HUGO.
Me dolía tanto dejarla, pero no quería que estuviera en peligro por mi culpa, jamás me lo perdonaría. Trate de hacerme el duro, pero su llanto me debilitaba cada vez más. Al decirme que se iría para siempre de mi vida me mato. Me lo decía tan decidida que me dolía. Se fue a la habitación y me senté en el sillón. Estaba entre irme por protegerlos y no verlos más o afrontar esto juntos y quedarme a su lado. Mi cabeza no paraba un segundo, oí como empezó a gritar mi nombre, rápidamente me levante y corrí hasta allí. Al ver aquello me paralice, estaba sangrando, estaba con perdidas. Trate de mantener la calma pero era imposible. Llegamos al sanatorio y ahora me encontraba aquí, en la sala de espera. "No es tu culpa" sus palabras rondaban en mi cabeza, yo me sentía culpable. No sé cuánto llevaba allí, pero ya no quedaban uñas en mis manos y parecía que iba hacer un agujero en el piso.
Familiar de la señorita Barreiro.- soltó una médica y me pare de inmediato.
Mucho gusto, Hugo Cobo, el novio y padre del bebé.- solté dándole la mano y sonrió asistiendo.- cómo están.- dije desesperado.
Hicimos todo lo que pudimos.- soltó mirándome y mis ojos se aguaron esperando lo peor.- por eso.. ambos están bien.- soltó y suspire abrazándola.
Gracias muchas gracias.- solte y ella sonrió mirándome mientras asistía.- puedo verla.- pregunte y asistio.
Pero primero quiero darle las indicaciones.- asistí atento.- Reposo absoluto, absoluto significa nada de esfuerzos y en cama. Aunque sea unas semanas, luego la volveremos a ver.- asistí.- si ella hace algún esfuerzo, se angustia o lo que sea va a terminar perdiéndolo por completo, entonces espero que ambos hagan las cosas bien.- dijo y asistí rápido.
Claro que si doctora.- solté.
Yo creo que si respeta las dos primeras semanas de reposo, poco a poco podrá a volver a la normalidad, pero lo iremos viendo, por ahora reposo absoluto.- dijo y asistí.- vamos a verla.
Gracias.- solté y la seguí.
Entre y estaba con los ojos cerrados y sus manos en el vientre. Sabía que no debía estar mal delante de ella pero era inevitable.
Eva cómo estás.- soltó la médica y ella abrió los ojos.
Bien.- soltó y me acerque agarrando su mano.
Esta noche te quedarás aquí, mañana podrán volver a casa.- soltó y asistí.- buenas noches.
Adios.- solté y la mire.- perdóname, por favor te lo pido.. sé que no debes pasar por mal rato pero debo decírtelo.- la mire fijo.- esto es toda mi culpa, si yo no me hubiera metido en ese maldito trabajo de nuevo nada les hubiera pasado. No hubiera tenido que empujarte ni tampoco hacerte llorar por mis decisiones.- dije y seque rápidamente mis lagrimas.- solo pido que me perdones.- susurre besando su mano.
Oye.- soltó y agarro mi cara.- ven acércate más.- soltó y estábamos a centímetros.- yo no tengo nada que perdonarte, no es tu culpa, entendiste.- dijo mirandome fijo.- no te hagas responsable de algo del cual no eres, nada pero nada es tu culpa, olvídate de eso.- dijo.- todo lo que hiciste fue para salvarnos, eres un hombre increíble.- dijo y acaricio mi mejilla.
Te amo tanto.- solté y sonrió.
Yo tambien, ven dame un beso.- soltó riendo para luego juntar nuestras bocas.
Cómo está mi campeón.- dije yendo hacia la panza.- no nos des más estos sustos por favor, mamá y papá la pasan mal.- dije acariciando la panza y dejaba besos.- no veo la hora de tenerte en mis brazos y malcriarte.- solté y la mire a Eva que solto una risita.- te amo y pronto te conoceremos.- solté y deje otro beso allí.
Esta tranquilo por suerte, voy aprovechar y descansar, luego empieza con sus patadas, supongo que está practicado para jugar al fútbol.- solto y reimos.
Descansa, yo me quedaré allí por cualquier cosa.- dije señalando el sillón que había y asistio.
Junte nuestras boca y luego me arrope en el sillón, que era bastante cómodo para descansar y eso fue lo que hice. Dormir y levantarme cada vez que me daba vuelta para supervisar que todo esté bien, ella dormía una tranquila, como una princesa.
Hugo.- escuchaba de fondo.- amor.- reaccioné y me senté rápido.- tranquiló estoy bien.- soltó con su risita y la mire. Luego mire mi reloj, eran las 6 de la mañana
Pasó algo, quieres que llame a la médica.- pregunte parándome y nego.
Necesito ir al baño.- soltó y asistí mirándola.
Okey señorita, venga.- dije agarrando sus manos y la ayude a sentarse.- vamos a ir despacio, si.- suspiro asistiendo.
La ayude llegar hasta el baño de la habitación, luego se lavó un poco la cara, aunque iba a seguir durmiendo. Volvimos y la ayude a acostar para luego hacer lo mismo, aunque no pude volver a dormirme. A las 8am llego el desayuno y luego la doctora con el alta, nos íbamos a casa. Salimos en silla de ruedas hasta el auto y luego prendimos rumbo.
A qué casa iremos.- pregunto mirándome.
A la cabaña.- solté y asistio.- luego iré por unas cosas, me puedes decir lo que necesites.
Puedo ir contigo.- dijo y negué de inmediato.
Reposo absoluto señorita.- ella se quejo y miro a la ventana.
La deje en la cabaña y luego de ver si necesitaba algo partí hacia nuestra casa a buscar algunas cosas. Era buena idea quedarnos en la cabaña hasta que su reposo termine ya que está no tenía escaleras, en cambio en casa todo se complicaría un poco más. Les llevé sus cuadernillos y su computadora, donde allí iba a poder seguir trabajando junto a sus diseños y todo. Cuando llegue la encontré llorando de la risa, estaba en videollamada con sam. La cual pactamos que iba a venir el finde a quedarse junto a su novio.
Que quieres que cenemos amor.- solté entrando a la habitación y me eche un rato a su lado.
A ti.- soltó dejando un beso en mi cuello.
Eva.. no.- solté.
Ya estoy cansada.- se quejo.- por cuánto tiempo debo estar así.- dijo.
Hasta que la doctora lo diga, más cumples lo que dijo más rápido todo.- reboleo los ojos.- es por el bien de ambos, no hagas berrinches.- dije y me miro.
Cállate.- soltó y reí abrazándola.- quiero papas y huevos.- soltó mirandome.
Esta bien, voy a hacerte eso.- sonrio y me levante.
Amorrr.- soltó y gire a mirarla.- puedes llevarme al sillón.- pregunto con puchero.- prometo no moverme de allí, solo te tendré más cerca.- dijo como niña y mordí mi labio.
Esta bien, pero allí te quedas quieta.- solté y sonrió asistiendo.
La ayude para dejarla en el sillón y allí se quedó con su móvil mientras hablábamos y yo cocinaba. Comimos y luego nos fuimos directo a dormir, habían sido días de locos, nos merecíamos descansar y también nos merecíamos estar en paz de una vez por todas.
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Entre balas.
Teen FictionEva era una chica normal, ahora escapa de su pasado. Hugo hará su trabajo para ayudarla. Sin saber lo que se venía, sin esperar aquellos sentimientos que iban aparecer entre balas.