Mi día empezó, pero no estaba de buen humor, en realidad tenía una sensación rara. Las llamas siguieron pero no contestaba, sino iba a terminar cayendo. Tenía pensado irme lejos pero debía esperar un tiempo, sabia perfectamente que me estaban vigilando y iban a saber donde me iría si lo hacía ahora. Desayuno y parto hacia mi trabajo, esta mañana sam no está, así qué pasa tranquila y aburrida. Mis días ya no eran lo mismo, estaba pendiente de cada movimiento, estaba extrañando aquel chico que me había enamorado y me hacía feliz. Quería decirle la verdad y huir juntos, pero él no se lo merecía. El se merecía una buena vida, no de escape. La última vez que lo vi lo noté muy dolido y eso me mató. Jamás quise hacerle daño, solo protegerlo. Si me iba, le contaría la verdad, para que esté seguro de mi fiel amor hacia el. Volví a mi casa a la hora de almuerzo, luego me fui a caminar un poco, no tenía ganas de asistir a baile, no tenía ánimos. Camine y bastante, sin rumbo y con miles de pensamientos. Entre a una cortada que no conocía, pero salía al parque, de fondo se veía, así que camine tranquila. Escuché una aceleración y giro a mirar, un auto negro se aproxima a mi y corro. Nada alcanzo, tres hombres ya me tenían acorralada. Patalee, luche, pero nada sirvió. Me ataron las manos y pusieron una cinta en mi boca..¿como podía ser que nadie pasara por aquí? Pensé. Es hora de siesta, Eva mira donde te metes tu también, me dije a mi misma. Me metieron en el baúl pero jamás arrancaron, debía actuar rápido.
Señor, la tenemos.- escuché a uno.
Debemos quedarnos acá hasta que venga la chata.- soltó otro.- ya esta en camino.- dijo.
Si, el jefe quiere verla en este instante, también viene.- soltó el anterior.
Entre llanto y mi respiración acelerada me puse a pensar. Los recuerdos con mi padre me invadieron, cada cosa que me enseñó, cada movimiento, debía actuar. Así fue, con habilidad y estrategia logré sacarme lo que ataba mis manos y saqué la cinta de la boca. Piensa Eva piensa.
*recuerdo*
Eva presta atención.- soltó mi padre.
Es que lo veo innecesario pa.- solté cansada, me había enseñado bastante cosas durante el día.
Nunca nada es innecesario en esta vida hija.- dijo mirándome y suspire asistiendo.
Esta bien, una vez más repasemos.- dije atenta.
Recuerda, si sientes que están atrás deberás buscar la forma de salir por delante y si están adelante se te hará más fácil salir, depende lo que encuentres para usar.- me dijo mi padre.- asi que vamos a practicar ambas y todas las formas.- asistí mirándolo.
Mi recuerdo se esfumó, sabía perfectamente lo que debía hacer y como, no podía fallar, debía salvarme y buscar todas las formas posibles, tal y como él me había enseñado.
Ayúdame papi.- pensé actualmente para empezar mi plan.
Ese recuerdo me dio fuerzas. Cada pasó que me había enseñado lo implemente. Despacio tiré el asiento hacia delante, los tres idiotas estaban atrás y el auto era polarizado, eso me ayudaba un poco. Gatee y me incorpore en el asiento de adelante, las llaves estaban puestas, agradecí a mi padre. Di arranque y acelere a fondo, pude verlos por el espejo cómo empezaron a correr detrás de mi. Doble y me metí entre los autos, nada me importo, creo que hasta prefería chocar en este momento. Me estanque en una calle con demasiado tráfico, debía llegar a mi casa o a algún sitio seguro así que me bajo y empiezo a correr. Corro mirando hacia todos lados, sintiéndome perseguida en todo momento. Cruzó una calle sin mirar, una frenada se escucha y me paralizo. El me mira raro y yo por dentro me muero.
Eva.- soltó bajando.
Hugo, ayúdame por favor te lo pido.- dije desesperada mientras mis lagrimas caían y me acerque a él rápido.
Qué sucede.- me abrazo fuerte.
Debo huir de acá.- dije y asistio.
Vamos sube.- soltó y subimos rápido.- qué pasa.- dijo cuando le dio arranque.
Me quisieron secuestrar, es decir, Hugo estoy en una grande metida pero no porque quiera.- solté rápida y agitada.
Pero quien, quieres son.- solto.- debemos ir a la policia.- dijo.
Tampoco quiero que termines involucrado en esto, porque me muero si te hacen algo.- dije rápido- Es que, mierda.- solté frustrada mientras lloraba.
Escúchame, tranquila.- soltó.- debes calmarte, sino no puedo ayudarte.- dijo mirándome un segundo y asistí.- toma un poco y trata de tranquilizarte.- dijo pasándome una botella de agua.
Gracias.- solté.
Tomé y bastante, estaba muy cansada, no sé cuánto había corrido, no sabía en qué parte nos encontrábamos.
Eres como mi ángel.- el sonrió.- juro contarte todo apenas lleguemos.- solté decidida y mire el camino.- donde estamos yendo.- pregunte y me empecé a sentir mal.- Hugo, me siento un poco mal.- solté y cada vez iba creciendo más el mareo y la debilidad en mi cuerpo.
Te amo, va a estar todo bien.- escuché decirme.
Que me diste.- solté como pude.- qué me hiciste.- solté desesperada, no tenía reacción.
Shh tranquila.- soltó y acaricio un poco mi pierna, quise sacar su mano, pero no tenía fuerzas así que solo quedó allí junto a la de el.
No Hugo.- susurre.- dime qué tu no eres..- y luego ya no logro mantener despierta, todo se vuelve negro para mi.
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Entre balas.
Teen FictionEva era una chica normal, ahora escapa de su pasado. Hugo hará su trabajo para ayudarla. Sin saber lo que se venía, sin esperar aquellos sentimientos que iban aparecer entre balas.