Blake.
Repaso su cuerpo desnudo. Está sobre mi cama, mirándome con esos ojos tan oscuros que me vuelven loco.
Verla así solo hace que me ponga más duro. Joder, es perfecta.
Me subo sobre el colchón, quedando entre sus piernas. Se muerde el labio, haciendo que mis ganas de besarla aumenten. Y es lo que hago. Me acerco a su boca lentamente, dándole un beso húmedo en el que nuestras lenguas se enredan al unísono.
Gime contra mi boca cuando muerdo su labio inferior, separándome de ella.
—¿Quieres que te folle, reina? —pregunto, deslizando una de mis manos por sus muslos.
—Sí, por favor —suplica en un tono de voz muy bajo.
—Tus deseos son órdenes, mi reina —sonrío triunfante, acercándome a su cuello.
Chupo y muerdo su piel, asegurándome de dejarla una marca para que cuando la vea recuerde lo que solo yo la hago.
—Blake, por favor —pasa una mano por mi pelo, tirando de él.
—Estás muy ansiosa, reina —beso su mejilla.
—Te necesito...
—¿Mucho? —alzo una ceja.
—Muchísimo. Más de lo que puedo decir.
Para torturarla un poquito más ataco sus pechos y muerdo sus pezones. Arquea la espalda, buscando más contacto. De sus labios no dejan de salir gemidos; es el sonido más maravilloso del mundo.
Ni siquiera yo puedo aguantar más. Estoy tan duro que duele y siento que podría explotar en cualquier momento. Me muero por meterme dentro de esa vagina tan apretada.
Agarro mi pene y lo ubico en su entrada. Me mira con impaciencia, abriéndose más de piernas y agarrándose a las sábanas, sabiendo lo que está por venir.
No soy un bruto, así que entro en ella despacio, dejando que se acostumbre a mi tamaño. Gime aún más que antes y se agarra a mis hombros, atrayéndome a su pecho.
—¿Estás bien? —la miro a los ojos.
—Sí —asiente—. Pero más rápido, por favor.
Siguiendo sus órdenes, empiezo a moverme más rápido; su boca se abre al igual que sus ojos, consumida por el placer.
Me agarro a su cintura para incrementar aún más el ritmo. Sus uñas se clavan en mi piel, pero no me duele, al contrario, me excita.
Los talones de sus pies presionan la zona baja de mi espalda. Beso sus labios con violencia, calmando sus gritos desesperados.
—Joder, Blake... —susurra en mi oído.
—¿Te gusta lo que te hago, reina? ¿Te gusta que te folle duro y violento?
—Sí, sí, sí.
—Entonces, Quinn —muerdo el lóbulo de su oreja—, córrete junto a mí.
Agarro su cuello con delicadeza para que sus ojos no se desvíen de los míos; quiero que me mire cuando alcance el orgasmo. Por la forma en la que se retuerce, estoy seguro de que estoy tocando puntos suyos que ni ella misma sabía que tenía.
Sus músculos se contraen alrededor de mi polla, que se agita sabiendo que ambos estamos a punto.
Las uñas de la chica raspan mi piel y, aunque probablemente me deje heridas, me da completamente igual.
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Ojos Rojos [+18] [Libro I & II]
Mystery / Thriller[COMPLETA] «Un terrible asesinato. Un único testigo. Protegerte será su única obsesión.» *** La vida de Quinn, una chica con miles de problemas, cambia radicalmente cuando sin querer, una noche, presencia los horribles crímenes de un asesino en seri...