Ojos Rojos [+18] [Libro I & II]

•|Seis: «Pillada in fraganti»|•

Quinn.

La mirada penetrante de Blake me pone nerviosa, así que aparto mi vista de sus preciosos ojos azules.

Sus palabras se repiten en mi cabeza. ¿A qué se refiere con que no olvida a la gente que quiere? ¿Acaso habla de a madre de Nyx?

Sé que es inútil preguntarle, pues me va a ignorar completamente y encima se va a enfadar, así que opto por quedarme callada.

—¡Yo nunca te olvidaré, papá! —Nyx le da un beso fuerte en la mejilla—. ¡Y mamá tampoco!

Ay, este pequeño trasto no deja de meterme en líos. Ambos me miran; Blake, curioso, y Nyx esperando a que confirme su afirmación.

—Yo... —increíblemente, mi voz habla sin dejarme pensar en lo que voy a decir—. No, nunca olvidaré a Blake, porque me ha salvado la vida y ha estado ahí cuando le he necesitado.

Mis mejillas se sonrojan al darme cuenta de lo que acabo de decir. Nyx sonríe, feliz de que no le haya llevado la contraria; sin embargo, los ojos de Blake se dilatan.

Menos mal que está aquí el niño, sino ya estarías sobre la mesa de billar y abierta de piernas.

—Papá, exijo que os caséis como en las películas —se cruza de brazos, mirándonos con seriedad.

—¿Qué dices, Nyx? —me muerdo el labio, nerviosa.

—Quiero que mis padres estén juntos como en las películas. Quiero que os abracéis, os beséis y que papá te haga gritar... —le interrumpo.

—¿Gritar? ¿Cómo que me haga gritar?

—Lo vi en una película que puso el tío Lowell —se encoge de hombros y miro a Blake para que me lo explique. Él solo mueve los labios formando una palabra: sexo.

Oh Dios mío. ¿Qué le pone Lowell a Nyx en la tele? Hablaré con él; no puede enseñarle eso a un niño tan pequeño.

Muevo las caderas de un lado a otro, incómoda, sintiendo como ambos me miran. Tierra, trágame.

—Nyx, ya te he dicho que no haré gritar a mamá —mi corazón da un vuelco cuando se refiere a mí como su madre. ¿Ya lo acepta, entonces?

—Pero...

—Ya basta con eso, Nyx, por favor. He dejado que Quinn sea tu falsa madre, pero no habrá ni besos, ni abrazos, ni gritos —lo dice tan serio que... Oh, lo está diciendo enserio, ¿verdad?

—Vale, papi. ¿Puedo ir a jugar con Dino? —Blake asiente mientras le deja en el suelo. Nyx echa a correr para reunirse con el nuevo miembro de la familia, dejándonos solos.

Blake me observa con detenimiento. Fuerzo una sonrisa, siendo consciente de que sus palabras me han molestado. No debería sentir nada hacia él, ni siquiera molestia o enfado.

Blake no es bueno para mí y en el fondo lo sé.

—Entonces... ¿me dejas ser la madre falsa de Nyx? —rompo el silencio.

—Sí. Nyx necesita una madre y... bueno, con Caliope no funcionó —no me extraña—. Te quiere a ti, así que si no tienes ningún inconveniente, estaría feliz de que lo fueras.