Lágrimas bajo la lluvia [Y.M] [✓]

53

Los tres estaban en una cafetería disfrutando de un delicioso desayuno en familia, cuando terminaron pagaron y caminaron por toda la ciudad.

—Deberías teñirte el cabello Yoongi. —hablo Jimin. —hacer un cambio.

—Tú también. —sonrió mientras cargaba a su hijo. —creo que uno naranja te quedaría bien.

—Y a ti uno color menta. —sonrió. —si me lo tiño haz lo también.

Yoongi sonrió y le dio un corto beso en los labios que Jimin aceptó feliz, se alejaron ante la risa de su hijo el cual sonreía al ver a sus papás juntos otra vez.

—Veo que volvieron. —sonrió el niño.

—Así es cariño. —le dijo Jimin. —ambos nos amamos y decidimos darnos una oportunidad más.

—Entonces. —hablo el alfa. —¿Te lo teñirás de naranja? —preguntó con una sonrisa.

—Solo si cumples con mi deseo. —respondió.

—Ayer cumplí uno. —sonrió con malicia.

El rubio se sonrojó al recordar todo lo que le había pedido hacer al pálido alfa la noche anterior y como este no se negó, le dio un golpe al alfa el cual intentó huir con su hijo el cual reía viendo a sus padres actuar de manera infantil.

—No digas esas cosas frente a Yeonki. —hablo sonrojado.

—Solo dije que cumplí con tus deseos, no dije nada malo, puerco. —sonrió el pálido.

—Vamos a teñirnos el cabello. —lo vio.

—Lo que tú digas. — susurró el alfa.

Al llegar al salón Jimin fue el primero en hacerse el tinte, luego fue el pálido con el cual tardaron un poco más. En cuanto al pequeño solo le hicieron un corte de cabello al terminar pagaron y siguieron su camino para disfrutar lo que quedaba de la mañana.

—Ya debemos de ir al hospital. —hablo Jimin. —Yeonki te quedarás con tus tíos. —se agachó para quedar a la altura de su hijo. —yo estaré con tu padre hasta que la operación termine.

—Okay papá. —susurro.

—Vamos. —lo cargo.

El transcurso a la casa de la pelinegra era algo largo Jimin conducía mientras miraba al pálido el cual llevaba a su hijo en brazos, pues este se había quedado dormido en sus brazos y no quería separarse de él.

—Le gusta dormir mucho. —rompió el silencio el omega. —en eso se parece a ti.

—Tiene nuestras cualidades. —sonrió. —me alegra que lo estás educando bien.

—Lo haremos juntos. —lo vio por unos segundos. —hemos vuelto y sé que todo saldrá bien.

—Así será. —miro al niño. —será un gran alfa.

—Como su padre. —dijo Jimin.

—Mucho más de lo que yo fui. —sonrió. —será como tú, pero en versión alfa y eso sería bueno.