19.

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HUGO.

Intento moverme, la claridad ya entra por la ventana pero un cuerpo aferrado a mi no me lo permite. Acaricio un poco su espalda, levantarla de golpe seria un gran error.

Buen día.- solté acarciandola.

Buenos días.- susurro.

Te molesta mucho soltarme un poco, es que necesito levantarme.- la jodi y ella soltó una risita separándose de mi.- voy hacer el desayuno, si quieres puedes seguir durmiendo.- solté cuando me pare y giro agarrando la sábana.

En unos minutos te alcanzo.- soltó y yo me metí en el baño.

Me duché, me aliste y salí hacer el desayuno, ella aún seguía en la cama así que seguro iba a dormir más tiempo. Eso era lo que había pensado pero no, unas manos rodean mi cintura y apoya su cara en mi espalda.

Tienes hambre.- pregunte acariciando su brazo.

Si.- solté despacio.- buen día, te lo dije ya.- pregunto y reí girándome para ponerme al frente.

Claro, buen día igual.- dije y llevé su pelo hacia atrás para dejar un corto beso en sus labios.

Lo siento, estaba muy dormida.- soltó y solo la mire sonriendo.

Venga, vamos a desayunar.- dije colocando las cosas en la mesa.

Desayunamos y nuestro día empezaba, lejos de la ciudad pero no queda de otra.

Que linda casa, no.- dijo luego de recorrerla un poco.

Si.. es estilo antigua, me gusta.- solté y asistio.

A mi también.- sonrio.- hay algo de lo que debemos hablar.- soltó y me miro raro.- ven.- dije y nos sentamos en el sillón.

Qué pasa.- pregunto.- no ha acabado.- dijo asustada.- dimelo, dime la verdad Hugo, por favor.- soltó desesperada.

Shh tranquila.- agarré su cara y nos miramos fijo.- no es nada de eso.- asistio y la bese.- es sobre la vuelta.

A la ciudad.- pregunto y asistí.

No puedes volver a tu departamento.- dije sincero.

Pero porque.- pregunto.

Porque aún no sabemos qué pasará en los próximos meses, no podemos relajarnos y descuidarte.- solté y ella tan solo me miraba.- lo mejor es que te mudes y si es posible irnos un tiempo a otro país.- solté y su cara cambió.- yo pensaba en Londres, digo es un lindo lugar y..

No.- soltó de inmediato interrumpiéndome.- yo me iré, yo voy a mudarte tú no.- dijo y la mire fijo.- no entiendes no.- pregunto.- no quiero que estes en peligro por mi culpa, si me tiene que pasar algo la única que tiene que salir perjudicada soy yo, no voy a arrastrarte conmigo.- soltó dura.- ya entendí, veré cómo hago y dónde puedo irme.- dijo sincera.

Tu eres la que no entiende Eva.- solté molesto.- yo estoy eligiendo, no me importa lo que tengamos que pasar, yo quiero ir contigo hasta el fin del mundo si es posible.- dije y me pare.- pero ya pienso a creer que no es solo por esto, sino que directamente no quieres estar conmigo.- solté y empieza a caminar.

No Hugo.- soltó viniendo atrás mío.

Déjalo, ya entendí, no hace falta que te siga rogando como un idiota.- dije molesto y salí hacia afuera.

Empecé a caminar, era un gran campo, por suerte tenía mis cigarros en el bolsillo, iba a relajarme un poco.

Hugo.- escuché lejos y no me frene, seguí sin rumbo.

Camine, disfrute del aire libre. Todo parece que pronto comenzará a llover así que luego de una hora afuera, decido volver. Entro y hay un silencio absoluto, antes de empezar a llamarla miro cada lugar pero no está.

Eva.- grito su nombre y no recibo respuesta.- Eva.- dije entrando al baño y allí estaba en la bañera.- porque no me contestas.- pregunte al verla.

No te he escuchado.- soltó con su voz ronca. Camino más hacia ella para mirarla, tiene su nariz roja.- quieres meterte.- soltó y aunque quería gritar que si no podía.

No.. mejor te espero afu..- solté y me interrumpió.

No quiero arrastrarte conmigo porque no quiero perder a otra persona que amo.- soltó mirando la espuma.- no quiero volver a pasar por ese dolor.. y aunque nunca supere el de mi padre tú me ayudas sin darte cuenta.- dijo y yo solo la miraba.- porque me haces feliz cada día, con tu compañía y tu apoyo.- dijo.- y jamás me perdonaría perderte a ti también.- me miro unos segundos y luego su vista volvió al agua.- si a ti te pasa algo yo me...

No digas eso.- solté interrumpiéndola.- si a mi me pasa algo tú debes salir adelante.- ella negó y empezó a llorar.- por favor no llores, no quiero verte así.- solté apenado y me arrodillé delante de la bañera.

Es que no puedo, no puedo.- dijo.- tengo una angustia aquí que me mata.- dijo agarrandose el pecho. Rápidamente me saqué mi ropa para dejarla a un lado y meterme junto a su lado.- yo quiero estar contigo, te lo juro.- soltó.- no quiero que pienses que no quiero estar contigo.

Lo siento, se que no es así.- solté mientras la abracé por los hombros.- es que esta situación me frustra y que no me dejes ayudarte mucho más.- dije sincero.- tambien capas yo te estoy presionando mucho y tal vez tu quieres tu espacio.- solté.- pero entiende que a donde tú vayas yo quiero ir, junto a ti.

Londres me parece buena opción, aunque debemos soportar el frío.- dijo luego de varios minutos de silencio. Nos miramos fijo y solté una sonrisa.- te amo y perdón por comportarme como una tonta.- soltó y negué para acercarme a besarla.

Un beso que subió de temperatura y ella ya estaba encima mío, aunque no sabía si era momento para esto.

Eva.- susurre separándome un poco de su boca.

Te necesito.- soltó de la misma manera haciéndome entender todo.

Allí lejos de todo, en la bañera, con la espuma desapareciendo volvimos a amarnos con locura y pasión, como solíamos hacer y como íbamos hacerlo para siempre. Se venían días y meses difíciles pero claves para La Paz de nuestras vidas.

Entre balas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora