29.

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HUGO.

Llegó a casa a la hora de almorzar, ya al entrar mi animo cambia. Tan solo saber que voy a estar con ella mi humor cambia. Dejo los problemas afuera, en casa solo hay buen humor, nada de trabajo.

Amor llegue.- grite al no sentirla.

En la cocina.- escuché y sonreí para ir hasta allá. Entre y estaba sentada con cara de muerte en una de las sillas.- hey estás bien.- me acercó rápido y me agacho.

Si.- soltó abriendo sus ojos.- estaba terminando de hacer la comida cuando me agarraron unos dolores fuertes.- soltó y acaricie la panza.

Por qué no me llamaste.- solte.

Recién me agarrón, no pude terminar el almuerzo.- dijo.

Yo termino la comida así comes algo, tú no te preocupes.- dije acariciando su mejilla y luego deje un corto beso en sus labios.

Hugo.- susurro al separarnos y la mire fijo.- son contracciones.- dijo respirando profundo.

Ya.- pregunte nervioso y asistio.- bueno subo, busco las cosas, tú quédate aquí, no te muevas.- dije rápido y nervioso.

Espera, tranquilo.- dijo agarrando mi cara.- recien empiezan y son leves creo.- dijo con una mueca.- solo debes llevar el control y cuando yo sienta que no puedo más nos vamos.- dijo tan tranquila.

Esta bien.. voy a llamar al médico para informarle.- solté y asistio sonrió.

Te amo.- soltó y me acercó con su mano en mi nuca para besarnos.

Te amo, los amo.- dije.- 9 meses, llego la hora.- solté sonriendo un poco emocionado.

Llegó la hora.- dijo igual que yo.

La ayude a subir, quería ver que los bolsos estén bien armados, yo termine de preparar el almuerzo. El tiempo pasó, las contracciones aumentaron.

Mierda.- soltó ya roja.- ufff.- suspiro y apretaba mi mano.

Cada 5 minutos.- dije antes que me preguntara.- vamos.- pregunte.

Creo que falta un poco más.- suspiro.

No importa, que se encarguen ellos, no puedo verte más así.- solté y asistio.

Cargue todo en el auto y partimos al sanatorio. Le habíamos avisado a todos ya, cuando sea la hora todos estarían allí para recibir a santino.

Que locura no.- solté agarrando su mano y me miro con su sonrisa cansada.

Por.- pregunto.

Por todo lo que vivimos, cómo arrancamos y mira donde estamos.- dije mirándola.- esperando la llegada de nuestro hijo.- solté y sonrió.

Y lo que nos falta por vivir.- soltó y me encantó que lo haya dicho. Deje un beso en su mano.- falta que me pidas que sea tu mujer...

Bueno bueno.- dije haciéndome el tonto, ella hizo una mueca.- Cuando menos te des cuenta tendrás el anillo en este dedo.- dije sonriendo y mordió su labio.

Señorita Barreiro y señor Cobo, llego la hora.- dijo mi médica y mis nervios salieron a flote.- listos.- pregunto y nos miramos asistiendo.- muy bien, Hugo tú ve con el enfermero que te dará la ropa, se verán en la sala de parto.- soltó y asistí.

Te amo, va a estar todo bien, en unos minutos estoy contigo.- solté dejando un beso en sus labios.

Te amamos.- soltó a penas nos separamos y bese su frente para luego irme a cambiarme.

Parecía que el tiempo no pasaba más. Transpiraba, estaba muy nervioso, quería conocerlo ya. A los 15 minutos me hicieron ingresar a la sala, me coloqué a su lado y agarré su mano. Me dedico una sonrisa, deje un beso en ella. La doctora dijo que íbamos a empezar y así fue. Mi mano estaba roja, ella me la apretaba al mismo tiempo que empujaba, no me importaba.

No puedo más.- suspiro y la secaron un poco.

Falta poquito Eva.- la motivo la doctora y ella me miro con algunas lagrimas.

Vos podes si.- susurre apoyando mi frente con la de ella.- vamos, tú puedes traer nuestro hijo al mundo, estás haciendo un gran trabajo mi amor.- le dije y deje un beso.

Respira, tranquila.- le dijo la doctora.- ahora, empuja.- le dijo y ella lo hizo.

No se cuantos minutos pasaron, pero escuché un llanto y nos miramos de inmediato, ella cerró sus ojitos con una sonrisa. Me llamaron y corte el cordón, me lo dieron, era hermoso, mi corazón iba a salirse.

Bienvenido campeón, te voy a presentar a mami.- solté con mis lagrimas y lo acerque para colocarlo al lado de ella.

Hola mi amor.- soltó ella llorando y giro su cara para dejar un tierno beso.- te amo.- dijo mirándome y me acerque a dejar un corto beso en sus labios.

Te amo.- solté mirándola.- los amo dios, estoy feliz.- solté sonriendo y seque mis lagrimas.

Debemos llevarlo, en un rato lo llevaremos a la habitación.- soltó la enfermera luego de un rato. Ya los médicos se habían ido, ella se ve que recién entraba porque en el parto no estuvo.

Ya.- soltó Eva mirándola y asistio.

Y usted debe ir a descansar, también la llevaremos, padre.- soltó mirándome.- debe salir y ir a esperarla a la habitación.- asistí y les di un beso a los dos.

En un ratito nos vemos hijo.- soltó Eva dejando otro beso y lo agarré para dárselo a la enfermera.

Luego salí feliz, me saqué la ropa y fui avisar a todos que santino había llegado al mundo. Todos me abrazaron y querían conocerlo, también me llenaron de preguntas por Eva. Al rato pase a la habitación donde ya la habían traído y estaba descansando. Aún no habían traído a santino, supongo que le estaban haciendo chequeos. Creo qué pasó una hora, Eva se iba despertando.

Y Santi.- susurro.

No lo han traído aún.- solté con una mueca.- voy por la doctora.- dije y asistio.

Bueno veamos.- dijo ella entrando y hablo con ella.- tal vez mañana puedas irte a casa.- dijo y me sorprendio.- aun no han traído al pequeño.- dijo rara.

No.- solté.- hay algo que anda mal con el.- pregunte.

Qué pasa doctora.- soltó Eva.

Ya debería estar acá, tranquilos que estaba todo bien.- soltó ella.- ahora voy a chequear porque no lo han traído.- dijo y asistimos.

Tranquila, tal vez han tardado un poco en todo lo que es el chequeo y bañarlo.- solté para que no se preocupe.

Pero si tiene algo.- soltó ella asustada y negué.

Nosotros lo vimos, estaba bien.- solté.- ya lo van a traer.- dije dedicándole una sonrisa y bese su frente.

Ella volvió a cerrar sus ojos, agarrada de mi mano. Acaricie con la otra su pelo. Solo pedía que este todo bien, porque no tenía un buen presentimiento.

Entre balas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora