21.

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HUGO.

Suéltame suéltame.- escucho mientras siento que se empieza a mover.

Rápidamente me incorporo, está teniendo una de esas malditas pesadillas con las que debía vivir.

Eva.- la agarro de los antebrazos.- eva.- volví a hablarle mas fuerte.

Suéltame.- dijo llorando y abrió sus ojos mirándome.

Ey ey, soy yo.- dije tratando de tranquilizarla.- amor tranquila.- me miraba fijo asustada. Estaba agitada tan solo me miraba buscando saber si todo estaba bien.- tranquila, estoy yo aquí contigo, ha sido una pesadilla.- dije acariciando su mejilla.

Voy a volverme loca.- susurro angustiada.

Tranquila.- dije y volvi a acostarme para traerla hacia mi pecho.

Su respiración poco a poco iba calmando, supongo que iba a dormirse de nuevo. Así que cuando comprobé que así fue volví a dormirme. Me sentía culpable, seguro fue porque se durmió mal ya que debíamos volver y yo iba hacerme cargo de una misión parecida a la de ella. Al otro día nos levantamos juntos, ninguno debe hacer nada. El desayuno fue en silencio, pero no incomodo, sino normal.

Cuando debemos volver.- pregunto y la mire.

Entre la semana que viene y la otra.- solté y asistio.

Te parece si buscamos casa.- soltó y me sorprendió.- digo estamos en condiciones de comprar o alquilar una casa con piscina.- me miro y asistí de inmediato.- porque vamos a vivir juntos o cada uno en su departamento.- pregunto y la mire raro.

Claro que vamos a vivir juntos mi amor, nada va a cambiar.- asistio mirándome.- te parece si vemos en internet y podemos viajar una semana antes para verla y coordinar todo.- propuse.

Me parece bien.- dijo sonriendo.- voy a buscar la computadora y lo vemos ahora.- dijo bajando del banquito y se dirigió hacia la habitación.

Nos sentamos en el sillón para arrancar con nuestra búsqueda, no queríamos algo tan grande pero tampoco chico, algo medio.

Tres habitaciones.- pregunto cuando le señale una.- no te parece mucho.- dijo sonriendo.

Es que una nuestra, otro para nuestro bebé y sabes que siempre tenemos que tener una de más, para armar algo por si la dudas.- ella asistio, me entendía que me refería.

Eso lo entiendo.- soltó.- pero has dicho nuestro bebé.- pregunto sonriendo y la mire fijo.- desde cuando los hijos son un tema entre nosotros.- dijo.

Desde que tú apareciste en mi vida, contigo lo quiero todo.- solté.- no quieres hijos.- pregunte mirándola fijo.

Claro que si mi amor, solo que me sorprendiste.- dijo y sonreí.- aunque me da miedo que me salga como tu.- soltó con su risita.

Por la facha irresistible dices.- jodi.

Por lo terrible.- solté una carcajada.- aunque una cosa te voy a decir.- me miro fijo.- no lo vamos a planear, que llegue cuando tenga que ser.- asistí rápido.

Ojalá pronto.- solté y nego sonriendo.- entonces esta.- pregunte mirando de nuevo la pantalla.

Creo que tenemos nuevo hogar.- solto y sonreí.

De inmediato nos pusimos en contacto. A través de videollamada hablamos con la dueña, no había nada por hacerle, estaba todo puesto nuevo. Hablamos de lo que le queríamos hacer, correría por nuestros gastos claramente pero para que nos recomiende un buen grupo para armar algo. Siempre debíamos tener un escondite o salida, siempre deberíamos estar precavidos.

Entre balas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora