34.

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Habían sido dias raros, donde todo era nuevo para nosotros. Donde los tiempos de cada uno habían cambiado, donde todo tenía que tener la atención aquel bebé. Estábamos un poco cagados de miedo, para que mentir, ninguno sabía cómo criar a un hijo, pero juntos lo íbamos a poder lograr. Hugo llega con la leche preparada mientras habla por su celular, le sonrió en forma de agradecimiento y se vuelve a ir. Estoy por dársela a Santi cuando veo que no es apto. Aún tiene los grumos de leche sin batir. Niego mordiendo mi labio y dejo a Santi un segundo en la cama. Abro la mamadera para ver si se excedió o solo falta agitar. Lo agarro y bajo con el, efectivamente se excedió. Lo dejo en el coche con un juguete, debo preparar otra. Luego de unos minutos el ya está en mis brazos disfrutando de su alimento. El se duerme y lo dejo en el cochecito, debo hacer cosas aquí abajo.

Amor, fíjate la próxima, te excediste, otra vez.- le digo cuando aparece en la sala.

Lo siento, es que me estaba picoteando la cabeza por el móvil y intenté hacerlo rápido.- negué.- lo siento.- asistí sonriendo.- a quien habrá salido tan dormilon.- pregunto cuando lo ví descansando.

A ti claramente.- solté y reimos despacio.- mañana voy a dejártelo, debo hacer unas cosas importantes, te aviso para que te organices y te vayas preparando.- solté y asistio.

Dudo que me de problemas, es un angelito.- soltó sonriendo.

Ya lo veremos.- dije y seguí ordenando.

Porque no aprovechamos este ratito juntos.- soltó abrazandome por atrás.

No Hugo.- rei y beso mi cuello.- luego no llego hacer nada cuando se despierte.

No importa mi amor, ven, te extraño.- soltó dándome vuelta y me beso hasta que caímos en el sillón.- te extraño.- murmuro en mi oído.

Ya, yo también.- solté y me miro mordiendo su labio.

Están siendo noches difíciles.- dijo y asistí.- pero que te parece si hoy mamá y papá se destresan un poco y nuestro hijo duerme en la cuna.- dijo robándome un varios besos que me hacían sonreír.

Ayer durmió perfecto en cuna, supongo que hoy también se portará bien.- dije y el sonrió entendiendo mi respuesta.

Esperemos.- dijo mirandome y reí asistiendo.- ya sabes, no debes malacostumbrarlo a qué duerme con nosotros.

Pero si fuiste tú el que lo dejaba las últimas noches.- dije riendo mientras acariciaba su nuca.

Es que me da penita, tan chiquito.- soltó y reí negando. Lo atraje a mi para besarlo.- pero hoy si, lo necesito, necesito tenerte solo para mi.- dijo al separarnos.

Así será.- solté y volvió a besarme.

Y es que es verdad, hace bastante no teníamos intimidad y lo entendía, también necesitaba de él. Necesitaba de sus besos y sus caricias. Luego nos quedamos un rato en el sillón, charlando y mimándonos. Su móvil nos interrumpió y aproveché para levantarme y seguir ordenando. Luego de un largo rato el llanto de santino se hizo presente. Prepare su ducha y lo bañe, luego comerías y ya a dormir.

Cada día me encantas más.- soltó mirándome mientras su manos recorrían mi espalda.

Te amo.- susurre cerca de su boca para luego juntarla a la mía.

Mis movimientos encima de él eran lentos, me juntaba disfrutar cada segundo, no había apuro por nada. Fui hacia su cuello siempre me gustaba entretenerme allí.

Joder.- escuché que gimio y sonreí para luego dejar un pequeño mordisco.- para de hacer eso o no voy a soltarte hasta mañana.- soltó cuando lo mire y mordí mi labio.

Volvi a juntar nuestras bocas en besos intensos, cada vez la temperatura subía más y el ritmo de ambos igual. De pronto algo nos hizo salir de nuestra burbuja.

Hugo..- solté y el agarro mi cara.

No no no.- soltó y me beso de nuevo.

Debo ir.- dije separándome.

No puedes dejarme así, solo dos minutos más.- dijo agarrandome fuerte y reí.

Pero..- solté y me hizo callar ya que junto de nuevo nuestras bocas.

El llanto se hizo más presente, todo ese indicaba el aparato que tenía en mi mesita de luz. Me separó completamente de él aunque no quiera, mi cuerpo siente frío. Agarro su remera y así salgo de la habitación, luego de verlo como suspira de frustración y se levanta de la cama, supongo que para dirigirse al baño. Llegó a él, sus ojos verdes me buscan, rápidamente lo pongo en mi pecho. Donde busca mi calor y se calma. Luego de varias hamacadas y palmaditas vuelve a dormirse. Lo vuelvo a dejar y lo miro unos segundos por las dudas, cuando veo que cae en un profundo sueño vuelvo a irme. El ya está acostado y tapado, paso por el baño para luego imitarlo, me está dando la espalda.

Lo siento.- suelto abrazándolo por detrás.

No pasa nada, otro día será.- dice y se que no está enojado, obviamente no podría enojarse, es nuestro hijo. Pero si le habrá frustrado la situación. 

Te amo, descansa.- dije dejando un beso en su espalda y me doy vuelta.

Te amo también.- escucho cuando me abraza por atrás y entrelazamos nuestras manos.

No tardo mucho en caer en un profundo sueño. La noche no termina como yo quisiera, pero si con la persona que quiero acá en mi habitación y otra personita en la otra habitación. Mi alarma suena, miro el aparato y lo veo durmiendo como el angelito que es. Me meto a duchar para luego prepararme, debo ir a la tienda junto a sam.

Amor.- le susurro acariciando su pelo.- quieres que te lo traiga acá, dudo que lo escuches.- dije.

Si.- suelta despacio y me levanto.

Acomodo la almohada y voy en busca de nuestro bebé. Lo coloco despacio, no quiero que se levante justo ahora.

Te amo, en un rato nos vemos, llámame cualquier cosa.- le digo.

Ve tranquila.- acaricia mi mano que está en su mejilla.- te amo, ve.- dijo y bese rápidamente sus labios.

Me voy y antes de cruzar la puerta de la habitación los miro. Hugo se acercó a él y agarra apenas su mano, para que sepa que no está solo. Captó aquella imagen, para luego retirarme. La mejor imagen que una mujer puede tener, la de los hombres de su vida juntos.

Entre balas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora