HUGO.
Ella dormía tranquila en mis brazos, ambos en aquel sillón y un poco tapados.
Me levanto despacio para hacer unas llamadas, sabía que ella no estaba bien y no era porque eran tiempos difíciles.Señor.- escuché a través del móvil.
Hazme un repaso desde que Eva entro a trabajar hasta que salió.- dije en mi habitación y mire a través del ventanal.
Ha sido una mañana normal, solo al salir se choco con un hombre, luego se subió rápido a un taxi.- soltó.
Y cómo vestía aquel hombre, viste algo raro.- pregunte.
Pantalón ancho, camisa adentro, como un tipo grande.- soltó y pensé.- algo esta mal señor.- pregunto.
No, solo mantenla vigilada, no me fio mucho de un hombre así.- dije.
Entendido.- soltó y corte.
Por eso estaba nerviosa? Pensé mientras no quitaba mi vista de la ciudad.
Hugo.- escuché a mis espaldas y me sobresalte. Me giré a verla con su carita de dormida.- me has dejado sola.- soltó y sonreí mientras me acerque.
Es que no tenía mas sueño y estabas tan tranquilita que no quería despertarte.- solté y la abracé.- estás mejor.- pregunte mirándola y asistio.
Creo que ya debería irme a mi casa.- soltó mirándome.
Por.- pregunte.- porque no vamos a buscar ropa para mañana y te quedas hoy conmigo.- solté.
Hugo, no hace falta, solo fue un bajón.- soltó mirándome con una sonrisa.
Pero si yo no te lo digo por eso.- solté.- bueno si, pero también porque me gusta pasar tiempo contigo.- dije mirándola.
Eres tan cursi.- soltó mientras me sonreía.
Pero te encanta.- solté sonriendo.
Claro que si.- dijo y pasó sus brazos al rededor de mi cuello.- a mi también me gusta pasar tiempo contigo.- dijo.
Entonces no se dice mas, hoy te quedas conmigo.- solté y ella se acercó a besarme.
Luego fuimos a buscar sus cosas, pasamos por un lugar y paramos a merendar. Cada día descubría algo nuevo, aunque nunca iba a descubrir su pasado, estaba seguro que jamás me lo diría. Luego llegamos a mi casa y se fue a duchar. Me contuve todo lo que pude por no ir con ella y darle su espacio. Termine de fumar en el balcón y me quede allí sentado.
En que piensas tanto.- pregunto apoyada en el marco del ventanal.
Ahora mismo mi pensamiento cambió.- solté mirándola y reímos.- te parece salir así.-la mire, su pelo mojado ya desenredado y de bata.
Me apetece sacármela aquí, delante de la ciudad.- soltó sonriendo.
Ni se te ocurra.- gruñí.
Por qué no.- pregunto mirándome y se desabrocho el cinto.
Eva.- la mire negando.
Que aguas fiestas.- soltó entrando y la seguí rápido. Cerré y la agarré por detrás para besar su cuello.
Acaso me quieres volver loco.- pregunte en su cuello.
Tal vez.- soltó y giro para besarme.
Su bata ya estaba desatada, mis manos tuvieron el previlegio de tener contacto directo con su piel. Me hizo sentar sobre la cama allí pasó sus piernas a cada lado.
Pensé que vendrías a la ducha conmigo.- soltó besando mi cuello.
Quería pero me limité.- suspire mientras mis manos recorrian su espalda por adentro de su bata.
No lo hubieras echo.- soltó y mordió mi oreja, sentía que iba a morirme.
Volvió a juntar nuestras bocas, gimió al sentirme y sacó mi remera. Mi móvil empezó a sonar, quise ignorarlo pero otro tono apareció. Ella me sacaba las manos para que no atienda mientras nos besábamos.
Hola.- solté frustrado y ella fue hacia mi cuello.- hermosa, cómo estás.- solté y ella me miro fijo.- anaju, no te escucho bien, sal de donde estés.- rei y Eva salió de encima mío. La mire raro y se fue hacia el baño con su ropa.- ahora si, dime.- dije mientras me tiré en a cama para escuchar aquella chica.
Nos conocíamos hace años, era la novia de Rafa, pero se dedicaba a algo parecido a lo mío, siempre compartíamos contactos cuando teníamos estos casos. Escuché la puerta abrirse y ella salió cambiada, pero se fue de la habitación. Termine de hablar con anaju y la busqué, estaba en el sillón. Me senté a su lado y no me dio bola.
No estábamos en algo nosotros.- susurre cerca de ella y se alejó.- Eva.- solté.
No.- soltó sería mirando su móvil.
Qué sucede, dije algo que no te gusto.- pregunte mirándola.
Ya terminaste de hablar.- pregunto mirándome.- hermosa.- hizo burla y reí.
No me digas que estás celosa.- solté mirándola y se paró yendo a la cocina.
No.- dijo.
Claro.- rei.
Hugo, en serio no me molestes.- soltó, se notaba que estaba furiosa.
Giro para servirse agua, pero no iba a dejar así tan fácil.
Sabes, me encantas más ahora.- susurre abrazándola por detrás, me apreté bien en ella y acaricie su cintura.- me encantas que te pongas celosa sin saber quien era.-solté besando su cuello.
No estoy celosa.- soltó.
No.- pregunte.
Debo estarlo.- me miro de costado y no respondí, solo junte nuestras bocas.
Se dio vuelta pero no nos movimos de allí. La subí a la mesada, su piel se erizo por lo frío que estaba.
No debes estarlo.- susurre en su oído.
Lo estoy igual.- dijo agarrando mi cara para juntar nuestras bocas.
No nos importo el lugar, nos adaptamos rápido y lo volvimos cómodo. La poca ropa que había desapareció y ambos entregamos mucho del otro.
Sigues celosa.-pregunte cuando ya estábamos acostados en el sillón.
Claro, que te piensas.- dijo y la mire riendo.
No debes preocuparte.- solté y solo acaricio mi nuca.
Me encantaba esto, era un descubrimiento día a día, pero muy en el fondo sabía que estaba mal y me daba miedo.
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Entre balas.
Teen FictionEva era una chica normal, ahora escapa de su pasado. Hugo hará su trabajo para ayudarla. Sin saber lo que se venía, sin esperar aquellos sentimientos que iban aparecer entre balas.