Me levanto por la claridad que entra por el ventanal de nuestra habitación. Habían pasado unas semanas del susto que tuvimos, todo estaba bien, no hubo más pérdidas. Volvimos a nuestra casa, no iba a mentir, tenía un poco de miedo. Estoy boca arriba, miro a mi costado para verlo dormir mientras una de su manos en están en mi panza. Acaricio un poco, Santino empieza a moverse, pronto lo conoceremos y aún no caía. Me siento como puedo en la cama y estiro un poco mi espalda, la panza había crecido un poco más, parecía una pelota inflable. Me levanto y me dirijo hacia el baño arrastrando mis pies, aún estoy dormida. Abro la ducha y voy midiendo el calor del agua mientras termino de sacar mi remera y meterme. Cierro los ojos y me hago masajes en el pelo mientras me paso la crema.
Buen día amor.- soltó Hugo entrando y vi que se colocó al frente del lavamanos.
Buen día mi amor.- dije fuerte detrás del vidrio.
Me quede dormido, estoy atrasado.- dijo al rato.- ni a bañarme llego.- soltó y cuando lo vi bien ya llevaba puesta su camisa blanca junto a su pantalón de vestir.
Perdón, es mi culpa, pospuse la alarma.- solté y escuché su risita.
No importa, necesitas algo.- pregunto y me asome.
Beso.- dije asomando mi cara y sonrió para luego acercarse y besarme.
Los amo.- dijo tocando la panza con su mano.- nos vemos a la hora del almuerzo.- asistí y lo volví a besar.
Ve, no te demores más.- solté y asistio para luego salir.
Me termine de relajar un rato más, para luego salir despacio. Era tan bruta que seguro me podía caer. Me cambio y voy hacia la tienda, sam me espera. Aunque no me deja ir todos los días como antes, me cuida muchísimo y me deja trabajar desde casa.
Hola a la embaraza más linda del mundo.- soltó al verme y reí para luego saludarla.- cómo andan.- pregunto.- cómo está mi ahijado mas lindo.- soltó.
Estamos bien.- solté sonriendo.- aunque me duele un poco la cintura, creo que hasta ya pesa más que yo.- solté y reimos.
Te hubieras quedado en la cama.- soltó mientras me sentaba.
Ya no quiero estar más en cama, me canso, sabes que no paro ni un segundo.- solté y me miro sonriendo.
Eres tan energética.- reimos.- pero sabes que si tienes que quedarte en casa lo haces, no cambia nada.- soltó y asistí, siempre me lo decía.
Nos pusimos a ver lo que había llegado, mientras preparábamos la nueva campaña que debíamos lanzar. Luego a la hora del almuerzo volví a casa, Hugo no llego a almorzar ya que se le habían atrasado unas reuniones por lo que me dijo cuando me llamo. Llame a sam y me pasó a buscar para salir juntas. Luego fuimos a unas tiendas donde termine comprándole unas cosas a mi bebé, no sabía donde iba a caber todo. Llegue a casa y él está en su escritorio.
Amor no sabes lo que compre.- dije entrando sonriendo.
Amor ahora no.- soltó mirando su computador.
Pero mira, es un Segundo.- dije acercándome.
Eva ahora no.- volvió a decirme.
Ay Hugo, vas a seguir trabajando acá también.- solté quejándome.- mira es her....- solté y se giro a verme serio.
Que ahora no puedo te dije.- me grito y di un paso atrás.- ahora no Eva.- soltó y me sorprendio su reacción.- estoy con esto, luego veo lo que fuiste a gastar.- soltó.
Mordí mi labio y negué, el se volvió a dar vuelta y apoyo sus codos hundiendo su cabeza. Iba a decirle algo pero me calle y me fui de ahí para ir directo a la habitación. No sé si era el embarazo que me hacía más sensible o que, pero mis lagrimas ya caían por mis mejillas. Idiota, era un idiota. Guarde la ropita que había comprado en las cajas que tenía preparada, luego tenía que lavar todo antes que lo use. Vuelvo a bajar, me preparo un exprimido y me siento afuera con mi computadora, pero no logro concentrarme, solo estaba prendida y mi cabeza en otro lado. Al rato siento sus pasos así que me pongo hacer algo.
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Entre balas.
Teen FictionEva era una chica normal, ahora escapa de su pasado. Hugo hará su trabajo para ayudarla. Sin saber lo que se venía, sin esperar aquellos sentimientos que iban aparecer entre balas.