Lowell.
Acabo de tomar —probablemente— la decisión más dura de mi vida. Decir que tengo miedo es poco en comparación con lo que siento.
Blake acaba de abrirme los ojos. Bueno, siempre lo hace. Sinceramente, sin él estaría perdido. Suelo ser muy impulsivo y a veces poco racional, lo que me lleva a tomar decisiones precipitadas que pueden llevar al fracaso.
Es decir, Blake también es así, pero por eso somos un buen equipo: si veo que él toma una mala decisión se lo digo, si ve que yo la tomo es él el que me lo dice. Que decidamos hacer caso o no ya es nuestra responsabilidad.
Por eso, cuando Blake me ha dicho que Evelyn debería saber la verdad sobre nuestro estilo de vida, me he encerrado en mi habitación para pensar qué hacer.
Viéndolo así, sí que debería saberlo. Si seguimos juntos muchos años, ¿cómo podría ocultarle mi estilo de vida? Sería imposible.
Evelyn es abogada, ¿cómo narices se lo va a tomar? Su deber es encerrar a los malos, nosotros los matamos. Desde un determinado punto de vista podría decirse que hacemos lo mismo, pero no se parece en nada. Porque ella los aísla del mundo, nosotros les quitamos la vida.
Quizá podríamos hacerla ver que están mejor muertos que en la cárcel, de la cual se escapan o salen antes de completar su condena. Aunque sé que si la digo eso se horrorizará, la conozco.
¿Entonces qué hago? ¿Se lo digo o no se lo digo?
Me giro hacia la puerta cuando, con un chirrido agudo, se abre lentamente después de que dos suaves golpes sonaran en ella. La cabellera negra es lo primero que veo antes de que su pequeño cuerpo entre por el umbral de la puerta a mi habitación.
—Quinnie —estiro mis labios formando una sonrisa tensa.
—¿Puedo pasar? —sigue aferrándose a la puerta.
—Prácticamente estás dentro, así que sí —bromeo para aligerar el ambiente.
Pone una sonrisa de esas que dicen "tienes toda la razón" y se acerca a la cama cuando hago un gesto para que nos sentemos, ya que está embarazada y prefiero que esté sentada que de pie.
En este sentido soy igual que Blake y le apoyo en sus decisiones. ¡Está embarazada, por Dios! Las mujeres embarazadas deberían descansar todo lo que puedan desde el primer momento del embarazo. Además, aunque no lo digan, se cansan más rápidamente y comienzan a dolerles la espalda y los tobillos.
Para mí y para Zayleen, Quinn es nuestra hermana, como Blake. Bueno, vale, quizá eso sea un poco turbio porque que dos hermanos salgan románticamente es... raro. Pero en este caso no son hermanos de sangre, ya sabéis, así que no es raro. Lo que quiero decir es que todos somos una familia.
Lógicamente me puse eufórico cuando mi pequeño sobrino vino corriendo hacia nosotros anunciando que su madre estaba embarazada. ¡Otra vez voy a ser tío! Amo a Nyx con locura y amaré al pequeñajo que porta Quinn con locura también.
—¿Cómo está la madre del año? —pregunto girando la cabeza para mirarla.
—Estoy muy emocionada —confiesa con una sonrisa entusiasmada—. ¿Crees que lo haré bien?
—Por supuesto que sí, ¡lo harás genial! ¿Por qué, tienes dudas?
—Bueno... —con las manos en su regazo, comienza a retorcerse los dedos—. ¿Cuánto tiempo tuve a Nyx cuando nació? ¿Cinco minutos? Y luego ya no le vi hasta que tenía seis años. No sé cuándo y cuánto debo darle el pecho a un bebé, qué hacer para calmarlo cuando comience a llorar por la noche, qué...
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Ojos Rojos [+18] [Libro I & II]
Misterio / Suspenso[COMPLETA] «Un terrible asesinato. Un único testigo. Protegerte será su única obsesión.» *** La vida de Quinn, una chica con miles de problemas, cambia radicalmente cuando sin querer, una noche, presencia los horribles crímenes de un asesino en seri...