La observo a través de la ventana observando el mar frente a nosotros. Hace dos semanas que ocurrió el ataque y aunque mi esposa ya se encuentra bien físicamente, no puedo llegar a imaginar el dolor que siente.
Aunque a mi también me duele la forma tan cruel y despiadada que perdimos a nuestro bebé, dicen que el dolor de una madre es inimaginable así que entiendo por lo que esta pasando mi esposa.
Luego que le dieran de alta en la clínica decidimos quedarnos en Los Ángeles unos días más para que ella pudiera descansar. Pero desde entonces sólo llora y se encierra todo el día, excepto en las mañanas que sale a ver el amanecer en la terraza que hay fuera de nuestra habitación.
- ¿Qué debo hacer? – pregunto a Alicia que se encuentra tras de mi.
- Amarla – responde una mano sobre mi hombro.
- Gracias – digo besando su frente para luego ir con mi esposa. Al llegar junto a ella me siento a su lado.
- ¿Qué haremos ahora?- pregunta bebiendo un poco de la copa que tiene en su mano.
- Seguir con nuestra vida juntos – la abrazo mientras ella continúa bebiendo – vamos a estar bien.
- ¿Por cuándo tiempo? – me observa a los ojos y veo como las lágrimas inundan los suyos – no puedo darte hijos y eso es muy injusto para ti. – veo como las lagrimas ruedan por sus mejillas.
- Lo injusto sería estar sin ti – respondo abrazándola mientras rompe en llanto haciendo que mi pecho duela – hay otras opciones, podemos adoptar.
- No seria igual – dice separándose de mi – me destroza no poder darte un hijo como tanto lo deseas.
- Lo que yo más deseo en el mundo es tenerte junto a mi – la tomo del rostro para que me vea – eres mi todo y si no quieres adoptar. Esta bien, seremos tu y yo el resto de nuestras vidas. – digo tratando de controlar lo que siento al ver el inmenso dolor reflejado en sus ojos. – eres mi vida entera, te amo más que nada en el mundo.
- Te amo – responde abrazándome fuerte.
- El responsable de esto lo va a pagar – digo tomándola de la cintura para sentarla en mi regazo.
- De eso me encargaré yo – dice con muchísima seguridad mientras me pongo en pie par llevarla a la habitación- es hora de volver.
- Aún es pronto – digo mientras la dejo sobre la cama.
- Hay algo que debo solucionar – dice mientras la cubro con una manta antes de que ella cierre los ojos quedándose dormida.
- Eres todo en mi vida – digo besando su cabeza antes de ponerme en pie para ir a preparar nuestro viaje.
Durante el resto de la mañana hago los arreglos para volver a Nueva York, por lo que cuando vuelvo a la habitación ella ya se encuentra lista para el viaje.
- ¿En cuánto tiempo nos viajamos?- pregunta mientras yo me deleitó con su belleza. Esta enfundada en un vestido negro con detalles dorados y unas botas largas de tacón del mismo color del vestido. Se maquillo ocultando de esa forma la tristeza aunque sus hermosos ojos la reflejan.- En media hora – respondo acercándome a ella – voy a darme una ducha.
- Voy hacer una llamadas – responde besándome para luego salir de allí.
Zafiro…
Salgo de la habitación en busca de mi nana para preguntarle de mi celular. Recorro la casa que ha sido testigo de mi dolor durante las últimas dos semanas, pero ese dolor se ha ido transformando en odio, un odio latente y dirigido a una sola persona. Kristen West.
- Mi niña – dice mi nana viniendo hacia mi - ¿cómo estas?
- Lista para volver – digo observándola - ¿sabes donde esta mi teléfono?
- Cariño, deberías tomarte un poco más de tiempo y recuperarte por completo – dice ella entregándome el celular.
- Eso no hará que mi bebé vuelva o que exista la posibilidad de tener hijos – digo molesta a lo que ella viene abrazarme ya que mis ojos se llenan de lágrimas. – eso no hará le de una vida perfecta a mi esposo.
- Recuerda que el también lo perdió y durante estas dos semanas lo has dejado de lado – dice ella en mi oído- eso es injusto.
- ¿Que haría yo sin ti? – digo besando su mejilla separándome de ella para llamar a Bruno.
- Zafiro – dice al contestar
- En unas horas estaré en Nueva York, por lo que quiero que tengas todo listo – digo mientras camino hacia el enorme ventanal que da vista al mar.
- Deberías tomarte un poco más de tiempo – dice y yo siento una opresión en el pecho.
- Tiempo – repito sarcástica y con un enorme nudo en la garganta – daría todo lo que tengo por poder retrocederlo. – siento una lágrima rodar por mi mejilla. – quiero que tengas todo listo para cuando llegue. – sin más cuelgo dejando que las lagrimas salgan libremente.
Pongo las manos sobre mi vientre sintiendo como el miedo me abruma. No se que sucederá ahora, tengo miedo de lo que pueda suceder con Alessandro. Se que ahora me da todo su apoyo pero que sucederá en unos años, cuando él desee una familia y yo no pueda dársela. Mientras acaricio mi vientre siento un poco de dolor al rozar las heridas que dejo el cuchillo y las cuales no quise borrar ya que son un recordatorio de la crueldad de las personas.
Instantes después llega mi esposo listo para irnos y luego de cinco horas de vuelo aterrizamos en Nueva York a última hora de la tarde. Cuando bajamos del avión veo que Jacobo y Bruno ya los esperan.
- Buenas tardes señores – nos saludan pero yo solo sonrio para después entrar a la camioneta.
- Debo hacer algo, nos vemos luego – digo a mi esposo, pero él frunce el ceño subiendo a mi lado.
- Voy contigo – dice él observándome – sea lo que sea que vayas hacer quiero estar contigo.
- Créeme, cuando lo descubras vas a odiarme – digo mientras el auto se pone en marcha.
- ¿A dónde vamos?
- A ver a Kristen¡Amores ÚLTIMOS capítulo!!!
Recuerden seguirme en Dreame.com como Merlizwatt. Los amo 🖤😘
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SANTIS
Romanceun secreto que le cambiará la vida en un instante. Alessandro jamás creyó que la muerte de su amado padre traería tantas consecuencias a su vida, pero sin importar lo que suceda, a su vida llegará la mejor ee ellas, personificada en unos hermosos oj...