Quinn.
—¡Voy a ser tía! —Zayleen vuelve a estrecharme entre sus brazos con fuerza. Yo solo puedo reír y llorar de felicidad.
Dentro de mí hay una vida. Vida que Blake y yo hemos creado. Jamás pensé que podría sentir tal felicidad, pero heme aquí, sintiéndome capaz de todo gracias al bebé que llevo dentro.
—¿Se lo vas a decir a Blake? —pregunta al separarse, examinándome el rostro.
—¿Estás de coña? ¡Pienso decírselo ahora mismo! —me da igual todo, me dan igual mis padres, pienso ir ahora mismo a decirle al amor de mi vida que va a ser padre.
Ni siquiera me paro a pensar en si se pondrá feliz o si quiere tener este bebé conmigo porque sé que su respuesta será sí, sí a todo. Sé que me quiere, sé que quiere formar una vida conmigo y eso incluye tener hijos. No hemos hablado de cuándo, pero sé que aunque seamos jóvenes no será un problema. Nos queremos y eso es lo importante, ¿qué importancia tiene el resto?
—Voy a llamarle —saco el móvil de mi bolsillo y marco su número.
—Hola, reina. ¿Estás bien? ¿Ha pasado algo?
Escuchar su voz me provoca más lágrimas de felicidad. Aún no me lo creo del todo, por una parte pienso que es un sueño. Mi mano comienza a temblar de los nervios, pero son nervios de emoción, ¡me encantaría decírselo ahora mismo!
—Estoy... Ha pasado algo, ¿podemos vernos?
—¿Pero estás bien? Claro que podemos vernos pero, ¿y tus padres?
—Estoy mejor que nunca, tarzán, de verdad —escucho como gruñe; no le gusta que le llame así—. Mis padres han salido. ¿Nos vemos en la playa?
—Me estás asustando, pero sí, en la playa nos vemos. Te quiero.
—Yo también te quiero, Blake.
Colgamos a la vez. Miro a Zayleen; yo irradio felicidad, pero ella también. Jamás había visto que sus ojos brillaran tanto.
—Serás una tía genial, Zay —la aseguro acariciando ligeramente su brazo y dándole una sonrisa tranquilizadora.
—Y tú una madre genial. Y ahora, ¡ve a alegrar al pesado de mi hermano!
Sin borrar la sonrisa de mi rostro, me pongo algo un poco más decente. Al fin y al cabo no todos los días voy a decirle a Blake que vamos a tener un hijo.
A pesar de intentar ir despacio, camino veloz por la calle como si alguien me estuviese persiguiendo. Tengo un nudo en el estómago; Dios mío, ¡creo que me va a dar un ataque! Hace tres semanas que no nos vemos y no puedo esperar más.
Cuando llego a la playa me quito las zapatillas para sentir la suave arena entre mis pies. Me encanta la playa, sentir la brisa marina en mi rostro, y el agua y la arena acariciar mi piel.
—¡Quinn! —al escuchar mi nombre, giro la cabeza para ver a Blake correr hacia mí.
Tiro las zapatillas a la arena y corro a su encuentro. Como siempre que le veo después de mucho tiempo, se me cristalizan los ojos, la sonrisa crece y mi corazón late como un loco.
Literalmente salto sobre él, que me coge al vuelo y comienza a dar vueltas conmigo, pero tropieza y caemos al suelo. Quedo encima de él, riéndome de la absurda situación.
—Ups —ríe a carcajadas, apartándome el pelo de la cara—. ¿Cómo es que te he echado tanto de menos?
—Igual que yo a ti —me inclino para besarle.
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Ojos Rojos [+18] [Libro I & II]
Misterio / Suspenso[COMPLETA] «Un terrible asesinato. Un único testigo. Protegerte será su única obsesión.» *** La vida de Quinn, una chica con miles de problemas, cambia radicalmente cuando sin querer, una noche, presencia los horribles crímenes de un asesino en seri...