14.

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Mi día termina, había sido una semana de mucho trabajo así que disfrute el finde para descansar y despejar. Hoy domingo ya estaba yéndome a dormir temprano y sin compañía. Hugo viajó a su tierra, como siempre metí una excusa, habíamos peleados un poco por aquello pero finalmente me entendió. Me duermo rápido, no sé cuánto tiempo pasó, mi móvil suena y me pareció raro, desconocido.

Hola.- solté.

Que hasta tu voz a desarrollado más.- escuché y me despabile.

Quien habla.- susurre.

Te encontré bonita.- solté y me paralice.- y estás muy bien protegida, pero al primer descuido pum.- dijo y corte rápido.

Me senté en la cama, asustada prendí la luz y volví a meterme. Protegida? Protegida de quien si estaba sola, pensé. Sabía, sabía que eran ellos y mi cuerpo tembló. Otra vez suena.

Que quieres.- grite llorando.

Que lastima no.- soltó.- qué lastima que tu chico termine igual que tu padre.

No.- solté rota.

Entonces aléjalo de ti.- grito enojado.

Mátate.- solté y corte.

Tiré el móvil y agarré mis rodillas llorando. Mi vida era un desastre, no sabía que hacer. El llegaría mañana y solo pedia que no le pasara nada porque jamás me lo perdonaría. Mi móvil no volvió a sonar, pero tampoco logré dormir, estaba muy perseguida. Le mande un mensaje a sam diciendo que hoy no iba, tenía unas cosas que hacer, seguro iba a pensar que estaba loca por la hora en que mande. Mi alarma sonó y la apagué, no había dormido nada, el sol ya estaba y me acomode bien en mi cama para dormir, como si de día no me fuera a pasar nada..

Eva.- escuché mi nombre de lejos.- Eva por dios.- escuché más cerca y abrí mis ojos.- estás bien.- tenia sus ojos verdes mirándome fijo.

Qué haces tú aquí.- solté.- te extrañe.- dije y se tiro un poco encima mío para abrazarme.

No me contestabas, no fuiste a trabajar, me preocupe.- soltó y me miro.- son las 13hs qué haces durmiendo aun.- sonrio acariciando mi mejilla.

No tuve una buena noche.- solté sincera.- pero estoy bien.- respondi antes que me pregunte.

Pase mis brazos por su cuello y juntamos nuestras bocas, esos labios que tanto me gustaban y que iba a tener que sacrificar.

También te extrañe.- soltó sonriendo y se alejó de mi, me estire.- arriba, vamos a salir a comer.- soltó.

No.- dije de inmediato y me miro raro.- mejor vamos a quedarnos aquí, disfrutamos más.- dije y asistio sonriendo.- me ducho y ya estoy con vos.- solté.

No quieres ayuda.- soltó con picardía.

Ya que la ofreces.- solté tirando de su brazo y entramos al baño.

Donde allí bajo la ducha nos reencontramos. Ambos estábamos felices, pero mi felicidad era de disfrute puro por la última vez. Ultima vez que iba a tenerlo conmigo. Mi cabeza trabajo toda la noche y debía hacer lo correcto.

Mi madre te manda besos, espera verte pronto por allá.- soltó mientras comíamos.

Espero ir pronto a conocer.- dije sonriendo y asistio.- cómo ha ido todo.- pregunte para que me empiece a contar.

Tengo que ir hacer unos trabajos y ordenar un poco.- soltó luego de un rato.- solo venía a verte, quedamos a la noche.- dijo mirándome.

Claro.- solté y sonrió.- te quiero Hugo y mucho.- solté acariciando su mejilla.

Ey yo te quiero a ti, más.- sonrio y negué.- sabes que si.- rei y beso mi nariz.- estás bien.- pregunto llevando mi pelo atrás de mi oreja, asistí.- esta bien, nos vemos luego.

Entendido.- dije y pase mis brazos por cuello.

El beso fue tierno, no quería que se terminara, nuestras bocas siempre se entendían perfecto y sabían jugar. Nos separamos y dejo uno corto para luego irse. A penas cerró la puerta me derrumbé. Mi día transcurrió en pensar y pensar, su mensaje de que a las 8 nos veíamos en su casa llegó y allí iba a estar. Todo mi transcurso fue desganado, no quería, pero debía, llegue a su puerta y me lo replanteo mil veces más, mil veces más debo tomar la misma decisión.

Que puntual.- dijo apenas abrió.- ey qué pasa.- dijo cuando me vio.

Necesito hablar contigo.- solté y asistio rápido.

Pasamos a su sillón y nos sentamos. Mire mis manos, no sabía cómo empezar, mi boca no quería soltar aquello.

Qué pasa amor, me preocupas.- soltó y agarro mis manos.

No.. no podemos seguir juntos.- susurre quebrada.

Que.- dijo soltándome.- porque.- soltó.

Perdóname pero no podemos seguir.- dije mirándolo.

Así nomas Eva.- pregunto.

Estoy metida en un problema Hugo, donde no quiero que salgas perjudicado.- solté y me miro negando, tenia los ojos aguados.

Cuéntame.- agarro mis manos.- dime qué pasa, yo puedo ayudarte.- solto y saqué mis mano negando.

Nadie puede ayudarme.- dije murmurando.

Y prefieres dejarme, alejarme de ti sin pensar en mis sentimientos.- dijo roto.

Hugo.- dije acercándome a él y agarré su cara.- te alejó porque te quiero y más de lo que te imaginas.- dije y mis lagrimas caían sin parar.- te quiero tanto que jamás me perdonaría que te pase algo por mi culpa.- solté rota.

Déjame ayudarte, no me dejes.- susurro apoyando mi frente con la suya.

No, no puedo.- me aleje.- perdóname por favor, no pienses que no te quiero.- solté.- nuestro tiempo junto fue maravillo, sos increíble y no mereces arruinar tu vida por mi.- dije dolida.

Tan grave es.- pregunto y mire al piso.

Debo irme, no me busques más por favor.- solté parándome. Sentí su mano tirar de mí y junto nuestras bocas.- por favor mi amor.- dije cuando nos separamos.

Entiendo, es tu decisión, voy a respetarte.- soltó duro.

Cuídate mucho si.- acaricie su mejilla y lo mire por última vez.

Luego sali rápido de allí y me fui rápido a mi casa. Llore y tiré todo lo que encontraba, esos hijos de putas no iban a poder conmigo, yo iba a terminar con ellos antes. Llame a sam, al escucharme vino rapidísimo. Donde solo bastó su abrazo y contención, no debía decirle nada, ella ya lo sabía todo y lo que no, podría imaginárselo.

Entre balas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora