrazando por la cintura. – te amo – dice cargándome haciendo que le rodee la cintura con los piernas.
- Encontré mi muñeca – digo mientras el camina conmigo hasta su escritorio donde me sienta y él en su silla.
- Tiene muchísimo valor para mi – dice tomándome de la mano suavemente. – igual que tu – lo noto muy afectado aunque me regala una radiante sonrisa. Me bajo de la mesa poniéndome de rodillas frente a el que me observa con un dedo sobre su boca.
- Podemos seguir fabricando bebés – digo mientras desabrochó su cinturón y pantalón bajándolo lo suficiente para sacar su más que listo miembro. Me pasó la lengua por los labios sin apartar los ojos de los suyos.
Tomo en mis manos su miembro viendo como su mirada se oscurece.
- ¿Qué haces? – pregunta poniendo sus manos en mi cabeza mientras pasó mi lengua por toda su longitud sintiéndolo tensarse.
- Ser la mejor de las esposas – dijo para luego comenzar a chuparlo pero justo en ese momento tocan la apuesta.
- ¡LARGO! – grita mientras comienza a guiar mis movimientos sobre su miembro.
- Disculpe señores…– escucho la voz de mi asistente.
- ¡LARGO! – vuelve a gritar cuando comienzo acariciar sus testículos mientras aumento la velocidad en mis movimientos tratando de seguir el ritmo de las embestidas se mi esposo hasta que lo siento tensarse y sujetar más fuerte mi cabello.
- Zafiro – jadea echando la cabeza hacia atrás justo cuando se entierra en lo más profundo de mi garganta eyaculando. – amor – dice con la respiración acelerada. Me limpió los labios mientras me pongo de pies para besarlo. – que bárbara, mujer – dice tomándome de la cintura para sentarme en su regazo – yo deseando que tengamos hijos y tu tragándotelos – estallo en una sonora carcajada para luego besarlo.
- Debo irme, tengo una reunión- digo tratando levantarme pero él me lo impide.
- Quiero metértela – dice en mi oído haciéndome estremecer.
- No puedo, me están esperando - digo moviendo mis caderas suavemente haciendo fricción en su miembro – me quiero que me la metas en el sillón colgante.
- Me prendes muchísimo escucharte hablar así – dice mordiendo mi cuello mientras me da una fuerte nalgada que resuena por toda la oficina – vete antes de que te encierre y no puedas trabajar. – Lo beso antes de ponerme de pie.
- Lo que dije fue enserio – mi esposo me regala una sonrisa traviesa.
- Soy todo tuyo – dice señalándose – te estaré esperando.
- Puedo ayudarte con el estrés- le guiñó un ojo mientras tomo mi bolso.
- Vete antes de que te secuestre – dice y el tono ronco de su voz me enciende – te amo y no tardes por que voy por ti. – le lanzo un beso antes de salir de la oficina sonriendo por lo que acaba de suceder. Una vez fuera voy hasta el de Axel que parece dirigirse a la oficina de mi esposo.
- Cancela todo lo que Alessandro tenga agendado – digo poniéndome frente a ella – si es algo muy urgente, yo me haré cargo.
- Por supuesto señora – dice ella entregándome el iPad.
- Si el llega a decir algo, le dices que yo lo ordene – inquiero caminando al ascensor por que mis empleados me esperan. – tomate el día, luego de que canceles todo los pendientes de hoy. – me adentró al ascensor revisando la agenda de mi esposo.
Al llegar al piso donde se encuentra mi oficina quedo fascinada al ver el resultado final de las renovaciones. Al estancia principal es todo de valor blanco con detalles grises.
- Hermoso – digo caminando viendo a mi secretaria que se pone de pie para saludarme.
- Bienvenida, señora Santis – me saluda en el mismo momento que aparece Jacobo.
- Buenos días señora – me saluda extendiendo su mano para tomar mi bolso.
- ¿Me están esperando? – camino junto a él rumbo a la sala se juntas.
- Si señora – me abre la puerta sonriéndome.
- Quiero que llames a Bruno, el abogado de mi padre – al entrar sonrio al ver el hermoso lugar. – dile que quiero verlo aquí cuando acabe esta reunión.- Por supuesto señora – responde guiándome a mi lugar a la cabeza de la enorme mesa.
- Buenos días
La reunión transcurre sin inconveniente alguno por lo que dos horas después la doy por terminada. Mientras mis empleados salen de la sala, reviso mi celular viendo algunos mensajes de mi esposo.
“Gracias amor, lo necesitaba”
- Buenas tardes señora Santis – escucho la voz de Bruno lo que me hace levantar la mirada mientras suspiro.
No se hasta que punto me importa Alessandro, pero si se que me importa y por ello no quiero que siga siendo manipulado por una víbora como Kristen West, así que lo que estoy por hacer puede dañar mi relación con Alessandro para siempre.
- Hola Bruno- saludo indicándole con la mano que tome asiento – te cite aquí hoy por que quiero pedirte algo.
- Lo que desees Zafiro – responde observándome atento.
- Quiero divorciarme de Alessandro…
ESTÁS LEYENDO
SANTIS
Romansaun secreto que le cambiará la vida en un instante. Alessandro jamás creyó que la muerte de su amado padre traería tantas consecuencias a su vida, pero sin importar lo que suceda, a su vida llegará la mejor ee ellas, personificada en unos hermosos oj...