XXXIII. Dudas.A él, la loba le hizo amar a la humana.
Y a ella, la humanidad le hizo amar al lobo.Los aldeanos estaban sentados junto al lecho donde yacía Misha, dormitando. Amanecía, pero los humanos eran animales nocturnos y apenas se había asomado el sol ellos se apagaron. La cazadora de cabellos como el fuego vigilaba desde un rincón con un ojo abierto y la anciana chamán velaba el sueño de todos. Nilah se había salido del refugio, sofocado. La noche lo había dejado preso de las dudas y libre de respuestas.
Cuando Darío afirmó que Níniel no lo atacó, sino otra mujer —a quien la anciana confirmó a través de la descripción física como Alanna—, teorizaron sobre el parentesco entre las dos, dado el nulo parecido. Nilah, que hasta ese momento había decidido no compartir la información que obtuvo con Aberración, se resignó a contarles todo. Desde el problema entre las manadas de cambiantes salvajes que ocurrió hace años hasta el abandono de Alanna a su hija. Intentó ser conciso al entregar la información y neutro para no afectarse nuevamente con ella —por el cúmulo de sentimientos encontrados hacia la llamada "Níniel"—, pero nadie hizo amago de interesarse en lo que a él concernía.
—¿Y dices que esa mujer planea extirpar el alma de tu compañera? —preguntó Darío, suspicaz en cuanto a quién dio la información.
—No lo tengo claro, pero eso se me insinuó.
—No le veo nada de malo —irrumpió Brinda, desafiando a Nilah—. Ese espíritu no corresponde a Niel y sólo le ha traído desgracias. Su madre está haciendo lo correcto.
—¿Qué estás diciendo? —increpó el licántropo convaleciente, como si hubiese dicho una atrocidad—. Ese espíritu está allí incluso antes de Níniel. Es parte de ella y lo que la une a Nilah. No se le puede sacar así, sin más.
—¿En serio te preocupan los sentimientos de este, que no dudó un segundo en inculpar a su supuesta "amada"?
El Velkan se removió, incómodo. Lo que decía la humana era cierto, pero ¿cómo explicarles que para él Níniel y Nana ya no eran lo mismo? ¿Cómo entender él mismo que todo su amor hacia la humana era condicionado por creer que ella era su destinada?
—Silencio los dos. —De repente, la voz desgastada de la anciana chamán los enmudeció. Brinda chasqueó la lengua, inconforme—. No estamos aquí para cuestionar sentimientos, sino hechos. Tú. —Entornó su cabeza hacia Nilah y lo observó con sus ojos de rendija, semi blancos por la ceguera—. ¿Qué consecuencias podría traer que esa alma en pena sea extraída de nuestra muchacha?
El lobo se sintió desorientado por unos segundos.
—Según lo que se me dijo, Alanna intentará reinsertar el alma de Nana en otro cuerpo, pero ese cuerpo perecerá.
—¿Y qué consecuencias hay para Níniel?
—Me dijeron... que la arrancarán de mi lado.
Se mantuvieron callados unos instantes, los que bastaron para que ambos cambiantes ataran cabos y dijeran al unísono, consternados:
—La niña de Amor omnia vincit.
—¿Pondrá el espíritu en el cuerpo de la niña que se robó? —jadeó Brinda. Finalmente, todas las piezas encajaban.
—Es lo más probable —dictó Áurea, no interesada realmente en el tema—. Dicho todo esto, debemos decidir qué hacer.
—Hay que salvar a Níniel —soltó la cazadora de inmediato, justo al mismo tiempo que Misha proponía la misma opción, pero con la niña incluida. Todos parecieron de acuerdo, excepto uno. Nilah.
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En plata renacer
Werewolf«Ella siempre vivió atemorizada por él; la calamidad, mas nunca entendió por qué.» Hace tiempo el destino fue truncado y es tiempo de retomar la senda que él diseñó. Es tierra de monstruos y los humanos deben esconderse si desean no perecer. Mientra...